Cuando hace ya un buen puñado de años Proyecto Hombre comenzó a realizar campañas de prevención de adicciones en centros escolares, hablaban fundamentalmente sobre el consumo de tabaco, cannabis y alcohol,  que constituían en aquel momento la antesala al consumo de otro tipo de sustancias.

Pero mucho han cambiado las cosas desde entonces y, cada poco tiempo, la organización revista su discurso e incluye en sus charlas nuevas conductas de riesgo. «Casi cada tres meses revisamos nuestros discursos y nuestras campañas porque constantemente surgen cosas nuevas y nuestro trabajo de prevención tiene que ajustarse a la realidad existente. Hablar del consumo de sustancias hace tiempo que se quedó corto», explica Eloisa Velarde, directora de Proyecto Hombre Cantabria.

Así, las charlas en los colegios hace años  que tratan también otras conductas como las adicciones al  juego y  las apuestas o a las pantallas. Hace tres meses fue necesario abordar el tema de las series de televisión como ‘El Juego del Calamar’. «Los niños jugaban  jugaban a emular lo que veían en televisión, pero el problema va más allá, porque no es solo esa imitación de conductas de riesgo, sino que  es necesario plantearse qué hace un niño viendo una serie de televisión en donde la agresividad es brutal».

Ahora en los colegios, los educadores de Proyecto Hombre hablan también sobre  los riesgos de consumir bebidas energéticas, un hábito este último cada vez más normalizado, pero muy poco recomendable para la salud de los niños. «Nos encontramos con que hay niños de 9, 10 u 11 años que consumen bebidas energéticas con total normalidad y que, en muchas ocasiones, las familias no lo ven como un problema. La realidad es que ese tipo de bebidas contienen una sustancias químicas muy potentes para niños de esas edades y pueden dañar su salud, pero además, la forma que tienen de consumirlo por la calle, con amigos, tirando las latas por ahí puede ser la antesala a beber otras sustancias más adelante», explica Eloisa Velarde para El FARADIO

Son los propios niños quienes, en muchas ocasiones, alertan a los educadores sobre estas nuevas conductas. Eloisa Velarde explica que antes cuando iban a los colegios y hablaban de apuestas o de consumo de cannabis, nadie decía nada, pero si que hablan sobre esas conductas que, más bien se consideran modas y que los profesionales de Proyecto Hombre detectan que pueden suponer un riesgo para los chavales, por lo que se incluyen en sus proyectos de prevención: «vemos la necesidad de abordar cuestiones como ahora el consumo de bebidas energéticas porque creemos que es necesario prevenir su mal uso. Estamos detectando además que se utilizan también para mezclar con otras sustancias y drogarse y por eso intentamos alertar sobre el riesgo de su consumo, aunque la industria publicitaria lo envuelva de colores y felicidad».

Por término medio, estas bebidas llevan  32 miligramos de cafeína y 15 de azúcar por cada 100 mililitros, lo que para un adolescente puede suponer triplicar  la cantidad máxima de azúcar diaria recomendado y superar la máxima de cafeína.

#PROYECTOTEEN

Es un Programa de Atención a menores y jóvenes con conductas desadaptativas y/o de riesgo y a sus familias mediante la prevención y la intervención temprana frente a factores y comportamientos de riesgo.

#ProyectoTeen es la respuesta de la Fundación Centro de Solidaridad de Cantabria a la necesidad de dar respuesta a una demanda cada vez mayor de padres, madres y asociaciones que llamaban a nuestro centro pidiendo ayuda. El objetivo de #ProyectoTeen es acometer una prevención eficaz en el ámbito joven, proponiendo para ello un trabajo intensivo con familiares y allegados además de con jóvenes ya implicados en comportamientos de riesgo, con el fin de fortalecer sus factores de prevención y minimizar esos factores de riesgo.

#ProyectoTeen abre sus puertas en 2018 y en la actualidad ofrece un Programa de Atención Directa a los propios y propias adolescentes y a sus familias y un Servicio de Prevención que presta apoyo, formación y asesoramiento a las personas y entidades que lo solicitan.

De esta manera incluyen dos modalidades de intervención diferenciados: Programa de Atención a menores y jóvenes con conductas desadaptativas y/o de riesgo y a sus familias y programa de Prevención Escolar y Comunitaria.

JUEGO DE LLAVES

Juego de Llaves es el nombre de la campaña escolar que Proyecto Hombre tiene en marcha en Cantabria para prevenir el consumo temprano de drogas.

Atendiendo a la realidad social, el incremento del consumo de drogas en edades cada vez más tempranas provocó en Proyecto Hombre la creación de una Red de Prevención.

Esta Red tiene como objetivos evitar, frenar o retrasar la edad de inicio del consumo de sustancias psicoactivas, creando así un modelo de intervención en la prevención más global.

La puesta en marcha de los Modelos de Prevención Indicada dirigidos a adolescentes con consumos esporádicos de sustancias, identificó la existencia de un itinerario de consumo en el que el tabaco, el cannabis y el alcohol constituían la antesala al inicio de consumo de otro tipo de sustancias. Las adicciones en adolescentes constituyen a día de hoy un problema de salud pública muy importante, por ello se detectó la imperante necesidad de intervención en el contexto educativo y, a partir de 1999, se crearon programas de Prevención Universal, Selectiva e Indicada dando respuesta a esta demanda social.

Proyecto Hombre entiende que las actuaciones preventivas deben realizarse bajo las políticas de intervención educativa, social, sanitaria, etc., considerando la prevención en su sentido más amplio y desde una perspectiva comunitaria. Cuanto mayor sea la participación e implicación comunitaria, más fácil será conseguir los objetivos preventivos.

Por esta razón el programa “Juego de llaves” es un programa que incluye tanto el ámbito escolar, como el familiar. La familia constituye un núcleo básico en el que crece y se desarrolla el individuo y, además, juega un papel formador y socializador de gran importancia. El profesorado es otra figura de gran relevancia, es fundamental dotarle de herramientas, capacidades y habilidades que fomenten el autocontrol en los adolescentes para evitar, frenar o retrasar el inicio de consumo de drogas y/o conductas disruptivas (fracaso escolar, actos vandálicos, absentismo escolar…).

Juego de llaves pretende establecer una alianza entre el profesorado y los padres que posibilite una nueva mirada hacia la educación de los y las menores, fomentando en la adolescencia estilos de vida saludables y evitando el desarrollo de conductas de riesgo mediante la mejora de competencias personales y aumentado los recursos en el alumnado.