SEO/BirdLife solicita que se descarte el complejo eólico de Aguayo al completo

Este macroparque se ha tramitado dividido en siete proyectos ubicados en 17 municipios (un 20% del total de los consistorios de Cantabria), una fragmentación que, según denuncian desde SEO/Birdlife podría ser contraria a la normativa autonómica.
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SEO/BirdLife ha presentado alegaciones al Gobierno de Cantabria instándole a que descarte el gran complejo industrial eólico de Aguayo, agrupado en siete parques ubicados en 17 municipios (el 20% de todos los consistorios de la comunidad autónoma), debido a los impactos severos que su construcción tendrá sobre la biodiversidad cántabra. Entre otras afecciones, los parques afectarán a espacios y especies protegidas por la normativa europea, nacional y autonómica.

En rojo la localización de los 17 municipios del centro y sur de Cantabria afectados directamente, sin contar impacto visual sobre terceros, por el complejo industrial que formarían los siete parques conocidos como «Aguayo».

SEO/BirdLife, que viene defendiendo unas renovables responsables desde 1993, cuando se construyó el primer gran parque eólico en pleno paso migratorio de aves, aboga por un despliegue renovable planificado, que delimite claramente zonas de exclusión para preservar espacios de alto valor ecológico, y apueste por un modelo energético mucho más distribuido, cercano a los grandes puntos de consumo y que sitúe al ciudadano en el centro, a través de fórmulas como las comunidades energéticas y el autoconsumo residencial e industrial.

La organización, que trasladará su posicionamiento al proceso de consultas abierto en la tramitación del nuevo plan energético de Cantabria lamenta que, en la actualidad, los promotores presenten proyectos irresponsables con la biodiversidad y las comunidades locales, como es el proyecto de Aguayo, e insta a las administraciones públicas competentes –Gobierno de Cantabria y Ejecutivo central, en función del tamaño del proyecto- a rechazar la tramitación de aquellos proyectos que no cuenten con estudios de impacto ambiental adecuados, una cuestión que, por desgracia, es cada vez más habitual.

MACROPROYECTO DIVIDIDO EN 7 PROYECTOS

El macroproyecto eólico de Aguayo -formado por los parques eólicos Aguayo 1, Aguayo 2, Aguayo 3, Aguayo 4, Aguayo 5, Aguayo 6 y Aguayo 7- afecta de forma directa a cerca del 20% de los municipios de Cantabria (17 municipios: Las Rozas de Valdearroyo, Valdeprado del Río, Valderredible, Campoo de Enmedio, Hermandad de Campoo de Suso, Santiurde de Reinosa, Pesquera, San Miguel de Aguayo, Bárcena de Pie de Concha, Arenas de Iguña, Corvera de Toranzo, Santiurde de Toranzo, Molledo, Villacarriedo, Vega de Pas, Villafufre y Luena), y sería uno de los mayores proyectos eólicos de España.

En rojo la localización de los 17 municipios del centro y sur de Cantabria afectados directamente, sin contar impacto visual sobre terceros, por el complejo industrial que formarían los siete parques conocidos como «Aguayo».

La Dirección General de Industria, Comercio y Consumo del Gobierno de Cantabria abrió a mediados de junio la consulta pública de tres parques de este conjunto (Aguayo 1, Aguayo 4 y Aguayo 5). Todo ello a pesar de que estos parques se solapan con otros en tramitación y que el complejo energético forma una unidad de siete parques conectados. Esta fragmentación de un gran proyecto en siete supone, a juicio de SEO/BirdLife, un incumplimiento del Plan de Sostenibilidad Energética de Cantabria 2014-2020 (PSEC), que hubiera justificado su inadmisión a trámite por parte del Ejecutivo cántabro.

A esta situación debe sumarse, según la ONG ecologista, que los estudios de impacto ambiental no analizan los efectos acumulativos y sinérgicos del conjunto de los proyectos, es decir, los efectos sobre la biodiversidad de la potencial construcción de todos los proyectos. En este sentido, SEO/BirdLife entiende que debería elaborarse un único estudio ambiental por parte del promotor para que, después, sea analizado en un único procedimiento por la administración pública.

Sin embargo, los proyectos no solo se han presentado de forma fragmentada, sino también con estudios de impacto ambiental deficientes. Además de no contemplar los efectos de la construcción del conjunto de parques –cuestión paradójica, dado que el promotor de los siete parques es el mismo-, los estudios de impacto ambiental analizados por SEO/BirdLife presentan, a su juicio, carencias respecto a su contenido, esfuerzo en el trabajo de campo y metodologías de estudio.

TRANSICIÓN ENERGÉTICA RESPONSABLE

Los proyectos presentan afecciones incompatibles con la protección de la biodiversidad y el cumplimiento de buena parte de la legislación autonómica, estatal y europea en materia de protección de la naturaleza. En conjunto, los tres parques a los que acaba de alegar SEO/BirdLife, y sus infraestructuras, impactan directamente sobre:

– Espacios naturales protegidos y de la Red Natura 2000 (ZEC Río y Embalse del Ebro, ZEC Río Pas, ZEC Valles altos del Nansa y Saja y Alto Campoo, ZEC Sierra de El Escudo, Parque Natural de Saja-Besaya o el Parque Natural Monte Hijedo).

– Hábitats protegidos de interés comunitario, Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBA Sierras De Peña Labra y Del Cordel y IBA Embalse del Ebro).

– Zonas Importantes para los Mamíferos (ZIM Embalse del Ebro y río Rudrón y ZIM Picos de Europa orientales, Liébana y Sierra de Peña Sagra, del Cordel y Peña Labra).

– Zonas de protección de avifauna contra la colisión y electrocución.

– Áreas críticas para la recuperación y conservación de especies de aves amenazadas catalogadas como vulnerables y que no cuentan con planes de conservación como el aguilucho cenizo, el águila real, el alimoche común o la perdiz pardilla; y otras aves de interés, como el halcón peregrino, la culebrera europea o el buitre leonado, y otras especies protegidas, como los murciélagos. Es especialmente significativa la afección que supondrá para la población reproductora del aguilucho pálido, en situación «vulnerable» en Cantabria.

En su conjunto, por tanto, causaría graves consecuencias ambientales por la fragmentación de corredores biológicos, particularmente relativos a las áreas de montaña y los interfluvios de los cursos fluviales.

PLANIFICACIÓN, REGULACIÓN Y DIÁLOGO

SEO/BirdLife urge al Gobierno de Cantabria para que disponga de una zonificación ambiental que delimite las zonas prioritarias para la implantación de renovables, y considere como prioritaria la energía fotovoltaica en zonas urbanas, industriales y terrenos degradados. Igualmente, la organización reclama que se definan con claridad zonas de exclusión a estos proyectos. Por todo ello, SEO/BirdLife considera, más urgente que nunca, que Cantabria disponga de un Plan de Ordenación Territorial (PROT) y un Plan de Sostenibilidad Energética de Cantabria (PSEC) participativos, amplios y ambiciosos, pensados para favorecer a las comunidades locales y respetuosas con la biodiversidad.

Solo a través de una adecuada planificación previa se podrá asegurar un desarrollo renovable responsable, evitando así la obstaculización de la participación que ya existe por la consulta pública simultánea de más de una decena de parques eólicos y dando seguridad jurídica a empresas y administraciones que apuesten por las energías renovables. De hecho, SEO/BirdLife acaba de presentar alegaciones sobre otro parque eólico, La Coteruca, ubicado en el el Área de Importancia para las Aves y la Biodiversidad (IBA) de Sierras de Peña Labra y del Cordel, y su afectación a especies catalogadas como la perdiz pardilla o el alimoche. Además, tal y como ocurre con los proyectos Aguayo, el proyecto La Coteruca no realiza una evaluación de sus impactos en relación con otros proyectos planteados en la zona, entre ellos, precisamente, uno de los proyectos que componen el macroparque de Aguayo, con el que se solapa.

Por todo ello, SEO/BirdLife pide responsabilidad a las empresas promotoras. Felipe González, delegado en Cantabria de la organización, apunta: «Alcanzar una transición energética coherente con la transición ecológica será una de las tareas más complejas que deberá ejercer nuestra sociedad; por tanto, todos los implicados, administraciones, empresas y sociedad civil debemos extremar nuestras responsabilidades». La organización recuerda que es imprescindible un despliegue de renovables responsables bien planificado en el territorio y que cuente con sólidas medidas de protección del medio natural. Según González, «cuanto más incrementemos la presión sobre los ecosistemas y sobre la biodiversidad en su conjunto, menor será la capacidad de nuestro entorno para mitigar los efectos del cambio climático. La lucha contra la crisis climática debe, indiscutiblemente, contar con el patrimonio natural que sustenta nuestras vidas y economías, y la implantación de renovables debe asumir esa responsabilidad».

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