«Las energías renovables, nos guste o no, van a ser un electrodoméstico más de la vivienda»
Este viernes, Teican celebra 25 años de vida con una fiesta solidaria en el Palacio de Congresos de Santander. Habrá conciertos y todo lo que se recaude irá destinado a Aptacan y a la Fundación Siete Cruces. En ‘La energía del cambio’, sección en colaboración con Solabria, la cooperativa comercializadora de renovables, charlamos con su gerente Christian López.
Teniendo en cuenta cómo estaba el sector de las energías renovables en España hace 25 años, no era tan fácil que la empresa llegara hasta nuestro días. Christian López, el gerente de la empresa, ya empezó a colaborar con ellos hace 13 años y lleva 10 de manera permanente. A lo largo de este último cuarto de siglo, «la tecnología ha ido cambiando, las modas han ido cambiando, los costes han ido cambiando y la regulación ha ido cambiando. Nos hemos ido adaptando, siempre pivotando sobre la misma idea de tecnología sostenible», dice en una entrevista concedida a EL FARADIO.
Define Teican como «una empresa 360». Va desde el asesoramiento hasta la instalación y el mantenimiento de lo que el cliente considere, ya se trate de un particular, una empresa o una administración pública. Cada vez más trabajan con estas últimas. Y hacen un seguimiento y una supervisión del funcionamiento de aquello que instalan. También teniendo en cuenta que «el usuario cada vez es un poquito más avanzado».
Además de instalaciones de tipo fotovoltaico, Teican ha hecho «muchos proyectos de tratamiento de aguas relacionados con la parte medioambiental, seguimiento medioambiental para implantaciones de parques eólicos y también hacemos piscinas, que yo sé que no tiene nada que ver con la parte de renovables, pero, bueno, es un histórico de la empresa, heredado», relata López.
El sector ha ido cambiando y también incorporando nuevos actores. También se han ido abriendo muchas empresas, pero no todas han resistido ante las diferentes fases de este sector. Es un camino largo y con obstáculos, y Teican ha tratado de mantenerse en una posición prudente, sin tirar cohetes cuando las cosas rodaban mejor, pero sin caer en la desesperación cuando venían mal dadas.
López recuerda la primera crisis del sector, en 2008, «con el régimen de primas, que fue un cálculo fallido del Gobierno», o también la de 2015, con el impuesto al sol. En 2019 se reguló el autoconsumo y, a partir de ahí «la curva de aprendizaje en producción empezó a avanzar, las costes empezaron a reducirse y las energías renovables, nos guste o no, van a ser un electrodoméstico más de la vivienda», afirma. Igual que tenemos lavadora o calefacción, acabaremos teniendo aparatos que cambien nuestra forma de consumir energía, por una simple cuestión de costes. «Se implementarán otras tecnologías, seguramente producción de energía, tendremos al almacenamiento industrial y doméstico con las baterías, que es la fase 2 de la industria, el próximo paso», señala. Reconoce que el apagón del pasado mes de abril ha servido para demonizar a las renovables, pero confía en que eso no sea nada más que algo pasajero.
El gerente de la empresa refleja que, hace 25 años, una empresa como Teican era «casi pseudociencia ficción». Explica que «no era tanto una apuesta de negocio, sino como una apuesta de compromiso porque no era un sector boyante, en desarrollo todavía, con pocas ayudas, con poca penetración en el mercado».
Falta el siguiente paso, el ser una empresa viable económicamente, que sirviera para aportar al medio ambiente, pero sin que costase la ruina. López cree que «ahora mismo estamos en ese equilibrio en el que es muy asequible poder aportar y poder contribuir, y además beneficiarme de esa contribución que yo hago al medioambiente». Y no se trata de ‘greenwashing’, como otras empresas «que sólo buscan el sello», sino que la contribución ha ido mejorando. Este viernes toca celebrarlo.
