Ricardo tiene 42 años. Es originario de la zona de Tudanca, aunque desde hace varios años vive en Santander. Ahora lo hace solo, de forma autónoma y organizada. Habitualmente visita el pueblo, donde su familia tiene una finca en la que ayuda en el mantenimiento de vez en cuando. Hace algunos años le fue diagnosticado un problema de salud mental. Ahora, tras años de rehabilitación y apoyo es una persona nueva, motivada y feliz.

Buena parte del proceso se desarrolló en el CRPS (Centro de Rehabilitación Psicosocial) de ASCASAM, donde recibió apoyo durante varios años. Pero uno de los principales objetivos de Ricardo era reintegrarse en el mundo laboral, por lo que desde el centro ocupacional de esta asociación le recomendaron integrarse en el programa Inicia.

Programa Inicia

Inicia está destinado a prestar orientación y apoyo a la inserción sociolaboral de personas con problemas de salud mental. A través de un programa puesto en marcha con la colaboración del Gobierno de Cantabria, cuenta para su desarrollo con un convenio con el ICASS. De su ejecución se encargan desde 1998 tres entidades con dilatada experiencia: ASCASAM, Centro Hospitalario Padre Menni y Amica. Entre sus servicios cuenta con Rehabilitación y Orientación Laboral, apoyo psicológico con seguimiento en todo el proceso y apoyo a las familias.

La andadura de Ricardo en Inicia comenzó con la realización de talleres de rehabilitación laboral, como el de oficina, el de oficios o el de marketing y diseño gráfico. Con las actividades que se desarrollan en ellos, se persigue la adquisición de hábitos relacionados con el mundo laboral: puntualidad, constancia o resistencia son solo algunos de ellos. “Tenía olvidado el tema del trabajo. Antes de comenzar con mi proceso, había trabajado durante unos seis años. Tenía la idea y el deseo de volver a trabajar, pero resultó ser más complicado de lo que parecía”, asegura nuestro protagonista.

Tras completar los talleres, comenzó con la formación laboral en paisajística, apoyada e impartida por Amica: “Fue un comienzo nuevo, nuevo grupo, todo nuevo, pero la diferencia es que el objetivo, el puesto de trabajo, estaba más cerca. Trabajé y entrené actividades y habilidades relacionadas con el puesto de trabajo: ritmo, velocidad, presión de los tiempos, calidad de la tarea desempeñada, etc.”.

Empleo

Este proceso de formación laboral duró poco más doce meses. Entonces, a principios de este año, llegó el momento de incorporarse a la actividad laboral.

Durante seis meses, Ricardo ha trabajado en el proyecto LIFE Stop Cortaderia de la Unión Europea, coordinado por Amica y cuyo cofinanciador principal es la Consejería de Desarrollo Rural, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria. En este proyecto, finalizado hace tan solo unos días, Ricardo ha trabajado en el medio natural contra el plumero de la Pampa, especie invasora con una elevada presencia en Cantabria. Ahora, Ricardo está dentro de la bolsa de empleo a la espera de nuevas oportunidades, que confía en que lleguen más pronto que tarde.

Estos seis meses han supuesto cumplir uno de sus grandes deseos: retomar su actividad laboral. “Me vuelvo a sentir útil, en un mismo plano con los demás. Me han dado una nueva oportunidad y quiero aprovecharla porque ahora disfruto de cosas que llegué a ver como inalcanzables. Veo la vida de otra manera”, afirma, puntualizando, además, que “tenía dudas sobre si sería capaz de volver a trabajar y me he demostrado que sí lo era. Inicia ha supuesto para mí una herramienta de reintegración social y laboral y de aprendizaje para gestionar de nuevo mi vida de la manera correcta”.

Participación social

Actualmente, participa de forma activa en el Comité Pro Salud Mental de ASCASAM, en cuya representación suele poner voz a las personas con problemas de salud mental en actos y en celebraciones de días concretos. “Me ayuda a mantenerme activo, tenemos reuniones periódicas y asistimos a muchos actos que tenemos que preparar con antelación”, concluye.

Hoy celebramos el Día Mundial de la Salud Mental, en el que todos debemos concienciarnos de la necesidad de visibilizar este tipo de problemas, y de poner freno a la estigmatización, que hace que muchas de las personas que los sufren se vean abocadas al aislamiento. Sin duda, la empatía, concepto tan manido, pero tan importante, puede suponer un antes y un después y, junto a proyectos como Inicia y las entidades que los promueven, pueden reconvertir a personas como Ricardo en personas nuevas, alejadas de la tristeza y cargadas, de nuevo, de emoción por la vida.