El director de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA, por sus siglas en inglés), Philippe Lazzarini, ha calificado este lunes en Santander la situación en Gaza como “creada y fabricada debido a una voluntad política y militar”, y ha reclamado un alto el fuego inmediato, así como acceso humanitario sin restricciones.

Durante un encuentro con los medios en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Lazzarini ha afirmado que “Gaza es un infierno ahora mismo” y ha advertido de que “la gente está muriendo de hambre, por bombardeos e incluso cuando va a buscar alimentos”.

En este contexto, ha lamentado que más de 360 trabajadores de UNRWA han muerto desde el inicio del conflicto, destacando que muchos de ellos estaban en tareas de ayuda directa a la población civil. “A pesar de la hambruna, no se ha tomado ninguna medida efectiva desde la política internacional para aliviar la situación”, ha denunciado.

Lazzarini ha subrayado que el relato internacional se ve afectado por la negativa de Israel a permitir la entrada de periodistas extranjeros, lo que, según ha expuesto, “impide contrarrestar la narrativa oficial”. Por ello, ha agradecido el trabajo de los periodistas palestinos, muchos de los cuales, ha recordado, “han perdido la vida dando testimonio de lo que sucede sobre el terreno”.

Entre las demandas urgentes planteadas por el responsable de la agencia de la ONU, figura la necesidad de “un alto al fuego y un acceso humanitario sin restricciones para dar asistencia a quienes lo necesiten con urgencia”.

En el mismo acto ha participado Carlos Andradas, rector de la UIMP, quien ha señalado que contar con la presencia de Lazzarini en los cursos “es un auténtico privilegio” y ha mostrado su solidaridad con la población gazatí.

También ha intervenido el ex alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, quien ha elogiado el trabajo del personal de UNRWA, subrayando que se desarrolla “en condiciones muy peligrosas”. “Lo que me duele”, ha añadido, “es la falta de respuesta de las instituciones europeas”.

UNRWA y la crisis en Gaza

UNRWA es el organismo de Naciones Unidas creado en 1949 para asistir a la población refugiada palestina. A día de hoy presta servicios esenciales —educación, salud, alimentación o asistencia humanitaria— a más de 5,9 millones de personas en Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria y Jordania.

Desde el inicio del conflicto actual, la organización ha denunciado las restricciones a la entrada de ayuda, el ataque a instalaciones civiles y el riesgo de colapso total de sus operaciones si no se restablecen las vías de financiación internacional, muchas de ellas congeladas tras acusaciones no probadas sobre vínculos con Hamás.

En este contexto, la propia ONU ha advertido de que la población gazatí está al borde de la hambruna, según informes del Programa Mundial de Alimentos (WFP) y la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). Más del 80% de la población está desplazada internamente y apenas entran convoyes con ayuda debido al bloqueo.

Asimismo, organizaciones como Amnistía Internacional o Human Rights Watch han documentado posibles crímenes de guerra, entre ellos ataques desproporcionados a civiles, uso de la inanición como arma de guerra o denegación deliberada de asistencia médica.

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