La electrónica, el humor, la performance y los códigos musicales actuales son el vehículo, improbable pero efectivo, con el que narrar las músicas e historias que nos proporciona el folclore tradicional. Así lo entiende y practica Rodrigo Cuevas (Oviedo, 1985) desde hace casi una década. Su nuevo espectáculo escénico, “Trópico de Covadonga”, se plantea como un cancionero popular contemporáneo en torno a los diferentes códigos y maneras, ancestrales y actuales, para el cortejo, la ronda y el amor.

En una entrevista concedida a EL FARADIO DE LA MAÑANA, en Arco FM, da alguna pinceladas de lo que enseña en los escenarios. Mezclando estilos musicales, pero también diversos tipos de arte, porque le encanta «contar historias» cuando actúa.

«Lo de cantar canciones es para que no se me levanten del asiento», dice. Se siente necesitado de contar cosas, y por eso le encanta tener tiempo para sí mismo y las cosas de su casa y de sus vecinos, porque eso es lo que le nutre para crear nuevas cosas que llevar a las actuaciones.

Una de las cosas que tienen peso en sus propuestas es la música tradicional, el folklore que se expresa y se aprende desde que se es niño. Y a él le encanta porque «es algo de todos». De hecho, le parece una de las pocas cosas que se crea en sociedad y que «está guapa», porque a él le parece que «la mayoría de las que hacemos en sociedad es una puta mierda, hablando en plata», dice entre risas.

Inclasificable es una de las palabras que se utiliza para hablar de Cuevas. «Las etiquetas te definen, pero también te limitan», dice. Se limita a ser natural en casa y en su vida cotidiana, y en el escenario quiere hacer lo mismo que en su vida, aunque lo exagere un poco al darle un barniz teatral.

Hablando de su vida, expresa el deseo de dedicarle más tiempo. Cree que, en general, trabajamos más de lo que nos gustaría. «Con la pandemia, me he dado cuenta de que quiero trabajar menos». Tener más vida, pero también con la idea de que eso le sirva para su vida artística. Le gusta atender también a su huerto y sus animales.

Espera que acabemos volviendo a la normalidad, «aunque la antigua normalidad no es que me gustase del todo», reconoce. Y lo liga con la música folklórika, porque piensa que hoy en día somos menos espontáneos y nos da más vergüenza hacer en público lo que nos apetece.

En su opinión, deberíamos «ser menos ambicioso en lo material, y más ambiciosos en lo humano». Mira al futuro con el deseo de que algunas cosas mejoren. Por ejemplo, que nos fijemos en colectividad de las sociedades antiguas. O también que deje de haber personas que «se planteen irse a vivir a otro país para pagar menos impuestos, mientras otros se mueren en patera», concluye.

Gracias a la colaboración de Cervezas Alhambra, el público tendrá la oportunidad de disfrutar en exclusiva para Cantabria de este artista total e inclasificable, que se autodefine como “agitador folclórico”, y que trae al Centro Botín un show que eclipsa tanto por su categoría musical como por su estética y su impronta discursiva.

El concierto, en formato trío, tendrá lugar en el auditorio del Centro Botín este viernes a las 20:00 horas.

Rodrigo Cuevas pondrá voz, percusiones, sintetizadores y electrónica; Mapi Quitana los coros, palmas, contrabajo y vocoder; y Juanjo Díaz estará a cargo de las percusiones. Del equipo técnico destaca la participación de Raül Refree en la producción musical (productor entre otros de Rosalía, Lee Ranaldo, Niño de Elche o Silvia Pérez Cruz).

Rodrigo Cuevas es cantante, compositor, acordeonista y percusionista con formación académica en el conservatorio de Oviedo y la ESMUC de Barcelona. Ha participado en zarzuelas, musicales y cabarets, además de escribir música para obras teatrales y presentado programas de televisión. El año pasado fue nombrado “Mejor Artista Emergente” en los Premios de la Música Independiente (MIN) 2020, donde también recibió el galardón al “Mejor Álbum de Músicas del Mundo y Fusión” por su segundo disco “Manual de cortejo”.

Tras el éxito de su anterior gira, con más de un centenar de actuaciones en España y el extranjero (Lima, Londres, Roma, Frankfurt…), su nuevo espectáculo reúne agitación, divismo de campo y humor, erotismo elegante, hedonismo y celebración de los derechos innegociables. Todo ello con una puesta en escena, coreografías contemporáneas y un vestuario que no deja a nadie indiferente.

El carismático creador comenzó a interesarse desde muy joven por las músicas del mundo, el cabaret y el circo. Sin embargo, no fue hasta que se fue a vivir a una pequeña aldea del interior de Galicia que se produjo la verdadera revelación, cuando entró en contacto con la música tradicional más pura gracias a sus vecinas pandereteiras.

En 2012 publicó su primer álbum en solitario, “Yo soy la maga”, un disco en el que la electrónica y la música tradicional se fusionaban en una catarsis discotequera. En 2016 lanza el EP “Prince of Verdiciu”, punto de inflexión viral con el que llama la atención primero de los asturianos y luego de muchos programadores culturales de toda la península. “Manual de Cortejo”, publicado a finales de 2019, entró en su primera semana directamente a las listas de los discos más vendidos en España y está logrando un reconocimiento unánime entre el público y la crítica más exigente.

La actuación de Cuevas será la primera del año dentro del ciclo “Música Abierta. Momentos Alhambra”. Tras este concierto, la programación para los próximos meses incluye un homenaje al compositor de tango Astor Piazzola a ritmo de jazz en Piazzolla x100 (jueves 25 de febrero) y el espectáculo de Israel Fernandez junto a Diego del Morao, una de las figuras más importante de la nueva escena flamenca (viernes 12 de marzo). Puedes ampliar información en la página web del Centro Botín: www.centrobotin.org/actividad