Próxima estación: Carmen Martín
Estos días, quienes en Madrid paseen por debajo de Antón Martín, Oporto, el Barrio del Pilar o Alonso Cano se van a encontrar a lo grande con la foto de la cántabra Carmen Martín, coordinadora de ACCAS –la Asociación Ciudadana Cántabra Antisida- y miembro de la directiva de la coordinadora estatal CESIDA.
La foto forma parte de una campaña en la que, junto a más activistas o rostros conocidos, se invita a combatir los estigmas que siguen asociados al VIH. En su caso, el de la maternidad, un deseo que Martín tuvo y que le costó mucha incomprensión, como ella misma relata.
Carmen Martín tenía poco más de veinte años cuando un médico le comunicó que “viviría unos dos años”. No le habló de tratamientos ni de esperanza, sino de una “sentencia de muerte”. Durante los primeros años, no compartió su diagnóstico de VIH con nadie. “Me costó asimilarlo. Era como si viviera una pesadilla”, recuerda. Con el tiempo, entendió que necesitaba hablar: “Preparé mentalmente mi despedida. Pensé quién quería que me diera la mano cuando muriera, y eso me hizo entender que debía contarlo”.
Primero se lo dijo a sus padres y a su hermano. Luego, a sus amigas. Recuerda con nitidez la primera reacción: “‘Voy a estar contigo incondicionalmente… Pero no se lo digas a nadie, porque la gente es muy mala’”. Ese miedo al estigma acompañaría muchas de sus decisiones vitales, especialmente la más íntima y desafiante: ser madre.
“Me sentí muy juzgada”, explica al hablar de su deseo de tener un hijo. “¿Cómo te atreves, teniendo una sentencia de muerte, a pensar en traer un niño al mundo que vas a dejar abandonado?”, era lo que escuchaba a su alrededor, donde seguían prendiendo los mitos de los 80, cuando apareció la enfermedad rodeada de desconocimiento y prejuicios. Frente a esa mirada social, Carmen empezó a buscar información. Visitó congresos, investigó estudios médicos y se involucró en proyectos de atención pediátrica vinculados al VIH. “Todo lo que buscaba era información sobre embarazo y transmisión del virus”.
Fue entonces cuando leyó estudios que aseguraban que las mujeres con carga viral indetectable no transmitían el VIH (porque si es indetectable, es intransmisible).. Esa evidencia fue determinante: “Cuando tuve toda la información, hice mis propias conclusiones: mi deseo de ser madre se podía cumplir”.
Con 32 años, Carmen se quedó embarazada. Hoy, su hijo tiene 20. “Nadie sabe cuándo se va a morir. Nadie tiene asegurado el futuro cuando tiene un hijo. Yo tenía claro que si algo me pasaba, él tendría una familia maravillosa”.
Para ella, el estigma nunca fue una razón para renunciar a su sueño y la maternidad ha sido una fuente de fuerza: “Cuando mi hijo me mira, me siento poderosa”. Lo recuerda con especial emoción en el Pride Positivo, cuando él, con 15 años, fue con sus amigos a verla intervenir en el escenario: “Solo podía mirarle a él. Me sentí validada, respetada, querida”.
En su entorno, el VIH nunca fue un tabú. Su hijo acudía con ella a actividades de la asociación, a encuentros, y preguntaba todo lo que necesitaba saber. “Veía a su madre como alguien fuerte, capaz, que todo lo podía”, relata, lamentando que aún queda camino por recorrer, sobre todo en el ámbito sanitario y educativo. “El VIH no duele, pero el estigma sí. Y lo que falta es educación sexual desde primaria”, advierte. Reclama también mayor formación para los profesionales de salud, especialmente sobre conceptos como “indetectable = intransmisible”, clave para desterrar prejuicios.
LA CAMPAÑA: ORGULLO FRENTE AL ESTIGMA
La campaña de CESIDA lleva seis historias reales de personas con el VIH a 23 estaciones del Metro de Madrid durante la semana previa a la marcha del Pride Positivo, la cita que busca visibilidad frente a la ignorancia y orgullo frente al estigma fruto del desconocimiento, que tendrá lugar el próximo 18 de octubre.
Bajo el lema «Vidas Conectadas: Cada parada, una historia», la iniciativa busca dar voz, visibilizar y concienciar sobre la realidad de las más de 150.000 personas que viven con el VIH en España, además de animar a la participación. La entidad defiende la importancia de llevar estas historias a lugares por los que transitan cada día miles de personas porque “lo que no se ve, no existe”.
En la campaña participan también Oliver Marcos, educador PAR y Secretario General de Cesida; ; Javier Carilla, cuentacuentos y escritor que forma parte de Generación Positiva; Jesús Carballo, diseñador de moda y Mr. Gay Canarias 2023 que rompe estereotipos; Lidia Gascó, artista multidisciplinar y mujer joven visible; y la pareja serodiscordante formada por José Ángel Nozzolillo y Raúl Rodríguez, voluntarios de Apoyo Positivo unidos por su historia de amor y el activismo.,
Oliver Marcos, uno de los rostros de la campaña, pone en valor el enfoque de las acciones comunicativas del Pride Positivo: “Qué bonito me parece el poder estar ahí y que la gente nos ponga cara, y que salgamos guapas, y no sea la típica imagen derrotista que quizás se asocia un poquito más a lo que es la realidad del VIH por parte de la gente que no sepa nada de la infección”. Explica además que tomó la decisión de mostrarse en ropa interior en la campaña porque “hablar abiertamente de que tienes VIH implica desnudarte personal y emocionalmente”.
Entre el 7 y el 14 de octubre, los usuarios y usuarias del Metro de Madrid podrán acceder a las historias completas capturando el código QR que incorpora cada una de las imágenes. Estarán presentes en las estaciones de Puerta de Toledo, Arturo Soria, Pirámides, Rubén Darío, Alonso Martínez, Colombia, Núñez de Balboa, Islas Filipinas, Canal, Alonso Cano, Gregorio Marañón, Guzmán el Bueno, Barrio del Pilar, Santo Domingo, Sevilla, Manuel Becerra, Chueca, Diego de León, Acacias, Oporto, Príncipe Pío, Antón Martín y Santiago Bernabéu.
Esta campaña se enmarca dentro del programa de actividades de la cuarta edición del Pride Positivo. Bajo el lema «Ante el estigma, somos la respuesta», Cesida presenta un mes de octubre lleno de cultura, arte y reivindicación en torno al VIH. Dentro de la programación destaca el lanzamiento del podcast “Estigma sin G”, el estreno del documental “Generación+”, la nueva edición de Arte Positivo y la cuarta Marcha Positiva, además de novedades como los Premios “Jancho”.
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