Reto de envergadura el que acaba de acometer Martín Calonge. Defender a la clase trabajadora que se dedica a los servicios que la administración presta a la ciudadanía, ya sea de manera directa o a través de una adjudicación, es llegar hasta los últimos rincones de la sociedad. Desde las cartas que llegan a tu buzón hasta la guardería donde llevas a tu hijo, son innumerables las cosas que pasan en nuestra vida y que tienen algo que ver con el Estado.

Calonge lleva solamente unas semanas en el cargo y ve con preocupación la tendencia que hay a privatizar servicios, como un mantra que dice que son ineficaces,  y que cala entre la juventud. «La idea de que pagar impuestos no te conduce a nada, que cada uno se pague lo suyo, en plan americano», refleja el sindicalista. Cree que se deben contraatacar estos mensajes poniendo en valor lo que cuestan esos servicios. En Sanidad es mucho más llamativo, pero piensa que habría que hacerlo con muchos sectores de lo público «Esas cosas no se pueden medir por ese mantra de la eficiencia económica. Eso lo puedes aplicar a una fábrica que produce tornillos o que produce baterías», ejemplifica en una entrevista concedida a EL FARADIO.

Calonge no tiene dudas de que «la verdadera igualdad de oportunidades reside en los servicios públicos, pero además que la garantía de los valores de la democracia y de lo que mandata la Constitución reside también en los servicios públicos». Y añade que «si nos cargamos eso ya, nos cargamos absolutamente todo».

Por eso piensa no sólo en un contraataque, sino en aumentar las movilizaciones en la calle para defender los servicios públicos y las inversiones que las diferentes administraciones deberían de hacer en ellos. Calonge habla también de un otoño caliente, porque, a nivel estatal, tras dos años sin Presupuestos, el poder adquisitivo de los trabajadores se está viendo afectado.

La preocupación le lleva a muchos sitios distintos. A la Sanidad, donde la escasez de medios lleva a parte de la población a contratar seguros privados por miedo a que la atención pública no llegue a tiempo, y a la propia administración a derivar servicios a empresas.

También le lleva a la educación, donde el litigio entre docentes y Gobierno de Cantabria se alarga ya por más de un año sin que se llegue a un acuerdo para una adecuación retributiva del profesorado que lleva 17 años esperando. Ligar esa adecuación a la aprobación de los Presupuestos, cuando no hay un Gobierno con mayoría absoluta, provoca falta de seguridad y no da la sensación de querer llegar a un acuerdo.

La Dependencia es otra de las asignaturas en las que cree que hace falta ponerse las pilas. Le parece un problema social cada vez más agudo. «Nos tenemos que centrar en dos cosas: una las residencias y otra la ayuda a domicilio que cada vez es una necesidad más grande y que al final todos hemos asumido como un derecho pero no le damos la importancia que tiene, ni a las condiciones laborales de las trabajadoras», señala. Tan sólo tres residencias son públicas, mientras las privadas crecen sin parar, y toda la sociedad quiere que a nuestros mayores y dependientes se les trate de la mejor forma posible.

Todos estos sectores tienen mucho que ver también con la atención que se da a la ciudadanía del medio rural. No sólo faltan servicios, sino que se modificó la Ley del Suelo para facilitar la construcción de viviendas. Subraya Calonge que «estamos quitando terrenos ricos para la agricultura y para la ganadería en pos de tener una casa rural para que en verano vaya alguien a pasar las vacaciones». UGT sigue pidiendo el Plan Regional de Ordenación del Territorio, que lleva ya décadas de retraso.

Calonge incide en otro tema que le parece un problema que va tomando una dimensión preocupante, y es la atención a la infancia y los menores en general, por mayores dificultades de las familias o problemas de salud mental. También denuncia falta de recursos, cierta privatización de servicios, y una deriva que va empeorando gobierne quien gobierne. «En muy poquitos años nos va a desbordar el problema y no me refiero solo a menores migrantes, estoy hablando de menores que tienen problemas o bien ellos de conducta de salud mental o bien sus entornos familiares que les hacen imposible estar en esos entornos», afirma.

En cuanto al empleo en la administración, Calonge cree que «el sector público se está haciendo muy poco atractivo para los trabajadores y las trabajadoras». Le parece que a los jóvenes «no les es atractivo el sector yo creo que por muchas cosas. Uno, en general hay que estudiar bastante, pero luego tampoco se ve muy recompensado ese esfuerzo, en la mayoría de los puestos está mucho mejor en lo privado o por lo menos tienes otras oportunidades o la gente joven lo percibe así». Por eso estima que hay que mejorar el sector en general y después enseñarle a los jóvenes que la perspectiva no es tan mala como creen.