La programación de exposiciones de EXHIBIT Lab regresa después del verano con la muestra dedicada a la artista Paula Díaz (Los Corrales de Buelna, 1990) una joven creadora cántabra que, a través de la pintura, la fotografía, la escultura, el video o el dibujo, se adentra en esferas tan delicadas como la política, la antropología, la etnografía o la historia.

Licenciada en Bellas Artes e Historia del Arte por la Universidad de Salamanca, y máster en Prehistoria y Arqueología por la Universidad de Cantabria, Paula Díaz ha participado en numerosas exposiciones regionales, nacionales e internacionales, tanto colectivas como individuales. Además, ha recibido reconocimientos como el Premio Foconorte (2011), el cual le permitió realizar un intercambio con artistas londinenses, o la Mención de Honor en el Concurso Nacional de pintura Casimiro Sáinz de Reinosa (2016).

EXHIBIT Lab vuelve a apoyar la calidad de los jóvenes artistas de la región como ya hizo con la exposición de Lucía Simón Medina, y continúa por la senda del dibujo contemporáneo aunque, esta vez, lo hará a través el dibujo figurativo.

El comisario Ignacio Calvo Peláez ha seleccionado una serie de obras pertenecientes a Selk´nam, un proyecto que bebe de una densa labor de documentación e investigación, y de la propia experiencia personal, donde la artista nos muestra una reflexión acera del trato a los pueblos indígenas
en el siglo XXI.

Paula Díaz nos cuenta una historia tan abrumadora como injusta que ocurrió al sur del globo terráqueo, en la Tierra de Fuego. En ese lugar hasta hace apenas poco más de un siglo vivían los selk’nam, un pueblo que sufrió las nefastas consecuencias de una conquista tardía, motivada por los bienes naturales que contenía el territorio.

Durante la última década del siglo XIX los gobiernos chileno y argentino decidieron terminar por controlar la parte sur del continente americano. Como
resultado de esta decisión se empezaron vender y regalar terrenos para construir estancias ovejeras quitando las tierras a los Selk»nam.

Al llegar los nuevos habitantes, los selk»nam vieron menguado el número de guanacos y se sintieron obligados a tomar alguna que otra oveja, lo que desembocó en un conflicto entre ambas partes que terminó con su persecución y asesinato sistemático.