Con la asistencia de más de un centenar de profesionales del sector agroalimentario y hostelero se ha clausurado el primer ciclo de encuentros entre productores y restauradores de la comarca Saja-Nansa ‘Viandas y Pucheros’, una iniciativa del Grupo de Acción Local Saja-Nansa que desde hace un año lleva estrechando lazos entre el sector agroalimentario y hostelero para poner en valor la enogastronomía de la comarca, con la ayuda de los fondos europeos Leader que gestiona la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente a través del GAL Saja-Nansa.

Este primer ciclo de jornadas de ‘Viandas y Pucheros’ se ha articulado en torno a una mesa de debate para abordar el reto de la puesta en valor de la producción local, de manos de María Vargas, directora técnica de la bodega Marqués de Murrieta y Pazo de Barrantes; Jorge Mariscal, impulsor de la red de granjas sostenibles ‘De Granja en Granja’ y de ‘Come Cantabria Local’; José María Alonso, presidente de la Red Española de Queserías de Campo y Artesanas, y Jean Luc Kress, experto en exportación de genética de ganadería Limusín de alta gama para la empresa Genetic pro Limoges.

También se ha abordada el importante papel que juega la oferta culinaria de los restaurantes a la hora de convertir materias primas de excelente calidad en sabores que identifican a un territorio por medio de una mesa redonda, en la que han participado Esther Olaizola, de Bodegas Miradoiro; Oscar Tejedor, de Miel Apícola Tejedor; Benito Sánchez, de Corbatas Royal, y Fernando Vega, del restaurante La Hermida.

El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, ha defendido el binomio gastronomía-sector primario porque con su capacidad para fusionar los factores naturales y humanos y generar unos productos con unas cualidades únicas para obtener unos platos tan singulares contribuye de manera decidida a aportar un gran valor añadido al medio rural de Cantabria.“El trabajo de nuestros ganaderos, pescadores y agricultores, con su buen hacer, combinado con la diversidad geográfica de nuestra región, hacen que tengamos unas materias primas de gran calidad, lo que, sin duda, es la base sobre la que se fundamenta una gastronomía reconocida”, ha subrayado Blanco, quien ha insistido en la necesidad de apostar por los productos “de kilómetro 0” y en el impulso de rutas gastronómicas con los productores de la región como auténticos protagonistas en los restaurantes de la Comunidad Autónoma.

Durante su intervención, Blanco ha puesto en valor la excelencia de las producciones agroalimentarias porque, en su opinión, “es lo que ha motivado que nuestros productores, como consecuencia del dinamismo que tienen, nos ofrecen cada vez más unos productos excelentes y nosotros, como consumidores, nos hemos adaptado a lo bueno y, con ello, también, nos hemos ido haciendo cada vez más exigentes”.

Prueba de ello, ha dicho, son los cada vez más numerosos reconocimientos y premios internacionales de los productos de Cantabria, lo que convertido a la región en un referente en calidad y puesta en valor agroalimentaria y pesquera gracias, ha insistido, “al trabajo de cientos de pequeños productores, en su mayoría, familiares, hacen de su entrega y dedicación”.

El consejero abogado por aprovechar las “grandes” ventajas que tiene Cantabria, tales como un sistema de producción basado en la calidad de sus elaboraciones, riguroso con la trazabilidad, una producción cercana, respetuosa con el medio ambiente y adaptada a un consumidor cada vez más exigente e informado con lo que come”.

También ha puesto en valor las marcas de calidad diferencia con las que cuenta Cantabria para posicionarse cada vez más alto en el mercado nacional e internacional, con 8 sellos de calidad: cuatro Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas y la Producción Ecológica, a las que añadir la solicitud para la IGP Patata de Valderredible, recientemente presentada.

También ha tenido palabras de reconocimiento para la estrategia Leader en el medio rural de Cantabria y el papel que desempeñan los Grupos de Acción Local a la hora de desarrollar políticas transversales y con un enfoque territorial que tiene en cuenta la realidad de las zonas rurales y las necesidades de sus habitantes.

En el caso del GAL Saja-Nansa, Blanco ha destacado su capacidad para dinamizar una comarca, la de Saja-Nansa, con una potente cultura gastronómica en cada uno de sus 18 municipios y que, “con mucho arraigo y tradición”, ha conseguido establecerse y consolidarse gracias tanto a los productores del sector agroalimentario como al trabajo de los numerosos establecimientos hosteleros de la comarca.

En la clausura también han participado el presidente del GAL Saja-Nansa, Secundino Caso, y el alcalde de Val de San Vicente, Roberto Escobedo, quienes han coincidido en destacar la importancia de esta iniciativa para que la comarca Saja-Nansa esté cada vez más presente en nuestras mesas y que se asocie a la idea de calidad, de comer lo mejor de la mar y lo mejor de la montaña”.