Royal Podencos promete un poco de ‘Morfina en el caviar’ este sábado en La Maruca
Nunca es fácil saber cuándo puede salir, exactamente, el disco nuevo de una banda cuyos miembros tienen cada uno su trabajo, pero no paran de juntarse para verse y hacer música juntos. A veces el ritmo de los ensayos decae, porque todos tenemos una vida muy complicada y a veces no puedes asistir a un ensayo en el local porque es que mi hijo se ha puesto malo, mi mujer me ha regalado una sesión de spa o me he cogido las vacaciones a destiempo y me he pirado a Galicia. Ya sabéis cómo funcionan estas cosas.
Y en esta vida de vorágine de cosas que hacer, en la que te atrapa una serie de la plataforma que sea, en que quieres sacar más tiempo para leer libros de Alberto Santamaría o de J.K. Rowling (por meter más magia en tu vida o a saber por qué) o que te apuntas a un gimnasio, pues tener el compromiso de ir un día a la semana a un local no siempre es tan fácil.
El compromiso de Royal Podencos sigue alargándose. Y no han tardado demasiado en volver a meterse a grabar. En 2022 fue ‘Serotonin’ y ahora es ‘Morfina en el caviar’, el cuarto disco de la banda. Esta tarde publicarán en YouTube la canción que lleva ese mismo nombre.
Ya lo tienen listo para su presentación. Será este sábado en el Bar Ambigú, en La Maruca. Un espacio donde da gusto ir a ver un concierto. Música al aire libre, con el mar a tan sólo un salto y propuestas musicales que suelen agradar a muchas bocas diferentes.
La sesión de este sábado comienza a las 13:00. No estarán solamente los Royal Podencos, sino también Los Guay-A-Tones y una pinchada a cargo de Cochise. Y habrá paella de marisco a precios populares, que no todo es saborear vermú y rock and roll.
Si eres alguien que ya conoce a Royal Podencos, este nuevo LP se mueve en coordenadas habituales. No es un disco que empieza por un sitio y termina igual. Este empieza enérgico, con referencia a la raza podenca en ‘Callejón’ y con una fuerza apreciable en ‘Morfina en el caviar’, la canción que da título al disco completo. Tiene su aquel escuchar la voz de Hans cantando en castellano. Lo que no se sabe es si ha tenido que echarse algún Lexatin en el Cola Cao (como dice la canción) para lanzarse a hacer algo a lo que no está tan habituado.
Las combinaciones de guitarrazos que se van casi hasta el punk con temas más melódicos es algo que siempre ocurre en los discos de Royal Podencos. En el caso de este cuarto álbum, sucede cuando se llega al tercer corte, ‘Cabeza antinuclear’, donde el vigor ya no es constante. En ‘It’s OK’, el siguiente tema, en el que se adivina un reposo aun comenzando la guitarra con cierta fuerza. Raíz podenca y una voz que anima a cerrar los ojos para dejarse llevar.
La quinta canción se llama ‘Locos’. No significa que la música se dispare. Es el cambio en el tono de la voz durante las estrofas lo que suena diferente aquí, aunque los solos de guitarra también terminan por acompañar al título, porque se salen un poco del carril central en el que se acomoda la música de la banda.
En ‘All the movies’ y en ‘Catch me if I fall’ es cuando sale la vena más popera del grupo. Si te encuentras con ellos y les ves echando la vista atrás, seguramente estén mirando hacia el Reino Unido de los años 90 del pasado siglo. Ahí siempre encuentran espacios confortables, y se les nota en el gusto que ponen para componer música.
Llegar hasta el octavo tema del disco abre interrogantes. Se llama ‘Podencos’. ¿Se trata de una forma de definir un sello, una impronta del sonido del grupo? La canción presenta una versatilidad interesante. Aparte de que la base rítmica siempre es confiable y da lo que piden las canciones, con Toni al bajo y Jonny a la batería, la guitarra de Jota aporta un flow distinto respecto al resto del disco, que puede enganchar fácilmente a un amante del rock, y Hans introduce varios matices que llevan hasta la raíz popera, con momentos más oscuros, pero también tiene momentos casi de Johnny Rotten, el que fuera cantante de los Sex Pistols.
Para finalizar el LP, ‘Self esteem’, una canción que arranca con un sonido totalmente Podenco, muy reconocible, pero que después arranca hacia zonas más agresivas y rockeras, alargando hasta los cuatro minutos y medio, un tema largo para lo que suelen hacer ellos, y aún así no dan ganas de que se termine, quizá porque sabes que después ya no hay más. El final de la canción es como un final de concierto, por lo que no sorprendería que probaran, en los primeros conciertos con este nuevo disco, que decidieran terminar con ella.
¿Se han quedado cortos? Eso lo decidirá cada persona cuando lo escuche, si le deja con ganas de más canciones o si sacia sus expectativas al ponerse ante un disco de este grupo. Pero el disco resulta muy reconocible en la trayectoria de Royal Podencos.
Lo que sucede con este y con muchos otros grupos es que la esencia se agarra mejor en directo, porque es donde sale lo que llevan dentro. El primer test para ver cómo suena ‘Morfina en el caviar’, este sábado, en un sitio ideal. Desde las 13:00.
