Centenares de personas se manifiestan contra el polígono eólico de Benavieja
Desde que el pasado 14 de julio saliera a consulta pública, de forma sorpresiva, el proyecto eólico de Benavieja, las vecinas y vecinos de los municipios afectados no han descansado. Información, sensibilización y alegaciones se han solapado con la primera convocatoria, que este domingo ha reunido a unas 300 personas en la plaza de Llanos de Penagos para mostrar su oposición al polígono eólico y comenzar una marcha de 14 kilómetros por las montañas y paisajes que serían alterados para siempre en caso de prosperar el proyecto, impulsado por Araste SPV 2021 S. L. U., filial de Repsol Renovables.
“No seremos zona de paso ni patio trasero; no aceptamos que se nos imponga un modelo que beneficia a los de siempre, ni paisaje colonizado por intereses ajenos, mientras se nos condena al abandono y la destrucción. Esta tierra tiene voz, tiene memoria y tiene dignidad”. Así concluía la lectura del manifiesto redactado por el Colectivo Vecinal contra el PE Benavieja y leído por cuatro vecinas del pueblo de diferentes generaciones: Maribel Cabarga, Telvi Cotero, Estrella Rábago y Clara Bárcena —delante de una pancarta que rezaba ‘Cantabria es La Montaña. Defiende La Montaña, tu tierra. Eólicos no’— pusieron voz a las reclamaciones de los cientos de vecinos que, media hora antes, llenaban las mesas para estampar su firma en las alegaciones que deben presentarse antes del 26 de agosto.
Clara Bárcena Berzosa, una de las portavoces del colectivo, dejó claro que el proyecto “está lejos de ser justo con el territorio y las zonas rurales”, llegó “sin avisar, sin información, sin tener en cuenta a las vecinas y vecinos”. A su lado, Carmen González, de los Colectivos Vecinales para la Defensa del Territorio de Cantabria, recordaba que “cuando se conectan los proyectos actuales y futuros, se entiende que el sur y el centro de Cantabria son ‘zonas de sacrificio’, donde la población, el patrimonio y las formas de vida están seriamente amenazadas”.
En el manifiesto que se leyó en Llanos de Penagos se recuerda que “hoy es Benavieja, pero en esta zona ya sabemos que existen varias empresas que han lanzado otros dos proyectos, Astillero I y Astillero II, y un tercero, Briesa, cuyas vías de evacuación afectan a este territorio”. El colectivo alerta en su manifiesto, en las camisetas que llevaban decenas de personas y en los carteles visibles por todo el valle, que “no son molinos, son gigantes”. Por eso insisten: “tratan de engañarnos asegurando que estos gigantes proporcionarán ingresos adicionales a las juntas vecinales y a los ayuntamientos. Sin embargo, la realidad es que el terrible impacto sobre el territorio conlleva efectos graves sobre las actividades económicas de la comarca, como la silvicultura, la agropecuaria, la cinegética, etcétera. El tejido socioeconómico está sustentado por actividades tradicionales ligadas al uso de la tierra y del paisaje. Su desarrollo se vería gravemente amenazado, como ya ha sucedido en otros territorios”.
Además de las actividades tradicionales, los vecinos advierten del daño patrimonial, cultural y económico, lo que involucra al sector turístico, ya que en la zona “confluyen las actividades del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, el mirador de Peña Cabarga, Liérganes, Esles, etcétera. La construcción del PE dañaría de forma grave el atractivo turístico de la comarca, actividades de las que muchas vecinas y vecinos hoy por hoy dependen para su supervivencia”.
La marcha comenzó en Llanos de Penagos sobre las 11:15 h y recorre 14 kilómetros por diversos puntos afectados por el megaproyecto eólico, que pretende levantar 14 aerogeneradores de hasta 200 metros de altura cada uno, así como una línea de alta tensión de 220 kV que atravesaría cinco municipios: Liérganes, Penagos, Santa María de Cayón, Villaescusa y El Astillero. En los últimos días, los alcaldes de todos esos municipios —excepto el de El Astillero— ya se han posicionado en contra del proyecto.