«Crear gloria con el llanto», el reto del movimiento memorialista ante el 14 de abril
El 14 de Abril es el día en que se recuerda la proclamación, hace 93 años, de la II República, un legado que este mismo domingo seguían manteniendo vivo distintas acciones, como el homenaje en el cementerio de Ciriego, o la manifestación por las calles de Santander, a la que asistieron medio millar de personas.
En el manifiesto, la asociación Héroes de la República y la Libertad en Cantabria ensalzaba a los “muertos y muertas por la libertad”, así como “a todos los defensores de aquel marco político y legal y a todas las que resistieron, en las peores circunstancias, la represión franquista”.
Desde el propio cementerio se referían al “dolor y los gritos de horror e impotencia” de los fusilados en las mismas tapias de este cementerio de Ciriego tras el golpe de Estado fascistas contra la República y la “larga noche de piedra” que, según Celso Emilio Ferreiro, fue la dictadura franquista.
“Vuestro sacrificio no fue inútil, porque allí donde haya mujeres y hombres en sociedad, luchar por una vida mejor, de más libertad, de progresiva igualdad, será siempre un móvil noble y no una mera quimera”, apelaban desde este colectivo.
UNA AGENDA MEMORIALISTA PARA UN FUTURO DEMOCRÁTICO
Mirando al panorama político actual, urgían a aplicar las leyes de Memoria Democrática tanto estatal como cántabra, frente a los “engendros” de las “leyes de concordia” de PP y Vox que equiparan a fascistas y demócratas, incluyendo el anuncio de la derogación de la ley cántabra.
En la misma línea, celebraban que se haya puesto en marcha la Plataforma Democracia y Libertad de Cantabria, compuesta por todas las asociaciones memorialistas de la comunidad y a la que se han adherido 65 de colectivos y 800 firmas individuales, y desde la que se han realizado distintos recorridos didácticos memorialistas y una multitudinaria manifestación.
Así, apuntan a distintos retos de futuro en la agenda: la creación de un banco de ADN para facilitar el reconocimiento de las víctimas de la represión y de los robos de bebés; la puesta en marcha de la Fiscalía de sala especializada en luchar contra la impunidad del franquismo; la prohibición de simbología fascista-franquista en lugares públicos; la introducción de la memoria democrática en los currículos escolares, así como en la consolidación del Consejo de Memoria Democrática con la participación de las asociaciones memorialistas y del Centro de Memoria Democrática.
En el plano cántabro, su agenda, en coordinación con la Plataforma, apuesta por la eliminación de las referencias al golpismo en el nomenclátor de las calles de Cantabria o la exhumación de Tomás Soto Vidal del panteón de la ermita de Virgen del Mar (párroco del cementerio de Ciriego responsable de hacer desaparecer los nombres de los fusilados republicanos del registro del cementerio, además de la conmemoración de las víctimas de los bombardeos fascistas (no sólo los del Barrio Obrero, sino de otros como La Unión).
También se referían al nombramiento de la cántabra Zoraida Hinojosa como directora general de Atención a las Víctimas y Promoción de la Memoria Democrática en el Gobierno central, a la que piden que “haga frente contundentemente a la sinrazón de la derecha neofranquista”.
“CREAR GLORIA CON EL LLANTO”
Por su parte, desde la Plataforma Memoria y Democracia de Cantabria ensalzaban como aquel 14 de abril “todo mudó para que enmudeciera la injusticia”, de modo que “por un tiempo, esta tierra de conquistadores, rentistas, seminaristas, poseedores de títulos nobiliarios, reyezuelos, meapilas y traficantes de pesadillas se llenó de luz y de palabra, de escuelas y de mujeres libres, de teatro y de salud pública, de ateneos y de fiestas sin palco de honor, de niños y niñas sonrientes, de semillas de un mundo nuevo”.
“Desde la Plataforma Memoria y Democracia de Cantabria queremos crear hoy gloria con el llanto por las personas a las que se arrebató la vida mientras construían lo imposible”, señalaban, reivindicando su creación como “el enésimo esfuerzo digno de estos pueblos por resistir la embestida de los aniquiladores de la vida, de los extinguidores de la poesía, de los inmoladores de la democracia, de esta democracia tan terriblemente imperfecta pero tan necesaria para seguir construyendo mundos nuevos”.
Todo con un recuerdo a otras situaciones actuales, en las que “los poderes más perversos tratan de aniquilar Palestina, cuando nos llaman a invertir en armamento hablando de paz, o cuando la política se gestiona desde la violencia escénica y mediática y la ausencia de pueblo”, Frente a todo esto, la Plataforma grita un fuerte “No quiero” para “frenar en seco los intentos de los sangrientos ganadores de la guerra de volvernos a silenciar sin armas pero sin tregua”.