‘Santander, Punto de Encuentro Patrimonial’ recorre la historia de los barrios entre Cazoña y Nueva Montaña

La tercera fase del proyecto desarrollado por Tanea Arqueología y financiado por la Concejalía de Cultura concluye con la elaboración de una guía que recoge el patrimonio material e inmaterial de la frontera suroeste de la ciudad
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El proyecto ‘Santander, Punto de Encuentro Patrimonial’ ha finalizado su tercera fase con la elaboración de una guía en formato digital titulada ‘En los márgenes: otros patrimonios en los límites entre la ciudad y el campo’, que recoge el legado cultural material e inmaterial de la periferia de la capital de Cantabria por su frontera suroeste. El proyecto ha sido desarrollado por la empresa cántabra Tanea Arqueología y financiado por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Santander.

Tras glosar en ediciones anteriores los bienes culturales destacados de núcleos de población como Cueto, Monte, San Román y Peñacastillo, la tercera edición de este proyecto de documentación y difusión del patrimonio se centra en una zona urbana densamente poblada que, no hace tanto, era eminentemente rural y que pisa diferentes barrios de la periferia de Santander, como Peñacastillo, Cazoña, Nueva Montaña, Adarzo y el entorno del Hospital de Valdecilla.

Con el objetivo de rescatar del olvido y poner en valor el patrimonio más allá de sus valores arquitectónicos, decorativos o artísticos, este itinerario cultural sigue los pasos de la historia del municipio desde el siglo XVI, con la visita al Palacio de Pronillo, hasta los siglos XIX y XX, con paradas en el cementerio protestante de Cazoña, las instalaciones de la Traída de Aguas, los pabellones del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y los talleres de FEVE.

Una guía con 20 hitos patrimoniales

La guía identifica una veintena de lugares con historia en los barrios que circundan el sector suroeste de Santander, una zona de gran implantación industrial desde el siglo XIX y comienzos del siglo XX.

El hito más antiguo es la ferrería seca de Pronillo, un yacimiento formado por un escorial en las inmediaciones del Palacio de Pronillo, que fue reconocido por la historiadora María del Carmen González Echegaray en 1973. No hay datos acerca de su estado de conservación actual, aunque cuenta con una propuesta de entorno de protección.

En el entorno de la ferrería seca se encuentra el edificio civil más antiguo que se conserva en Santander: el Palacio de los Riva-Herrera. El lugar donde se construyó este palacio renacentista tiene su origen en una torre bajomedieval de tres pisos que fue remodelada con parapetos cilíndricos y a la que se añadieron escudos heráldicos. La torre perdió su función militar pasados los conflictos de banderizos y fue remodelada según el estilo renacentista, que se aplicó también en otras zonas del conjunto arquitectónico. El Palacio fue construido a mediados del siglo XVI por Fernando de la Riva-Herrera, perteneciente a una estirpe de marinos cántabros que participaron en la colonización americana. Durante la Guerra de Independencia fue ocupado por los franceses y fue bastión de las fortificaciones de Santander durante las guerras carlistas del siglo XIX. Permaneció abandonado y arruinado durante décadas hasta su reconstrucción en el año 2010 y actualmente alberga la sede de la Fundación Santander Creativa.

Los hitos se suceden a medida que la ruta avanza por los barrios de los márgenes entre el campo y la ciudad: la Traída de Aguas, también en Pronillo, con su aljibe de 16.000 metros cúbicos todavía en uso; la Puerta de Alcalá y el cementerio de los ingleses, en Cazoña; los pabellones de estilo montañés de la Casa de Salud de Valdecilla, inaugurada en 1929; el depósito de FEVE, en Cajo; el alto horno de Nueva Montaña; el grupo escolar Marqués de Estella, en el barrio del Pedroso, el lavadero del Castro…

Difusión y conservación del patrimonio

‘Santander, Punto de Encuentro Patrimonial’ focaliza sus esfuerzos en la difusión del conocimiento para, partiendo de estos elementos patrimoniales, transmitir una parte fundamental de la historia de la capital cántabra. Asimismo, este trabajo busca que se garantice, desde el ámbito administrativo, la conservación del patrimonio histórico-cultural de la ciudad, además de señalar los bienes amenazados de desaparición e incorporar los elementos del catálogo al futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la ciudad.

El documento, que se puede descargar a través del portal del Ayuntamiento de Santander, www.santander.es, se suma a las dos primeras fases del proyecto, en las que se recogieron, en primer lugar, el patrimonio de Monte y Cueto (con las rutas culturales ‘Mirando al Mar. Cabo Mayor: un emplazamiento estratégico desde la Prehistoria hasta nuestros días’ y ‘Pescadores, Piratas y Soldados. La historia al abrigo de la ensenada de la Maruca’). La segunda fase se concentró en San Román y Peñacastillo Norte, con la elaboración de tres rutas: ‘Peñacastillo, el centinela de Piedra’, ‘Emociones y devociones’ (sobre la Virgen del Mar, Rostrío y Ciriego) y ‘Un paseo por la esencia de San Román de la Llanilla’.

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