Cuando Biuse Casaponsa Galí tuvo que decidir entre buscar trabajo en el extranjero o irse al paro, eligió lo segundo. Y de ese paso, aparentemente inestable, nació Deduce Data Solutions S.L., una empresa tecnológica cántabra especializada en inteligencia artificial y análisis de datos, que hoy aplica soluciones avanzadas a empresas desde una lógica integral y con una clara conciencia social.

“Tenía que decidir si buscar trabajo fuera o irme al paro. Escogí irme al paro y apostar por el emprendimiento”, resume. Lo hizo junto a un grupo de personas del ámbito científico, con quienes compartía la inquietud de trasladar su conocimiento técnico al terreno empresarial, sin renunciar a sus valores ni a su vocación.

“Para mí emprender es tomar las riendas de mi tiempo, de mis capacidades, límites, miedos… Es un reto que puede salir económicamente bien o no, pero es un aprendizaje constante”, señala en el informe ‘Mujeres y emprendimiento en España. Análisis con datos GEM 2023-2024’, que recoge su testimonio como caso de referencia del sector científico-tecnológico liderado por mujeres.

El estudio lo realiza el Instituto de las Mujeres del Gobierno de España, y lo ha coordinado el Observatorio del Emprendimiento en España GEM, a cuyo frente está la profesora de la UC Ana Fernández Laviada, responsable también del Centro Yunus en la comunidad.

Una empresa con mirada integral

Desde Santander, Deduce Data desarrolla soluciones de IA adaptadas a las necesidades específicas de cada cliente, participando en todas las fases: desde la comprensión del problema, pasando por la implementación técnica, hasta la integración del modelo en los sistemas de la empresa.

“No vendemos cajas cerradas. Trabajamos a medida”, resumen desde la propia empresa, que utiliza herramientas como GitHub, Signal, Trello, Zoom o Teams como base de su operativa diaria. El objetivo, además de optimizar procesos, es fomentar la flexibilidad laboral y mejorar la organización del trabajo.

Uno de sus compromisos claros es con el impacto social. “Nos importa mucho cómo hacemos las cosas. No basta con el qué”, apunta Casaponsa. Por eso, Deduce Data se esfuerza en pagar sueldos decentes, ajustados a la formación, y con prioridad de contratación a mujeres cuando hay igualdad de condiciones. También son flexibles en horarios y tareas porque, reconoce, “la conciliación es clave, y la mayoría de las mujeres sentimos más culpabilidad si no llegamos”.

La empresa trabaja además para reducir su impacto ambiental, apostando por el uso de modelos de IA ligeros que consuman menos energía. Y mantiene una fuerte vinculación con la Universidad, ofreciendo prácticas, tutorizando TFM e incorporando personal joven a su plantilla: “Queremos que se pueda hacer I+D de calidad en Cantabria, y que la gente se quede aquí”.

Emprender como mujer científica

El camino, sin embargo, no ha sido fácil. Entre los principales obstáculos, Casaponsa cita la falta de financiación inicial, las dudas personales y la desconfianza por ser una empresa pequeña. A esto se suma un elemento que toca directamente la desigualdad de género: “En el caso de mujeres clientas, el hecho de que yo fuese mujer era un plus; pero con algunos hombres, creo que les daba menos confianza. A veces tenía que llevar el peso otro compañero varón”.

Biuse denuncia además que muchas mujeres cargan con una inseguridad estructural que complica aún más el emprendimiento: “Creo que la mayoría tenemos un grado de inseguridad mayor que los hombres. Todo nos cuesta un poco más. Y eso viene de la falta de referentes, o de referentes masculinos negativos, como los que vemos en películas o en la televisión”.

En su caso, han sido fundamentales el apoyo de su pareja, los premios Femina, dirigidos a emprendedoras, y el haber tenido cerca a socios motivados: “Creo que el hecho de que haya una mujer en el equipo ayuda a que otras personas se sientan a gusto en el proyecto”.

En cuanto a las medidas necesarias para impulsar el emprendimiento femenino, Biuse lo tiene claro: “Hace falta financiación específica, programas de apoyo para mujeres y reconocimiento mediático”. La visibilidad, insiste, es clave para que otras jóvenes científicas se planteen seguir este camino.

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