El Frente de Estudiantes pide a la Universidad de Cantabria que rompa sus relaciones académicas con las universidades israelíes, así como con empresas que colaboren y comercien con este Estado, como muestra de repulsa al exterminio al que está siendo sometida la población civil palestina, víctima de bombardeos que se ciernen sobre hospitales, colegios, ONGs, bloqueo de ayuda humanitaria básica o el hostigamiento a los lugares donde ya estaban confinados miles de palestinos que habían huido de Gaza a Rafah, también atacada.

El Frente impulsa, con el apoyo de colectivos como los antimilitaristas de Cebra o Interpueblos –organización internacionalista que está convocando las concentraciones y manifestaciones en Cantabria- una acampada universitaria de apoyo al pueblo palestino, en la línea de las que se vienen celebrando en campus de todo el mundo.

La de Cantabria comenzará este jueves, en la explanada frente al Inter (el Edificio Interfacultativo, en el campus de Los Castros), y estará acompañada de distintas actividades de sensibilización y reivindicación.

Además, cuenta con el aliento y apoyo de personas o entidades que han participado en otras acciones de apoyo al pueblo palestino que se vienen organizando, de pueblo a pueblo, en Cantabria, como el encierro en la parroquia de San Pio X, en El Alta, desde feministas a pensionistas, entre otros.

En las últimas horas, han  manifestado su apoyo o participación en el encierro organizaciones como Comisiones Obreras, que ha reafirmado su apoyo histórico al pueblo palestino, a su movimiento sindical y a su clase trabajadora y, con ello, a todas las expresiones de solidaridad y presión. Por ello, ha animado al conjunto de la comunidad universitaria y estudiantil a sumarse y solidarizarse con esta convocatoria.

O Juventudes Socialistas de Cantabria,  cuyo secretario general,  Francisco Cano, expresaba el rechazo al «genocidio» y la «masacre indiscriminada»,  , urgiendo a un cese inmediato del fuego o la apertura de corredores humanitarios, y confiando en que desde el Gobierno central y otros países se piense en el 21 de mayo como fecha para el reconocimiento de Palestina como Estado.

Desde Podemos Cantabria elogiaban «a los y las jóvenes universitarias que están dando una lección de empatía y responsabilidad a la sociedad, pero sobre todo a aquellos dirigentes políticos que se ponen de perfil frente a esta masacre, cuando no la apoyan directamente, tanto en Cantabria como en el resto del Estado». 

LA ACAMPADA

La cita arranca el jueves a las 11.00 horas con el testimonio del médico palestino Najaty Suliman, quien ya contó su experiencia personal en el encierro en San Pío X o en una charla en el Colegio de Médicos de Cantabria.

Después, a las 12.00 horas habrá un recital de poesía, y a las 14.00 horas, comida popular. A las 16.00 habrá una sentada frente al rectorado, a las 17.00 un taller de pancartas y a las 19.00 horas una charla contra el militarismo en la UC (desde Cebra vienen denunciando el curso de la universidad de ‘Experto en guerra electrónica’.

A las 21.00 horas habrá una cena popular y a las 23.00 horas será ya la acampada.

MANIFESTACIÓN EL DOMINGO

Por otra parte, este domingo 19 hay convocada una manifestación contra el genocidio y pidiendo el fin del comercio de armas y las relaciones con Israel.

La acción se enmarca en una acción global de carácter europeo y la organizan el Comité de Solidaridad con los Pueblos-Interpueblos, junto a la Red de Asociaciones contra la Ocupación Palestina (RESCOP), que en España contará con más de 80 convocatorias en otras tantas localidades.

La marcha comenzará a las 12.00 horas desde Puertochico, para llegar hasta la Delegación de Gobierno en Cantabria, y sirve también para recordar la Nakba (desastre, en árabe), como se llama en Palestina  a la expulsión forzada que sufrieron en la guerra árabe-israelí de 1948, cuyo aniversario se produce este mes de mayo y que a quienes muestran su solidaridad con el pueblo les remite al éxodo masivo que se produce estos días, con escenas como la huida de Rafah, donde estaban confinados ya miles de refugiados que venían huyendo de los bombardeos de Gaza que han afectado a hospitales, colegios, ONGs y población civil, además del bloqueo a la ayuda humanitaria más básica, que ha llevado a una situación de hambruna.