Otras Navidades

Tiempo de lectura: 5 min

La mesa puesta con el mantel guardado en el primer cajón del armario donde se guarda todo lo que es importante, lo que se debe sacar solo en ocasiones muy especiales. Por eso desde pequeño lo mirabas como si fuera un cofre del tesoro. Y te mirabas la palma de la mano a ver si habías sido marcado con la mancha negra, esa que te hacía ser miembro maldito del grupo de los piratas. Cada cual elige desde donde se coloca el parche, en el ojo izquierdo o en el ojo derecho. Sonará naif pero lo importante es ser buena persona, que decía la abuela. Tal vez por eso al Olentzero, al Esteru, a Papa Noel o a los Reyes Magos, no les pareció tan raro que pidieras una llave. Y ahí los tienes, como si de un Sanedrín se tratara, a los cuatro debatiendo que llave debían llevarte. Acotación: Ya que era un Sanedrín, ojalá la llave fuera la de la libertad del Pueblo Palestino, la del fin de la ocupación y del genocidio (entre otros).

Con el tiempo descubriste que hay por lo menos dos tipos de piratas y los malos de verdad no suelen lleva parche en el ojo, lo llevan en un lugar más oculto que no se suele ver a primera vista: En el corazón. Y su latido suena peor que el del reloj que avisaba de la llegada del cocodrilo a Garfio en Peter Pan “Tic, tac, tic, tac, tic tac” ¿Hasta cuándo? Porque en el cajón donde estaban todos esos tesoros, no sabías si también habría un mapa con las fronteras de verdad, las que dicen donde están las geografías de la justicia, de la solidaridad con las de gentes que están siendo masacradas. Si te borran de ese mapa es como si nunca hubieras existido y quien viene detrás no sabrá siquiera que alguien estuvo allí. Mientras en el Sanedrín aún no se decidían. Ojalá pidiera una consola como todos los demás, decía Melchor; dentro de poco no serviremos para nada, decía el Olentzero apoyando su mano en el hombro de El Esteru: Encima a mi, casi nadie me conoce, me confunden con una versión costumbrista de éste. Papa Noel ni les prestaba atención, estaba demasiado concentrado en descifrar el algoritmo de las navidades futuras, no entendía que él ya no apareciera, que no aparecieran ninguno de ellos. Es como si todo estuviera gestionado por la Inteligencia Artificial en un MatriX que ahora se llama GeminiX. Creo que ya sé lo que significa la X; es el lugar que marca nuestra tumba, dijo Baltasar, entretenido en ordenar su nueva petición de asilo. Hay tantos países en los que ya no podemos entrar que está siendo todo un Sin Dios. Ahí le has dado, coincidieron todos, como si la referencia les llevase a un mundo donde han sido sustituidos sin ni siquiera darse cuenta.

Sea como fuera no podía ser tan difícil fabricar una llave imaginaria para abrir el dichoso cajón. Total el mantel no es más que eso, un mantel. Le pasa como a las banderas que no dejan de ser trapos de colores a las que alguien les de da demasiada importancia, se apropian de su significado y y les da un valor que no tienen. Algo así como ese maldito mantel guardado en el armario. Si solo es un trapo, ¿por qué demonios darle tanta importancia?, ¿acaso no se mancha como cualquier otro?, ¿si los cortas no se deshilacha? Ya sé que esto es una apropiación del mercader de Venecia, pero bueno la Navidad también lo es, casi todo lo es. No entendías que de especial tenía el dichoso mantel, nada de lo que recordabas de él le hacia diferente a los demás trapos de cocina o manteles que utilizabas habitualmente. Entonces ¿a qué tanta historia? ¿Por qué guardarlo como oro en paño durante todo un año para sacarlo en estos días y luego volverlo a guardar? Es por lo que representa, le oíste decir a tu madre desde la cocina. Llevaba un rato ya pendiente de ti y de tu mirada fija en el armario. Qué estará tramando éste.. Pero, ¡si no he hecho nada!, contestaste al tiempo que dabas un respingo sobre el cojín en el que te estabas sentado. Ya sé que no has hecho nada, pero llevo un rato observando que no le quitas ojo al cajón. Es que no entiendo por qué está cerrado bajo llave. Porque ahí guardamos cosas muy especiales para celebrar algo muy importante para nosotros. Cada persona lo llama diferente, pero en el fondo para todos es un poco lo mismo, quiero decir que cada cultura o pueblo celebra diferente, pero todo gira en torno a intentar entender el misterio de la vida y todo acaba girando en torno valores como la justicia, el amor, la solidaridad, el respeto, la libertad, la fraternidad, bueno, ya sabes todas esas cosas… ¿Entiendes entonces por qué le damos esa importancia y lo guardamos como un tesoro? Iba a contestar de inmediato, porque creía entender el lugar desde donde le hablaba su madre y sabía que ese lugar era bueno y lleno de buenas intenciones, pero se quedó callado, como colocando todas esas palabras. Vaya, nunca callas y ahora te has quedado ahí como ensimismado. No, solo estaba pensando; que si es tan importante y representa todo eso, porqué no dejas el cajón abierto y lo utilizamos todo el año. Mejor aún; para eso no necesitamos cajones, ni manteles (o banderas) ¿No te parece? Y ahora quien se quedó callada fue ella. Anda pon la mesa, que es Navidad. Pero, esta vez, deja el cajón abierto.

Mostrar comentarios [0]

Comentar

  • Este espacio es para opinar sobre las noticias y artículos de El Faradio, para comentar, enriquecer y aportar claves para su análisis.
  • No es un espacio para el insulto y la confrontación.
  • El espacio y el tiempo de nuestros lectores son limitados. Respetáis a todos si tratáis de ser concisos y directos.
  • No es el lugar desde donde difundir publicidad ni noticias. Si tienes una historia o rumor que quieras que contrastemos, contacta con el autor de las informaciones por Twitter o envíanos un correo a info@emmedios.com, y nosotros lo verificaremos para poder publicarlo.