El Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) pone en marcha desde Vigo la campaña oceanográfica ‘DESCARSEL 0925’ a bordo del buque oceanográfico ‘Miguel Oliver’, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, con trabajos hasta el 17 de septiembre en el Caladero Nacional Cantábrico–Noroeste y en profundidades de hasta 500 metros. El objetivo es avanzar en estrategias de reducción de descartes pesqueros y de capturas accidentales de fauna protegida, además de evaluar el impacto de los artes sobre los fondos marinos.

La campaña, que arranca este sábado en Vigo, combina pruebas en redes de arrastre con distintos tamaños y configuraciones de malla para valorar su selectividad, así como el comportamiento de las especies dentro de los artes mediante cámaras submarinas. El equipo analizará también el efecto de puertas y redes sobre el lecho marino en diferentes situaciones de pesca, con monitorización completa de las operaciones gracias al sistema de sensores del buque.

Además, el IEO-CSIC testará dos dispositivos de exclusión de cetáceos, diseñados para facilitar la liberación de delfines y elasmobranquios —tiburones y rayas— y reducir así la mortalidad por capturas no deseadas. En paralelo, se estudiará la supervivencia de especies descartadas y se realizará marcado científico para mejorar el conocimiento sobre su biología.

El responsable de la campaña, Xulio Valeiras, investigador del Centro Oceanográfico de Vigo, subraya que se harán “pescas experimentales mediante redes con diferentes características selectivas y con diseños de sistemas que faciliten el escape de capturas accidentales de especies protegidas, como los mamíferos marinos y tiburones”, con el fin de aportar “evidencia científica para mejorar las redes y estrategias de pesca hacia una pesca con menor impacto ambiental y más sostenible”.

Por otra parte, el equipo probará y entrenará el iOBSERVER, un observador electrónico que identifica y caracteriza especies de forma automática usando inteligencia artificial. En esta edición se implementará la herramienta ‘Benthosearcher’, diseñada para detectar invertebrados bentónicos característicos de ecosistemas marinos vulnerables, con potencial para mejorar la detección temprana de impactos en hábitats sensibles.

La campaña tiene especial relevancia para las pesquerías demersales de arrastre de fondo con puertas y para el arrastre en pareja del Cantábrico–Noroeste. Entre las especies de referencia figuran la merluza, los gallos, los rapes, la cigala, la bacaladilla, el jurel y las rayas —entre otras—, que presentan altas tasas de descarte en las áreas ICES 8c y 9a de la flota de arrastre al fresco.

Además, las cámaras submarinas permitirán obtener imágenes del funcionamiento de los artes selectivos y del comportamiento de las especies a distintas profundidades. El control de las maniobras desde el buque oceanográfico, gracias a la sensórica integrada, aportará un marco de trabajo estable y con condiciones controladas, más adecuado para los objetivos científicos que en un barco comercial, según explica el equipo.

En este sentido, DESCARSEL 0925 se desarrolla en coordinación con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que facilita el uso y equipamiento de los barcos al personal investigador. La campaña está cofinanciada por la Unión Europea a través del Fondo Europeo Marítimo de Pesca y de Acuicultura (FEMPA), en el marco del Programa Nacional de recopilación, gestión y uso de datos del sector pesquero y del apoyo al asesoramiento científico vinculado a la política pesquera común.

EL IEO

El Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC) es un centro nacional del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dependiente del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, que recoge el legado de la Estación Marítima creada en Gamazo por el biólogo cántabro Augusto González Linares.

Su actividad se centra en la investigación en ciencias del mar, con especial foco en la sostenibilidad de los recursos pesqueros y el medio ambiente marino. Representa a España en la mayoría de foros científicos y tecnológicos internacionales relacionados con el mar y sus recursos. Dispone de nueve centros oceanográficos costeros, cinco plantas de cultivos marinos, doce estaciones mareográficas, una estación receptora de imágenes de satélite y una flota de cinco buques oceanográficos —entre los que destacan el ‘Odón de Buen’, el ‘Ramón Margalef’ y el ‘Ángeles Alvariño’—.

Además, el uso de herramientas de IA aplicada a la observación pesquera, como iOBSERVER y ‘Benthosearcher’, abre vías para reforzar la trazabilidad de datos científicos y mejorar la detección de especies asociadas a hábitats vulnerables, un ámbito de creciente interés para la gestión de pesquerías y la conservación de biodiversidad. En esta campaña, su entrenamiento a bordo permitirá validar su rendimiento en escenarios reales del Cantábrico–Noroeste.

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