Solucionados los problemas que han motivado el retraso en la llegada a Cantabria de 68 niños y niñas saharauis del programa Vacaciones en Paz
El Ministerio de Juventud y Deportes de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), a través del Delegado saharaui en Cantabria, ha informado a las asociaciones Cantabria por el Sáhara y Alouda Cantabria que, una vez solucionados los problemas burocráticos para la emisión de los pasaportes colectivos con los que la administración argelina documenta a los menores saharauis, estos llegarán a Cantabria la próxima semana. Así, un primer grupo de 58 menores llegará el jueves 17 de julio al aeropuerto de Loiu (Vizcaya) mientras que el resto llegará al día siguiente al de Pamplona.
El encuentro con las familias de acogida tendrá lugar en Santander (en el caso de Alouda Cantabria) y en Heras, Medio Cudeyo (para Cantabria por el Sáhara).
Desde Alouda Cantabria y Cantabria por el Sáhara se recuerda que estos menores llegan desde una de las zonas más inhóspitas del desierto del Sáhara, donde su pueblo vive en condiciones extremas desde hace casi medio siglo, con temperaturas que en estos primeros días del mes de julio han superado los 52ºC. Esta situación de refugio fue provocada por los Acuerdos Tripartitos de Madrid de 1975, mediante los cuales España abandonó ilegalmente su responsabilidad como potencia administradora del Sáhara Occidental.
Durante su estancia, los niños y niñas saharauis actuarán como embajadores y embajadoras de su pueblo, recordando tanto la vulneración sistemática de derechos humanos como la realidad de ocupación y exilio que padece su comunidad desde 1975. Se trata de una experiencia de acogida, sí, pero también de denuncia: una forma pacífica y directa de mantener presente un conflicto silenciado, al que se ha dado la espalda desde las instituciones internacionales, incluida España, que sigue sin asumir sus responsabilidades históricas y jurídicas como antigua potencia colonial.
Frente a esta postura, las organizaciones saharauis y solidarias en Cantabria, junto a las familias acogedoras, reclaman a todos los representantes políticos —desde el ámbito local hasta el Gobierno central— que apoyen una solución basada en la legalidad internacional y las resoluciones de Naciones Unidas: la celebración de un referéndum de autodeterminación en el que el pueblo saharaui pueda decidir libremente su futuro.