El Nobel de Economía Joseph Stiglitz denuncia el «claro genocidio» en Gaza en su investidura como doctor honoris causa por la UIMP

El economista, que habla recurrentemente sobre la importancia de estudiar las desigualdades, enmarca dentro de las libertades la libertad de cátedra universitaria y advierte del ataque que sufre esta libertad en Estados Unidos con Trump
Tiempo de lectura: 5 min

Lo de Gaza es un «claro genocidio». Al Premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz sí le salen en Palestina las cuentas que muchos no terminan de ver –sin ir más lejos, en Cantabria un Consejo Escolar cuya representatividad queda desvirtuada por la forma en que lo ha estructurado el Gobierno de Cantabria, y en el plano político un PP que rechazó hablar del término porque lo vincula directamente con Pedro Sánchez, obviando así que hay voces en todo el mundo, incluyendo ONGs internacionales, que llevan más de un año utilizando este término antes de que el presidente del Gobierno se lanzara a usarlo–.

A Stiglitz le hemos tenido en Santander, donde ha sido nombrado doctor honoris causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), proyecto cuyo origen se liga a la Universidad Internacional de Verano que impulsó la II República dentro de su apuesta por la calidad y extensión de la educación.

Desde su tribuna, y previamente en su comparecencia ante los medios de comunicación, ha hecho lo que suele hacer siempre en todas sus tribunas: dar la batalla por el sentido común. Y en estos momentos voces como la suya, con un peso global, están hablando de la esencia misma de las cosas: la vida y la paz (su defensa en Gaza), la igualdad (con su discurso académico contra las desigualdades que lastran la economía) y la libertad.

Porque, según ha advertido, dentro de las libertades está libertad académica, a la que definió como «parte esencial para los mecanismos de control de la sociedad».

Y en su país, Estados Unidos, esa libertad está amenazada por, literalmente, el poder, en estado máximo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trumpo, que bajo una pretendida cruzada unas veces escudada en el fantasma de lo woke –un fenómeno, por mucho que quienes rebotan argumentarios ajenos, específicamente estadounidense que reflexiona sobre las minorías-, otras en el antisemitismo, y otras en lo que vaya surgiendo cada semana, esconde lo que no deja de ser puna persecución a quien piensa distinta, ejercida desde el poder. Para comprobar lo que supone y poner a prueba a los entusiastas bastaría con imaginar que pasaría si se hiciera en España desde el Gobierno.

Previamente, en un encuentro con la prensa, Stiglitz calificó la situación en Gaza como «un claro genocidio» y defendió la solución de los dos Estados como la «más adecuada» para alcanzar una paz duradera. También criticó al expresidente de Estados Unidos Donald Trump, al que acusó de instrumentalizar el antisemitismo y de haber convertido el mercado «en un bazar donde todo vale» mediante políticas comerciales que calificó de «desastre».

En este contexto, elogió la intervención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante la Semana de Alto Nivel de Naciones Unidas celebrada en Nueva York, donde, según dijo, mostró «un liderazgo increíble».

En su discurso oficial, leído ante representantes de instituciones gestionadas por un PP que no se atreve a decir la palabra genocidio y que bloquean la posibilidad misma de debatirlo, como la alcaldesa de Santander o el consejero de Educación, Stiglitz sostuvo que las universidades son «los lugares donde nace el espíritu crítico» y defendió la necesidad de fomentar la investigación que analiza la actuación de los gobiernos y sus consecuencias. «Los académicos tenemos el privilegio de pasar toda una vida pensando», subrayó, añadiendo que las universidades refuerzan las capacidades para que los jóvenes puedan usar su libertad en cualquier ámbito.

También defendió el diálogo democrático como «fundamental» y consideró que la acción colectiva, junto con un mínimo de cohesión, puede generar «una mayor libertad». En esta línea, insistió en que es importante hablar de desigualdad porque afecta tanto al funcionamiento de la economía como al de las sociedades.

Laudatio y cierre institucional

El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Vigo Carlos Manuel Gradín Lago fue el encargado de pronunciar la laudatio, en la que destacó la trayectoria de Stiglitz marcada por la preocupación por la desigualdad, la pobreza y la exclusión social. Gradín resaltó su defensa de reformas concretas como un sistema tributario más progresivo, una regulación adecuada del sector financiero y una mejor gobernanza empresarial.

El rector de la UIMP, Carlos Andradas, cerró el acto señalando que Stiglitz es «uno de los economistas más destacados e influyentes de nuestra época». Subrayó que la concesión del honoris causa «envía un mensaje de los valores y principios» de la institución, que se reivindica como un espacio de libertad intelectual, pensamiento crítico y rigor científico.

Trayectoria internacional

Stiglitz recibió el Nobel de Economía en 2001 por sus estudios sobre mercados con información asimétrica. Ha sido economista jefe y vicepresidente senior del Banco Mundial, presidente del Consejo de Asesores Económicos de Estados Unidos bajo la administración de Bill Clinton y es actualmente economista jefe del Roosevelt Institute. Además, copreside la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Internacional de las Empresas (ICRICT) y preside el Comité Extraordinario de Expertos Independientes sobre Desigualdad de la Riqueza Global del G20.

Autor de títulos de referencia como ‘El malestar en la globalización’ (2002) o ‘El precio de la desigualdad’ (2012), su obra más reciente es ‘El camino hacia la libertad: Economía y la buena sociedad’ (2024), en la que reflexiona sobre el papel de la economía en la construcción de sociedades más libres y equitativas.


📢🌍 Lucha contra el odio: comparte esta información en tus redes o grupos de mensajería.
💬 Podemos hablar de libertad académica y desigualdad gracias a apoyos como el tuyo. Súmate y hazte socia o socio de El Faradio por 8 euros al mes 👉 hazte socio


 

  • Este espacio es para opinar sobre las noticias y artículos de El Faradio, para comentar, enriquecer y aportar claves para su análisis.
  • No es un espacio para el insulto y la confrontación.
  • El espacio y el tiempo de nuestros lectores son limitados. Respetáis a todos si tratáis de ser concisos y directos.
  • No es el lugar desde donde difundir publicidad ni noticias. Si tienes una historia o rumor que quieras que contrastemos, contacta con el autor de las informaciones por Twitter o envíanos un correo a info@emmedios.com, y nosotros lo verificaremos para poder publicarlo.