Con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas (30 de julio), la Plataforma Abolicionista del Sistema Prostitucional en Cantabria (PACANT) recuerda que la prostitución y la trata con fines de explotación sexual no son fenómenos separados, sino realidades que se alimentan mutuamente.

Según los últimos datos del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), en 2024 se realizaron en España 419 operaciones policiales
contra redes de trata y explotación, de las cuales 188 tuvieron lugar en espacios vinculados a la prostitución. Como resultado, fueron liberadas 1.794 víctimas, de las que 632 sufrían explotación sexual: 256 en redes organizadas de trata y 376 en entornos de prostitución sin estructuras criminales formalmente identificadas.

Además, las fuerzas policiales llevaron a cabo 1.705 inspecciones en lugares vinculados a la prostitución, donde se identificaron 7.697 personas en situación de riesgo de estar siendo explotadas sexualmente.

Esta cifra respalda lo que apuntan organismos internacionales como Naciones Unidas, que estima que entre el 70 % y el 90 % de las mujeres en prostitución están
en situación de explotación sexual o en riesgo de estarlo.

Esto significa que, aunque en el transcurso de una inspección no siempre pueda constatarse formalmente la existencia de explotación, se tienen fundadas sospechas de que forma parte inherente del sistema prostitucional.

“La sociedad sigue sin ver que prostitución y trata son dos realidades indisociables”, alertan desde la PACANT, y denuncian: “La sociedad rechaza la trata y la explotación sexual, pero sigue creyendo que la prostitución es algo distinto, una elección personal o un ‘trabajo más’. Esto es un mito peligroso que perpetúa la violencia contra mujeres y niñas.”

La Plataforma insiste en que la prostitución no es una relación sexual libre y consentida, sino con frecuencia el destino final de muchas mujeres víctimas de trata, forzadas o empujadas por la pobreza, la desigualdad o la violencia.

“Si de verdad queremos acabar con la trata, tenemos que dejar de mirar hacia otro lado y reconocer que sin demanda de prostitución no existiría este mercado de explotación. Condenar la trata sin cuestionar la prostitución es incoherente”, añaden.

Por ello, PACANT exige —en esta fecha y a lo largo del año— medidas valientes por parte de ayuntamientos, gobiernos autonómicos y del Estado para avanzar hacia un modelo abolicionista que erradique esta forma extrema de violencia contra mujeres y niñas.

Además, como parte de esta campaña de sensibilización, durante la semana del 30 de julio se exhibirán en varias paradas de autobús de Santander carteles en formato MUPI, con el objetivo de interpelar directamente a la ciudadanía sobre su papel frente a esta forma de explotación.