Pasadas las seis de la tarde, llegaba a Santander el Movimiento Solidario Ultreya, una iniciativa que cuenta con el apoyo de Cáritas y que recorre el país en bicicleta lanzando un mensaje de solidaridad con las personas más necesitadas. Entraron en Santander acompañados por los ciclistas del club Liérganes MTB que mostraban con este gesto su apoyo a la iniciativa.

Esperando estaba Sonsoles López, directora de Cáritas, acompañada por otros representantes y voluntarios. Con ellos, Agustín Ordejón, gerente de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo de Santander y su presidenta, Yolanda Hoyos, que se han encargado de coordinar la llegada de los ciclistas a la ciudad mostrando el agradecimiento de los pequeños comercios de Santander, a los que también apoya esta iniciativa que fomenta precisamente el consumo local.

Entre las distintas autoridades que acudieron estaba Eva Bartolomé, directora general de comercio, la concejala de comercio, Miriam Díaz, el concejal de deportes, Felipe Pérez, el portavoz socialista en el ayuntamiento, Daniel Fernández, además de otros diputados y senadores.

Al igual que han hecho ya en otras ciudades por las que han pasado, como Córdoba, Cáceres, Salamanca, Valladolid y Burgos, los integrantes del Movimiento Ultreya entregaron a Cáritas Diocesana de Santander un cheque con el importe de la recaudación correspondiente a Cantabria.

Será Cáritas quien distribuya este dinero entre las personas que más lo necesitan y que podrán invertirlo en los establecimientos de la ciudad, contribuyendo así a dinamizar el comercio local.

MOVIMIENTO ULTREYA

¿Y si nos subimos a las bicis y recorremos España viendo como despiertan los pueblos y las ciudades tras el largo confinamiento? Esa fue la pregunta que hace poco más de un año se hizo un grupo de personas y que dio lugar al Movimiento Ultreya. Cinco días atravesando el país para llegar desde Alcalá de Guadaira hasta Santiago de Compostela transmitiendo un mensaje de ánimo y apoyo tanto a las familias como a los empresarios. ‘Juntos lo conseguiremos’ fue entonces el mensaje.

“Nosotros somos un grupo de hombres y mujeres que el año pasado, cuando se levantó la libre circulación de personas y España despertaba y abría sus puertas, decidimos ver cómo estaba la situación y por eso nos animamos a unir el sur con el norte pedaleando en nuestras bicicletas, en 4 días. Era algo más que un reto físico, era un recorrido con un mensaje de ánimo y de apoyo. Creemos que ahora, mas que nunca, tenemos que estar unidos. Nuestro mensaje es de solidaridad y de ayuda. Si la primera edición que salía de la nada fue un éxito, imagínate este año, que hemos conseguido un montón de apoyos”, explica Juan Ignacio Fernández López, coordinador del movimiento.

La realidad es que, un año después, el Movimiento Ultreya ha crecido en popularidad y apoyos. Su mensaje ha captado el interés de personas individuales, empresarios, asociaciones, organismos e instituciones y han decidido pedalear para, en esta ocasión, apoyar al comercio local ofreciendo a Cáritas su recaudación para que puedan seguir ayudando a las personas que más lo necesitan al mismo tiempo que contribuyen a reactivar el comercio local.

Ulteya es la palabra que usaban los peregrinos de Compostela para saludarse cuando se cruzaban en el Camino: ¡Adelante, no pares, sigue adelante y hacia arriba! ¡Elévate! Una metáfora perfecta para el tiempo actual.

Por eso, el primer objetivo de este movimiento es conectar y hermanar asociaciones empresariales, a través de la visibilización de gestos de cohesión y voluntades compartidas entre empresarios de distintas zonas de España.

Además, Ultreya quiere contribuir a activar la economía local, el consumo en comercios de cercanía. Y, por último, contagiar ilusión y generar confianza en las redes empresariales locales.

Durante todo el año han realizado multitud de actividades solidarias para recaudar un dinero que, sumado ahora a las aportaciones realizadas por las distintas organizaciones, empresas e instituciones, se entregará a las distintas Cáritas Diocesanas para que las familias en situación de vulnerabilidad puedan comprar los artículos que necesiten en comercios locales.