La Fundación Franz Weber rechaza la cabalgata con renos reales de Santander
La Fundación Franz Weber ha rechazado este miércoles la convocatoria de una cabalgata con animales vivos, renos, para tematizar las actividades de carácter navideño que financia el Ayuntamiento de Santander, por insistir en una práctica que supone un reconocido sufrimiento animal. La actividad está prevista el próximo día 23.
Esta obcecación del Gobierno local con el uso de animales como actividad lúdica solo se explica por el interés para generar una imagen negativa de Santander en medios de comunicación y la opinión pública en un contexto social donde la inmensa mayoría de municipios en España renuncian a estas prácticas desde hace años.
Un año más el consistorio permitirá que estos mamíferos transiten por zonas urbanizadas entre gritos, intentos de tocamiento como sucedió en ocasiones anteriores y una música que evidentemente perjudica el estado de los renos, pudiendo existir contextos de riesgo para las personas espectadoras.
Animales fuera de su hábitat natural.
En estas fechas la lógica indicaría que los renos permanecieran en un estado totalmente diferente al de la ciudad: temperaturas bajo cero y una luminosidad muy poco presente, la falta de luz características de la tundra y la taiga escandinavas.
Al contrario, los animales serán sometidos a un contexto de ruido molesto y luces de todo tipo, todo para que el consistorio presuma de una actividad con animales silvestres en cautividad.
Una cabalgata que genera impacto negativo en la ciudad.
La ONG naturalista señala que la oposición sociopolítica a estos eventos contribuye a generar una imagen negativa de Santander: Cada vez más personas escogen sus destinos vacacionales o sus escapadas con criterios de «turismo responsable». Entre ellos se encuentra aterrizar en lugares respetuosos con el Medio ambiente, la biodiversidad o los Derechos Humanos.
De este modo la negativa de Santander a sustituir los animales vivos por más carrozas y animación podría acabar creando el efecto contrario, con miles de personas identificando a la localidad con el maltrato animal, como sucede con otros municipios a lo largo de la geografía española.