«Cada vez están teniendo más visibilidad las mujeres en los bolos»
Seis jugadoras que van un poco a contracorriente. Sería una forma de hablar de las chicas que compiten cada fin de semana en la Liga regional de bolos femenina.
A contracorriente porque este siempre fue un deporte de hombres, aunque «cada vez están teniendo más visibilidad las mujeres en los bolos», dice este equipo de Riotuerto, la Peña Bolística Covadal. Y a contracorriente porque los tiempos no parecen favorecer que un deporte tradicional como este crezca, sino todo lo contrario.
Ellas mismas son conscientes de que va a menos, que «cada vez cuesta más llenar las boleras» y que, en general, los jóvenes no parecen mostrar interés por este deporte, pero tampoco sus padres cuando son niños, lo que dificulta aún más que haya un alza en el futuro. Sin embargo, las chicas de Covadal ven que sí hay muchas más niñas jugando a hora que antes.
Puede que esta vertiente de los bolos sí pueda tener un futuro un poco más halagüeño, pero todavía tiene una estructura minúscula. En el formato masculino, hay cuatro categorías distintas, y las que no son la División de Honor tiene varios grupos. En máxima categoría femenina, sólo está la división más alta, formada por 13 equipos. El ir abandonando la edad cadete ha lanzado a esta Peña Bolística a ir a por todas con sus jugadoras.
Ninguna de ellas pasa de los 16 años, y hasta una de sus suplentes, Valvanuz, sólo tiene 12. Y ellas mismas reflejan la dificultad del relevo generacional en este deporte con sus propios ejemplos. La que no ha tenido un padre aficionado y jugador, ha tenido un abuelo o alguna hermana o hermano que les ha marcado el camino.
Están terminando su segunda temporada en la competición regional y lo están haciendo de lujo. Aún pueden pelear por el cuarto puesto de la clasificación, aunque todo apunta a que serán quintas. Teniendo en cuenta su edad y su escasa experiencia, es todo un triunfo. Reciben a EL FARADIO en la bolera del Barrio de Arriba tras empatar contra La Cigoña en la antepenúltima jornada, y lo hacen satisfechas por lo que están consiguiendo.
Y deseando disfrutar de un premio que llegará en septiembre. Las siete primeras peñas de la liga se van a Madrid a disputar una competición con una Peña afincada en la capital de España. Cambio de aires y a competir como las mejores.
La otra Valvanuz del equipo es la capitana (de seis que son en total, dos se llaman Valvanuz y otras dos, Daniela, a quienes se suman Anna y Águeda). Reconoce que serlo es «un poco presión», pero se siente muy arropada por sus compañeras y su entrenador. Asume un cierto liderazgo, pero todas están comprometidas en trabajar en equipo para seguir mejorando. Para ellas es una sorpresa que vayan a poder ir a Madrid, pero creen que están jugando muy bien y que es un premio merecido.
Después de una temporada que les sirvió para coger experiencia, ahora ya son plenamente competitivas, son parte de este deporte, pero se siguen fijando mucho en las jugadoras más expertas, pensando en estar algún día tan arriba como ellas.
Siendo tan jóvenes, están aprendiendo rápido a asumir sus responsabilidades. El entrenador, Antonio, no siempre puede estar en los partidos, porque es jugador del equipo masculino y a veces coinciden los horarios. Así que tienen que autogestionarse. Y tampoco suelen entrenar juntas. Quizá más en pretemporada, a principios de año, pero después entrenan de una forma bastante individual, algunas con ayuda y otras sin ella. Y hasta cuesta organizar partidos de preparación, lo que da una pista de que esta es una competición que todavía tiene camino por recorrer.
Eso no significa que los avances no tengan un gran valor. Las chicas de Covadal no dudan de que se está haciendo historia y es algo que se comparte con el resto de los equipos de la liga. Cada vez hay más competiciones de mujeres por fuera de la liga, lo que significa que sigue habiendo un interés y las jugadoras quieren poder disfrutar de esta oportunidad. Y ellas se sienten muy apoyadas por jugadores más mayores, porque Covadal es sinónimo de relevo generacional. Pero es algo que reclaman para la gradas de las boleras, que haya más gente joven que se acerque a ver los bolos, para que esta costumbre deportiva de Cantabria siga totalmente viva.
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