La Fundación Franz Weber ha informado esta mañana sobre el registro de una denuncia administrativa contra toda persona jurídica y física que contribuyera a la organización y realización de una «suelta de becerros» realizada el pasado mes de agosto en La Edilla, ubicada en el término municipal de Rasines.

De acuerdo con la normativa de espectáculos taurinos populares de Cantabria, este evento no tiene categoría legal y por lo tanto no podría haber tenido lugar. Además se ha documentado a través de videos y fotografías la participación de personas menores de edad, algo prohibido en todo evento taurino que se realice en la comunidad autónoma.

A ello se suman unas medidas de seguridad especialmente pobres: el recinto estaba delimitado únicamente con vallas de obra y el animal estaba ensogado, lo que también estaría prohibido en el Reglamento de espectáculos taurinos del territorio cántabro.

Los naturalistas fundamentan de esta forma su escrito ante la Consejería de Presidencia, a la que piden abrir de forma inmediata un expediente sancionador para dilucidar responsabilidades.

De acuerdo con la Ley 10/1991 y Real Decreto 145/1996 los promotores habrían cometido al menos dos infracciones de carácter muy grave, la primera el incumplimiento de las medidas sanitarias o de seguridad exigibles, y la segunda, la celebración de espectáculos taurinos con infracción de los requisitos de comunicación o autorización.

Dado que este evento no existe en la normativa, que participaron menores, que el becerro estaba ensogado y que el recinto únicamente eran unas vallas de obra, los organizadores podrían enfrentarse a multas superiores a los 60.000 euros.

Sorprende a la ONG internacional que este evento se hubiera realizado en años anteriores y advierten al Gobierno de Cantabria que debe hacer cumplir su propio marco legislativo: si no es legal, debe sancionar con contundencia.