La Mala Hierba ya llevó a cabo la ‘Embandada’ recientemente en el Café de las Artes Teatro, pero ahora toca enseñarla en el Rvbicón, un lugar donde la banda se siente tan a gusto como en casa. Una sala que llegó a morir, pero que tardó poco en resurgir de sus cenizas.

Este domingo llegan los pájaros que tienen en la cabeza Gema Martínez y Nicolás Rodríguez, pero en compañía de Rut Zabala y su violín, Natxo Miralles, que se hará cargo de la batería y las percusiones, y Pablo Cano y las cuatro cuerdas de su bajo.

A partir de ahí, queda llegar y ver cómo esos pájaros se combinan al batir sus alas y conjugan sus movimientos. Con delicadeza y libertad. Esa es la forma en que se puede mejorar o redondear una semana con olor a turrón y mazapán, pero también a cultura local hecha con el esmero a que obliga el amor por la música.

Aún resuena, seguro, la actuación de La Mala Hierba en el Cabezón por Gaza de noviembre, para cantar a quienes se ven apresados en una vida indigna bajo las bombas y los abusos de un estado genocida. Hasta cuando se piensa en el horror de un genocidio puede quedar un precioso puñado de canciones que cambien el sabor amargo de la injusticia.

 

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A las 20:30 bajarán las luces del Rvbicón para esta propuesta diferente. Las entradas se pueden conseguir en el propio local de la calle del Sol.