¿Desde cuándo?

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Hace ya bastante años que la estupidez nos ha invadido.
Mejor dicho, nos ha colonizado.
Porque a la invasión, como a las plagas, se la puede fumigar.

Pero una colonización es algo más profundo. Busca establecerse, crear ecosistema, nuevos hábitos y, en definitiva, modificar la forma de ver los acontecimientos y de pensar.

Hace ya tiempo que nos dirigen a golpe de eslogan.
Sin argumentos.
Se endiosa a quien es capaz de juntar cuatro palabras y formar una frase ingeniosa, como si acabase de escribir un soneto de Quevedo. Me refiero al dramaturgo del siglo de oro, no al maltrataoídos.

Evidentemente, lo que digo va dirigido a describir a los políticos.
Y también a una nueva especie invasora que está colonizando una profesión honorable, que en mucho tiempo supuso un dique de contención contra la injusticia y el fascismo, que la llevó a ser calificada como ‘el cuarto poder’.

Hace ya mucho tiempo que nos cuentan la vida que vivimos, y no la reconocemos.
Y claro, resulta que tenemos que respetar todas las ideas.
¿Desde cuándo?
¿Quién ha dicho ésa memez?

Será respetable y defendible el derecho a expresión de cualquier opinión.
Pero la opinión será respetable o condenable.

Los israelíes opinan que Palestina es suya, y pueden hacer lo que quieran, cuando quieran.

Los maltratadores opinan que las mujeres son de su propiedad y están sujetas a su voluntad y deben ser castigadas si no cumplen. Ya sean cristianos o musulmanes.

Los caseros piensan que con su propiedad, aunque sean varias, pueden hacer lo que quieran, dedicar las viviendas al uso turístico y vacacional, cobrar el precio que les parezca y con todas las garantías jurídicas del estado.
Un estado que, créanme, creen debe estar a su servicio.

Lo sé. Me lo han dicho.

Y los políticos.
Ay, los políticos!!!
¿Cómo escribes algo sobre ellos sin caer en la tentación del improperio?

La fauna ibérica de esta especie que nos parasita es amplia y pintoresca.
Tan amplia como la estupidez de quien les vota.
Y, como aquí tenemos a mano especímenes de muestra… pasemos a comentar las jugadas de los inoperantes.

– Los maestros llevan años sin la correspondiente adecuación de su salario.
Los parásitos, en lugar de solucionar el problema, recurren a la amenaza, la sanción disciplinaria y a la sobrecarga burocrática del docente.

– Las ambulancias trabajan a trisca y sin parar. Cada vez con menos medios, es cierto, pero a tutiplén.
Claro, que hay un pequeño detalle: los empleados no cobran.
Y los parásitos, a quienes les llueve sobre mojado, no solucionan el asunto.
Siendo que quien paga es el Servicio Cántabro de Salud.
Al consejero habría que verlo subiendo a un paciente a un quinto piso sin ascensor, a las nueve de la noche, y no cobrar a final de mes.

– El problema de la vivienda es acuciante. Le afecta a todo el mundo.
Y aquí, en este tema, tenemos mandanga de la buena.
Por partida doble.
Y es así porque la cabra tira al monte.

La gran preocupación del gobierno del PP es la ocupación.
Así. Con un par.

Una ocupación que se reduce a 19 casos.
Con una tendencia a la baja, pese a las dificultades de acceso a una vivienda.
Pese a la especulación usurera.

Sin embargo los desahucios crecen a razón de tres por semana.
El año pasado 257.
Sólo el año pasado. En total, los sufridos en los últimos diez años son miles.

Entonces, ¿dónde está el problema?
En los 19, o en los miles ?

Pues para el parásito MEDIA, a quien no debe llegarle la sangre al cerebro, está en los 19.
Porque son sus palabras: «la ley de vivienda estará lista para luchar contra la okupación».

Y por otro lado, en el Ayuntamiento, ante el problema de vivienda que sufre Santander, se les ha ocurrido poner un buzón para recabar denuncias sobre pisos que se cree están ocupados.

En palabras de la decana de periodistas de Cantabria, Olga Agüero: «Enfocan el problema de la vivienda en proteger los intereses de quienes tienen más de una, no los de aquellos que no tienen ni pueden acceder a ninguna».
Y lo peor es que saben que no es la solución.
Lo peor es que no quieren solucionarlo.
Porque es su esencia. Su ADN.
Como he dicho, tiran al monte.

Hoy solicitan que se denuncie a un okupa. Mañana a un extranjero. Pasado a un comunista. Y así, en un pis pas, nos han colonizado.
Han cambiado el ecosistema, y volvemos a las tinieblas de un fascismo que asoma la patita.

Porque la Emergencia habitacional requiere un PROTOCOLO de actuación concreto que evite dramas que acaban en muerte.

Y porque la necesaria ley de vivienda debe proteger y consagrar el DERECHO SUBJETIVO de los cántabros al acceso a una vivienda digna y asequible.

Esas, y no otras, son las prioridades.
Por más que parásitos y gacetilleros secuaces, pagados con dinero público, nos cuenten una realidad paralela.

¿Todos en el mismo saco?
Pues no. Tampoco es eso.
Pero, por cada Pepe Mujica, tenemos que padecer a González, Aznar, Ayuso , Buruaga, Media, Igual…

Está un poco descompensado.

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