Dos prostitutas y un destino

La muerte de dos mujeres en las vías de tren de Torrelavega aflora la realidad de la explotación sexual en los clubes
Tiempo de lectura: 7 min

(Fotos: Miguel Ángel Tramulla)

Podía ser el nombre de una película del oeste…pero ¡no!.

Esta vez es el título del presente artículo cuyo protagonistas son dos mujeres migrantes desesperadas que no escapan de las voraces garras de la pobreza, del capitalismo, de la explotación sexual y la barbarie.

¡El virus de la pobreza también mata! El dinero, las drogas y el sexo mueven el mundo. Cientos de mujeres al día son captadas, víctimas de trata y explotación sexual.

Las prostitutas se han convertido en uno de los colectivos más damnificados por la pandemia, las deja sin trabajo, sin cobertura social, sin medios para hacer frente a situaciones dramáticas, sin ayudas, sin derechos ni recursos.

Las frías vías del tren fueron el lecho de muerte de dos mujeres jóvenes que hartas de su puta vida buscaban consuelo y no lo encontraron. El tren traspasó sus huesos dejándonos con la piel de gallina y el alma encogida del impacto.

Puta vida porque ambas terminaron en la prostitución de Parada de Postas para sobrevivir y mandar dinero a sus familias que probablemente desconocían de donde procedía porque ellas no querían sembrar vergüenza.

Abierta está la investigación para vislumbrar los motivos de esta tragedia que quizá solo ellas conocen. Esperemos que la fiscalía ate hilos y exija responsabilidad a quien corresponda.

Los clubs, los proxenetas, las mafias, los que no se mojan y los que se empapan de delito disfrazado de palabras bonitas como alterne, trabajo sexual, señoritas de compañía, palabras para describir ni más ni menos que la mercantilización de las relaciones humanas.

Son prostitutas por desesperación, por pobreza, por explotación, por ingenuas, por cobardes o porque las gusta y eligen el dinero fácil. ¿Es fácil venderse? ¿Nos gusta esa profesión para nuestra hija?

No es casualidad que una de las víctimas procediese de uno de los países más pobres del mundo y la otra de la Europa empobrecida que buscan en las basuras del capitalismo un lugar digno para vivir y que su proceso de migración terminará con su último destino: la muerte.

No sólo se muere de virus y enfermedades contagiosas hay quien opta por quitarse de en medio cuando el entorno se vuelve hostil.

No es un caso aislado, la depresión es un mal que asola a multitud de mujeres empobrecidas, fenómeno que se agudiza en tiempos de crisis.

La muerte de estas mujeres no puede quedar impune y nos invita a cuestionar que sociedad somos y queremos. La prostitución es una forma de violencia contra la mujer.

Permitimos clubs donde por mil míseros euros las mujeres sin contrato ni derechos son explotadas y venden su cuerpo, mafias sin escrúpulos que a menudo las chantajean y juegan con su documentación, con su vida, con su sexualidad y con su salud. Esos clubs son vecinos nuestros y pasamos por ahí y miramos para otro lado con cierto miedo y desdén…

El estado de alarma afecta a esta actividad que ahora se desplaza de clubes a pisos de citas, sin protección, ni control, y con más riesgo si cabe.

Son vecinas de Torrelavega que llevan años conviviendo, luchando, compartiendo, invisibilizadas y silenciadas con la complicidad de todos.

Hombres que las compran sin pudor, que si vivieran en la ciudad de Barcelona podrían ser multados pues existe una ordenanza municipal que lo regula y penaliza.

Hombres de todas las profesiones y colores que buscan entre sus piernas y sábanas un calor humano por el que pagan y no se plantean mayores complicaciones.

Ellas son las que pagan el pato. El sistema de servicios sociales no llega a cubrir las necesidades de las mujeres indocumentadas con lo cual están en un limbo a merced de macarras sin escrúpulos que las chulean y que las follan por un par de billetes.

Hay miedo a hablar, a denunciar, ya que muchas están amenazadas y otras no tienen más opción. Se sienten juzgadas por los servicios sociales y es difícil se abran a contar su realidad por miedo a perder la custodia de sus niños, miedo a mafias que amenazan a su familias de origen y tantos y tantos miedos.

La cuantía de la renta social básica es insuficiente para cubrir las necesidades básicas de las mujeres que se deciden a dejarlo, las que están en situación regular. Acceder a alguna ayuda social es en el caso de que se atrevan a denunciar a sus explotadores, no es fácil decisión teniendo familia a su cargo.

«El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción ambas se transforman» Carl Gustav Jung.

El filósofo surcoreano Byung-Chul Han sin tapujos, escribe: «El capitalismo intensifica el progreso de lo pornográfico en la sociedad, en cuanto lo expone todo como mercancía y lo exhibe. Profaniza el Eros para convertirlo en porno». «El juego de la seducción, que requiere mucho tiempo, se elimina hoy cada vez más a favor de la satisfacción inmediata del deseo sexual».

Lo vemos en internet que a nada que navegamos nos asalta la publicidad incitando a consumir sexo, mamando un tipo de sexualidad desconectada de lo emocional, del respeto a los derechos del otro y de la cuestión de que quien paga tiene el control.

La red cántabra contra la trata y la exploración sexual desde 2003 y apoya a cualquiera que opte por salir del infierno. Se congratula de haber conseguido cerrar algún puticlub en la capital y pueblos de Cantabria y trabajan impartiendo charlas de concienciación en los colegios e institutos donde trabajan las relaciones y las actitudes, igualdad, justicia, coeducación, educación sexual.

Realizan campañas para evitar la publicidad sexista en los medios de comunicación que se autofinancian exhibiendo y promoviendo el consumo de sexo y una imagen estereotipada y sexista de la mujer.

Realiza campañas en los Ayuntamientos para vigilar a la hora de conceder licencias de apertura a locales sospechosos de un fin de prostitución, realizar un censo sobre las mujeres en situación de prostitución y lograr que los ayuntamientos de Cantabria se conviertan en municipios libres de prostitución.

Para todo esto algunas personas ponen en juego su integridad recibiendo amenazas de quien maneja los hilos de la esclavitud, parásitos de la prostitución donde se ven inmersos todo tipo de profesionales, de la clase política, sistema judicial, sanitario…

La ley nos habla de la obligación de denunciar cualquier tipo de violencia sin embargo ¿Quiénes se atreven a denunciar a chulos, maltratadores, mafiosos, delincuentes y proxenetas, banqueros, abogados o cualquier profesional corrupto?

Millones de dinero negro que mueve más que el narcotráfico y que supone un crimen organizado, la trata es un delito desde 2010.

No podemos en una democracia ser ajenos al dolor de estas mujeres esclavizadas y víctimas de violencia de género.

Desde aquí mis más sinceras condolencias a las familias de estas dos mujeres que luchaban por sobrevivir en un mundo de locos, dos almas grandes que no sobrevivieron a la desesperación, su muerte sin duda nos toca a todos la conciencia y el corazón, pues es símbolo de lo enferma que está nuestra sociedad actual, en lo cultural, en valores humanos y en lo referente a la sexualidad.

Aboguemos entre todos porque su muerte sirva para que la muerte y la sexualidad dejen de ser tabúes.

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1 Comentario

  • Dapesander
    18 de junio de 2020

    ¿Del capitalismo?
    En España mo hay capitalismo como tal, hay una puta mierda hecha a base de capitalismo pisoteado y denigrado.

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