Los niños y niñas saharauis del programa ‘Vacaciones en Paz’ que han pasado el verano en Cantabria regresarán esta semana a los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia). El retorno se efectuará en dos turnos, los días 27 y 28 de agosto, ambos con salida desde el aeropuerto de Loiu. En total, han participado 69 menores, de los que 49 han sido acogidos a través de Cantabria por el Sáhara, miembro de la Coordinadora Cántabra de  ONGDs y 20 por Alouda Cantabria.

Las organizaciones han informado de que el viaje de llegada a Cantabria registró retrasos por incidencias en la expedición de pasaportes y en la gestión de los vuelos por parte de Air Algérie. Pese a ello, la estancia ha permitido a las y los menores alejarse temporalmente del desierto, acceder a revisiones médicas y participar en actividades reivindicativas, educativas, culturales y de ocio junto a las familias de acogida.

Entre los participantes ha viajado un grupo de catorce niñas y niños con discapacidad, cuya estancia en Cantabria se ha desarrollado con alojamiento en el CIFP La Granja y atención por personal voluntario. Durante el verano han accedido a revisiones y tratamientos y a actividades adaptadas, recursos de los que carecen en los campamentos. Este proyecto ha sido gestionado conjuntamente por Cantabria por el Sáhara y la asociación Moviendo Arena.

Del desierto a La Granja: infancias contra la parálisis política

Las entidades organizadoras —Cantabria por el Sáhara, Alouda Cantabria, Moviendo Arena y la Delegación Saharaui en Cantabria— han trasladado su agradecimiento a las familias de acogida y al voluntariado, así como a las instituciones colaboradoras, entre ellas el Gobierno de Cantabria, la Fundación Cantabria Coopera y los ayuntamientos de Santander, Medio Cudeyo, Marina de Cudeyo, Castro-Urdiales, Piélagos y Alfoz de Lloredo. Han subrayado que este respaldo resulta fundamental para sostener el programa.

A LA ESPERA DE UNA SOLUCIÓN

‘Vacaciones en Paz’, coordinado con el Ministerio de Juventud de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y la Delegación saharaui en Cantabria, es un proyecto de acogida temporal de menores refugiados saharauis que se desarrolla desde finales de los años ochenta. En 2025, el Gobierno de España ha cifrado en 3.000 las niñas y niños que han llegado al conjunto del Estado dentro del programa.

En Cantabria, el programa combina convivencia familiar, revisiones médicas y actividades de sensibilización en el territorio. Las entidades mantienen canales de información y apoyo durante todo el año y organizan acciones en coordinación con la Delegación Saharaui y redes estatales de apoyo al pueblo saharaui.

Cantabria por el Sáhara y Alouda Cantabria insisten en que la mejora real pasa por una implicación de España, de la Unión Europea y de la comunidad internacional para poner fin a la ocupación del Sáhara Occidental y garantizar el derecho a decidir de su pueblo. “La solución no pasa por dos meses de respiro”, señalan, en referencia al periodo estival de la acogida.

Las organizaciones recuerdan que el programa tiene un carácter paliativo y temporal y no sustituye una solución política. La Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO), establecida por la resolución 690 del Consejo de Seguridad, mantiene el mandato de facilitar un referéndum de autodeterminación para que el pueblo saharaui pueda decidir sobre su futuro, algo de lo que les privó Marruecos al ocupar, hace medio siglo, su territorio, condenado a la población al exilio en el desierto o a vivir bajo el yugo de Marruecos, donde no se respetan los derechos humanos más básicos como la libertad de expresión o manifestación.

En 2024, el Consejo de Seguridad reiteró la necesidad de una solución política “realista, viable y duradera”, y en 2025 la ONU ha vuelto a reclamar avances, mientras el Gobierno español no sólo no asume su responsabilidad en lo que fue su territorio, sino que ha virado su criterio a una mayor cercanía con Marruecos y sus tesis sobre el Sáhara, incluyendo la explotación de sus recursos.

En este sentido, ACNUR y el plan interagencial para 2024-2025 estiman que más de 173.000 personas necesitan asistencia humanitaria en los cinco campamentos saharauis próximos a Tinduf, una de las situaciones de refugio más prolongadas a nivel internacional. Estos datos explican el peso que el programa de verano tiene en salud y bienestar infantil —con protocolos sanitarios específicos—, a la vez que subrayan sus límites ante la persistencia del exilio.

🔶 Rompe el algoritmo: si te parece importante que se hable de Sáhara Occidental, comparte esta información en tus redes o grupos de mensajería.
🤝 Súmate a la comunidad: podemos contar estas historias y seguir el rastro de la solidaridad cántabra gracias a apoyos como el tuyo. Hazte socia o socio desde  8 euros/mes en la página de El Faradio. (El Faradio | Periodismo que cuenta)