Más de 1.000 personas marchan en Santander para exigir el alto el fuego en Gaza
La Delegación del Gobierno en Cantabria ha calculado que 1.200 personas han estado en la manifestación que ha tenido lugar por las calles de Santander. La movilización partía a las 12 del mediodía desde la Plaza de Numancia hasta la Plaza del Ayuntamiento.
Esa es la respuesta social que ha acontecido en el día, cuando ya han pasado más de 100 días de bombardeos sobre la Franja de Gaza en general, y con la ONU y numerosas organizaciones no gubernamentales expresando su preocupación por las muertes que se producen a causa de los bombardeos y la crisis humanitaria como consecuencias de ellos.
No es la primera movilización que se produce en estos más de tres meses, pero sí la más multitudinaria. Ya ha habido otras ocasiones en que se han hecho convocatorias para que fueran muy numerosas las ciudades donde se celebraran, en una misma fecha, manifestaciones de rechazo a los actos cometidos por Israel. De hecho, Santander no ha sido el único municipio de Cantabria donde se ha pedido el alto el fuego. La Plaza del Ayuntamiento de Castro Urdiales también ha acogido una concentración de ciudadanos que piden el cese de las hostilidades de inmediato.
En Santander, al final del acto, se ha podido escuchar a Dos Gardenies, un dúo de mujeres italianas afincadas en Cantabria que han aprovechado la manifestación para interpretar el ‘Bella ciao’, la conocida canción italiana que fue todo un símbolo de la lucha antifascista en el país transalpino durante la Segunda Guerra Mundial.
La Red Solidaria Contra la Ocupación Palestina es quien ha convocado estas manifestaciones. Está compuesta por decenas de organizaciones de todo el Estado. Este es el manifiesto que han publicado para este 20 de enero:
Israel lleva bombardeando de manera intencionada y sistemática la Franja de Gaza desde el pasado 7 de octubre, sometida a un bloqueo asfixiante e ilegal desde hace más de 16 años. La crueldad de estos últimos ataques no tiene precedentes, con más de 30.000 personas asesinadas de las cuales más de 10.000 son niños y niñas. Numerosos juristas y expertos de Naciones Unidas están denunciando que lo está pasando en Gaza podría ser un crimen de genocidio.
El pasado 29 de diciembre, Sudáfrica -referente por su lucha contra el apartheid- presentó una denuncia por genocidio contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia, el máximo órgano judicial de Naciones Unidas. Ahora mismo Gaza es un lugar arrasado por los bombardeos, con más de 8.000 personas desaparecidas que podrían estar bajo los escombros, con 2 millones de personas desplazadas de sus hogares, sin acceso a atención sanitaria y con un 93% de la población que se enfrenta a niveles críticos de hambre.
Asimismo, en Cisjordania y Jerusalén se está acelerando el proceso de limpieza étnica, con campañas de detenciones masivas, ofensivas en diferentes poblaciones, asesinatos y agresiones con el objetivo de expulsar a la población nativa de su tierra, no sólo por parte del ejército israelí, sino también por colonos, que residen de forma ilegal en Cisjordania, abiertamente armados por el gobierno israelí. 2023 ya se consideraba el año más sangriento, con más de 180 personas asesinadas sólo en Cisjordania antes del 7 de octubre. En la actualidad, más de 30.000 personas han sido asesinadas desde entonces por Israel. Recordemos que estos ataques se dan en un contexto más amplio constitutivo de un crimen de apartheid contra el pueblo palestino, tal como han denunciado -desde hace años- organizaciones palestinas y Amnistía Internacional o Human Rights Watch.
A pesar de sus declaraciones, el gobierno del Estado español aún no ha dado una respuesta contundente ante tal catástrofe humanitaria y de derecho, incumpliendo sus obligaciones en el derecho internacional y las propias leyes estatales. Esta barbarie no se detiene con buenas palabras, sino con acciones concretas. La impunidad del estado de Israel solo se entiende con la complicidad y la inacción de nuestras instituciones, así como la falta de consecuencias y sanciones por una ocupación de más de 75 años y por el genocidio televisado que está llevando a cabo en la actualidad.
En línea con la campaña global BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones), una de las medidas más concretas para acabar con esa complicidad, y una de las demandas históricas del pueblo palestino, es ponerle fin al comercio de armas con Israel. Acabar tanto con la venta como con la compra de armas y de tecnología militar y de seguridad.
España compra muchas más armas a Israel de las que vende. Solo en los últimos meses el Estado español ha comprado a Israel lanzacohetes, misiles y otro material militar por valor 865 millones de euros. Por eso, y en respuesta a la llamada palestina de ponerle freno, más de 375 organizaciones de todo el Estado español han lanzado una petición para exigir al gobierno que le ponga fin al comercio de armas con Israel.
Comprarle armas o tecnología de seguridad a Israel es comprar productos que están construidos sobre flagrantes vulneraciones de derechos, es comprar injusticia, discriminación y represión y deberíamos rechazar su compra simplemente por imperativo moral, porque atenta contra la raíz misma de nuestro sistema democrático y de derecho.
Por eso, el próximo 20 de enero salimos nuevamente a las calles para exigir al Gobierno y a los partidos que lo sustentan, que presionen y tomen medidas inmediatas y proactivas en la defensa y la protección de los derechos humanos en Palestina si no quieren convertirse en cómplices necesarios del capítulo más doloroso de nuestra historia más reciente.
Desde la RESCOP exigimos al gobierno del Estado español que:
1) Lidere un alto el fuego inmediato y permanente
2) Ponga fin a la compraventa de armas y de tecnología militar y de seguridad con Israel
3) Apoye la demanda presentada por Sudáfrica en el Tribunal Internacional de Justicia contra Israel por genocidio
4) Recupere la jurisdicción universal e incremente el apoyo del Estado español a la Corte Penal Internacional
5) Rompa relaciones diplomáticas, institucionales, económicas, deportivas y culturales con Israel
6) Ponga fin a la persecución y criminalización de la solidaridad con Palestina y derogue la Ley mordaza.
Desde la RESCOP queremos reconocer la resistencia del pueblo palestino frente a la ocupación, la limpieza étnica, el apartheid y la colonización e instamos a la sociedad civil y exigimos a las instituciones impulsar la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS), la coalición con mayor respaldo de la sociedad palestina, que busca rechazar la normalización de las políticas de apartheid israelíes y ejercer presión para hacer insostenible un régimen de ocupación ilegal, colonialismo y apartheid.