El cortometraje de animación ‘Adiós’, de José Prats, y el documental ‘Inania’, de Júlia Girós y Vera Herrero Mercader, han sido los trabajos ganadores del concurso del Festival de Cine y Cortometraje en el Medio Rural y Natural ‘Rurales’, que celebró su cuarta edición este fin de semana en Espinama (Camaleño). La organización corre a cargo de la compañía de artes escénicas Ruido Interno. El jurado dejó desierto el premio de videoarte y otros lenguajes y concedió un ex aequo a la ficción ‘Donde se quejan los pinos’, de Ed Antoja, y al documental ‘Iturralde’, de Jon María Lenuda. El Premio del Público recayó en la cántabra Patricia Hernández por ‘Las que se fueron a servir’.

El realizador de Cabezón de la Sal Nacho Vigalondo recibió el premio honorífico, entregado por el cineasta torrelaveguense Manuel Gutiérrez Aragón, presidente de honor de ‘Rurales’. Vigalondo valoró el festival, que desde hace cuatro años se celebra en Espinama, como una iniciativa que “viene a paliar uno de los grandes males del sector audiovisual contemporáneo, tan centralizado y urbanita”, y defendió mantener propuestas como ‘Rurales’. “Me produce mucho orgullo y además me permite reencontrarme con muchas personas que, sentimentalmente, me hacen sentir que estoy en casa”, afirmó.

En la jornada inaugural, el viernes 29 de agosto, se proyectaron quince trabajos seleccionados entre 276 propuestas procedentes de distintos países. ‘Rurales’ contempla tres premios de 1.000 euros para las modalidades de ficción y animación, documentales, y videoarte y otros lenguajes. Por primera vez, en la categoría de ficción y animación se impuso una obra de animación stop motion: ‘Adiós’, de José Prats, director, guionista e ilustrador español nominado a los Premios Goya y a los BAFTA en Reino Unido. El jurado destacó “una hermosa e intensa propuesta audiovisual sobre el amor fraternal y la soledad”.

En documentales, ‘Inania’ obtuvo el premio con un trabajo firmado por Júlia Girós, documentalista y fotógrafa barcelonesa, y Vera Herrero Mercader, periodista y filósofa madrileña interesada en el patrimonio rural. El jurado definió la obra como “un viaje fascinante por el patrimonio rural abandonado, un proyecto que trata de resucitar las acústicas y el legado cultural desde la contemporaneidad”.

El jurado dejó desierto el premio de videoarte y otros lenguajes por la recepción de cinco propuestas y la consideración de que “ninguna era merecedora del premio”. Como complemento, decidió conceder dos premios ex aequo: a la ficción ‘Donde se quejan los pinos’, de Ed Antoja, y al documental ‘Iturralde’, de Jon María Lenuda. Sobre la primera, de “cine negro rural”, subrayó que “es una denuncia sobre el lamentable y tan de actualidad asunto de los incendios forestales, muy bien sostenido por los actores, especialmente por la interpretación de Ramón Barea”. De ‘Iturralde’ —ambientado en un caserío vasco— destacó “la bella manera de enfocar el legado de una saga familiar a partir de las raíces biográficas, con un ritmo narrativo muy calculado. Fusión de onirismo y documental contemporáneo contenido”. El reconocimiento a estos trabajos se produce pocos días después de que Picos de Europa registrara un episodio de incendios, contexto señalado por la organización.

La entrega de premios se celebró en el Salón Social de la Obra Pía de Espinama, que durante el fin de semana funcionó como sede del festival y registró una alta asistencia. Desde la organización incidieron en la respuesta del público local, “que ya desde principios de agosto” se interesa por la programación y acude a proyecciones y coloquios. ‘Rurales’ mantiene colaboraciones con el Festival de Cine de Santander y con ‘Aselart’, el Festival de Encuentro de Arte Rural en Mazcuerras.

El Festival de Cine y Cortometraje en el Medio Rural y Natural es un proyecto de Ruido Interno que cuenta con el patrocinio de la Fundación Camino Lebaniego, dependiente de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria. Además, suma apoyos económicos de la Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, a través de MARE; del Ayuntamiento de Camaleño; de la empresa Data SDR y de la Agrupación de Empresarios de Hostelería del Valle de Camaleño. También colaboran el Grupo de Acción Local de Liébana, el Teleférico de Fuente Dé y el Parador de Fuente Dé.

Por otra parte, la edición incluyó la presencia de realizadores internacionales y cineastas cántabros, con especial atención a géneros y lenguajes vinculados al mundo rural y a los entornos naturales. En este sentido, la programación combinó la proyección de obras en concurso y espacios de encuentro entre equipos y público, con especial mención a la defensa de iniciativas que descentralicen la producción y la exhibición audiovisual, tal y como subrayó Vigalondo en su intervención.

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