Como noticias sobre la visita de Pedro Sánchez hay ya muchos y por la sugerencia de Pablo Moreno, en lugar de leer aquí la habitual crónica con las declaraciones de los políticos, voy a contaros, a grandes rasgos, lo que se ve detrás de un evento de este tipo.

Pese a empezar el acto a las 18:30, por la sana precaución de llegar pronto a los sitios en los que se espera mucha gente, llegué allí a las 17:30. La primera impresión es de sorpresa, la cantidad de gente que estaba haciendo cola para ver a Pedro Sánchez excede, por mucho, a la que te puedes encontrar en cualquier evento político de nivel regional. Bastante sol y calor soportaron los que quisieron ver al presidente, buen esfuerzo al que hay que sumarle el viaje en el caso de los militantes asturianos que decidieron acercarse. A la postre, la sala del Paraninfo de la Universidad de Cantabria y la contigua, que daba acceso a esta, se llenaron por completo, hasta el punto de ocupar alguno de los sitios reservados para prensa. Mucha gente y poco espacio.

Como primera curiosidad, dos personas vestidas de algo similar a un templario, con un mensaje en la espalda de ella en el que se podía leer “la justicia está en huelga”. No tengo idea de qué pretendían, pero el caso es que no les dejaron pasar, para risas del líder del PSOE de Santander, Daniel Fernández, quien apuraba su cigarro al lado mío mientras ambos mirábamos con cara de circunstancias la situación.

Ya en el evento, la entrada de Pedro Sánchez junto a Pedro Casares y Pablo Zuloaga levantó a la masa. Abrió fuego el secretario general del Partido Socialista de Cantabria, que se esmeró en recordar su gestión como vicepresidente, para después pasar a criticar al nuevo ejecutivo de Buruaga y al futurible de Feijoo. Ahí conectó con la gente, cuanto más dura la crítica, mayor era el aplauso.

Turno ahora para Noelia Cobo, número dos al Congreso, quién incidió especialmente en la diferencia entre los bloques de izquierda y derecha, prestando especial atención a la diferencia entre utilizar “violencia de género” o “violencia doméstica” y todo lo que eso conlleva. El turno de teloneros lo cerró Pedro Casares, que nos dejó dos grandes momentos: el primero sobre economía, con ese “no puedo decir en público lo que dicen los grandes directivos de las multinacionales sobre un posible gobierno de la derecha” y el segundo con su apelación a los votantes del PRC. Una de ellas, Aurora Díaz, la mujer de Revilla, se dejó ver por el acto.

Destacar que tanto Zuloaga como Casares quisieron reiterar que fueron Zapatero y el PSOE quienes acabaron con la banda terrorista ETA. Es uno de los grandes temas de la campaña y parece que nos va a acompañar hasta el 23 de julio.

Por fin el plato fuerte. El presidente del Gobierno y candidato socialista, Pedro Sánchez, toma la palabra. Criticas a los pactos PP – VOX incidiendo en los perfiles de las personas que han puesto a presidir las cámaras regionales, reivindicación de sus pactos, compromisos para la próxima legislatura y un nuevo argumento: “No se puede decir que el Partido Socialista, el último que queda en pie de cuando se hizo la Carta Magna, no sea constitucionalista y, en cambio, que VOX sí es constitucionalista”, bastante bien tirado.

Cierre con la gente de pie aplaudiendo, aunque sin el clásico “presidente, presidente” coreado. Quizás por asunción de la realidad o quizás por una mera falta de arranque, pero un tanto anticlimático.

Una vez acabado el evento, junto a Ana Lavín y Óscar Juárez, compañeros de Relinchu Comunicación, tocaba valoración del mismo en el bar más cercano. Acompañados, eso sí, por Fran Cano, Janira Martínez, Celia y Carla de Socialistas de Cantabria.

Por ir concluyendo, varias reflexiones sobre esto: soy el tío de derechas oficial cada vez que me siento en una mesa así, pero estoy más a gusto en su estilo que en el corporativismo y el “no” de los que deberían ser los míos. Es imprescindible estos momentos y a veces aportan más que el acto en cuestión. Y, por último, Francisco, de política podremos discutir mucho, pero no puedes debatir que Morante es el mejor torero desde hace ya bastante tiempo, aunque vote a VOX.