El Gobierno de Cantabria decide el confinamiento perimetral de la comunidad

El presidente, Miguel Ángel Revilla, encabeza la decisión y la hace pública en una rueda de prensa en la que le acompaña el vicepresidente, Pablo Zuloaga, el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, y la de Educación, Marina Lombó. Y también se decide, definitivamente, cancelar las vacaciones escolares de la próxima semana.
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«Hay que tomar medidas duras». Esto decía el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, tras anunciar que la comunidad, al igual que la gran mayoría de los territorios de España, queda confinada de manera perimetral.

Es decir, que sólo se puede salir y entrar en ella con causa justificada, como pueda ser ir a trabajar, acudir al cuidado de personas mayores, menores o dependientes, o tener que acudir a un centro médico. Y entrará en vigor esta próxima medianoche.

La segunda medida es la que empezó a comentarse en el día de ayer: se cancela la semana de vacaciones en el ámbito educativo. El presidente argumentó que esta decisión se toma para no tener que confinar «todos los ayuntamientos de Cantabria». Se trata de controlar los contactos sociales y que esas personas que disfrutarían de vacaciones toda la semana que viene no se desplacen más de lo normal y puedan generar una mayor propagación del virus.

«Sanidad ha dado esta opción», explicó Revilla, haciendo referencia a que es el equipo de esa Consejería quien determina los pasos a dar en esta materia. Ya en otras ocasiones ha dicho también que «no es un experto en la materia» y por eso sólo firma decisiones que aprueban las autoridades sanitarias. «En España interviene demasiado la política y poco la Sanidad», señaló.

El presidente de Cantabria también dijo hacerse cargo de que esta es una situación muy difícil y que estas medidas son dolorosas, pero el momento que vivimos por la pandemia obliga a tomar esas medidas de un modo rápido. Aunque también aseguró que el Gobierno será igual de rápido «cuando haya que echar para atrás estas medidas». La intención, «no afectar más a la economía».

«Es posible que en próximas semanas siga creciendo la presión hospitalaria», reconoció Revilla, que aludió a que se debe evitar que los hospitales sólo puedan dedicarse a tratar a enfermos con Coronavirus. Evitar el colapso para que enfermos de otras patologías también puedan acudir a centros hospitalarios.

«LUGAR MÁS SEGURO, LA ESCUELA»

«Lugar más seguro, la escuela», afirmó Revilla para justificar que lo mejor en los próximos días es que los niños sigan acudiendo a clase y de ese modo no hay un incremento de los contagios.

En cuanto a las vacaciones del personal educativo, el presidente dijo que se va a flexibilizar el calendario escolar, y esos cinco días no se van a perder, «se recuperarán en la fecha que se pueda». Se va a intentar compensar a quien haya pedido las vacaciones en esa semana. Al menos, en lo que respecta a la Administración autonómica, y tratando de que otras administraciones hagan lo mismo.

En cuanto a la cuestión de la seguridad, Revilla indicó que tiene previsto reunirse el próximo lunes con la delegada del Gobierno en Cantabria, Ainoa Quiñones, para que se puedan hacer efectivas las medidas que aprueba el Ejecutivo cántabro. Por ejemplo, sancionando a quienes hagan caso omiso de estas nuevas normas.

AYUDAS DE EMERGENCIA

Aprovechó Revilla para comunicar cómo serán las ayudas de emergencia aprobadas por el Consejo de Gobierno ante la crisis económica que se está sufriendo. Se va entregar un cheque de urgencia de 500 euros a propietarios de bares y ocio nocturno, a salas culturales y a orquestas y feriantes. Y otro de 300 euros a taxistas y a los autónomos del sector deportivo. En total son ayudas por importe de tres millones de euros.

Todo esto, ha añadido, se perjuicio de otras cantidades que llegarán próximamente de la mano de un estudio pormenorizado que el Ejecutivo va a realizar para tratar de ayudar a los sectores más perjudicados.

DOS ALTERNATIVAS

Así, en el contexto actual, a partir de los datos epidemiológicos de Cantabria y de la singularidad que suponía el periodo vacacional escolar de la semana que viene, ha explicado que los expertos ponían encima de la mesa dos alternativas.

La primera, “cerrar no solo Cantabria, sino todos los municipios”, para evitar la movilidad de cerca de 100.000 escolares y de sus padres, habida cuenta de que muchos de ellos tendrían que dejarlos al cuidado de familiares para poder cumplir con sus obligaciones laborales. Y la segunda, establecer el perímetro de seguridad exclusivamente en el ámbito de la Comunidad Autónoma y aplazar la semana no lectiva, que es por la que finalmente se ha optado.

“La única manera de no cerrar todos los ayuntamientos y cerrar Cantabria era que se rectificara el calendario escolar, siempre con una restitución de estos días en cualquier otra época del año”, ha señalado Revilla, quien, además, ha incidido en que los colegios son en estos momentos “el lugar más seguro para los niños”.

El jefe del Ejecutivo ha reconocido que esta decisión es “dolorosa” y ha provocado “respuestas no coincidentes” entre los diferentes estamentos de la comunidad educativa, con los que ayer por la tarde se reunió la consejera de Educación, “pero en esta vida hay que tomar decisiones y este Gobierno, con el informe favorable de Sanidad, entiende que esta es la mejor opción”.

También ha confirmado que en los próximos días continuarán los encuentros para buscar una solución al respecto de esos días, que “no son días perdidos”, y que pasa, en todo caso, por el mantenimiento de los 175 días lectivos que recoge el calendario escolar.

Finalmente, ha asegurado que el objetivo que se persigue con estas medidas es conciliar la protección de la salud con el mantenimiento de la actividad económica y evitar que el incremento de contagios provoque, a su vez, un incremento de la presión hospitalaria. “No podemos tener colapsado el sistema solo por el Covid, porque los ciudadanos tienen otras muchas patologías que hay que seguir atendiendo”, ha apostillado.

Por su parte, el vicepresidente del Gobierno, Pablo Zuloaga, ha asegurado que, aunque el aumento de contagios es alto y la presión hospitalaria no para de crecer, “Cantabria llega a esta segunda ola más preparada”, con inversiones en marcha en los hospitales públicos de la región y con la adopción de medidas desde el Ejecutivo, con el objetivo de frenar la curva de contagios y evitar un confinamiento total. Entre ellas, se ha referido a la celebración de eventos deportivos sin público que ha fijado Salud Pública y a “la parada del deporte escolar”.

Zuloaga ha destacado, además, “el esfuerzo de la sociedad de Cantabria”, de los profesionales sanitarios y de las residencias de personas mayores desde que el 14 de marzo se declarara el primer estado de alarma debido a la crisis sanitaria. También ha valorado el esfuerzo de Salud Pública para frenar los contagios en Cantabria y ha llamado a la responsabilidad individual. “Para seguir adelante, tenemos que avanzar con responsabilidad”, ha asegurado el vicepresidente.

Reducir la movilidad y preservar el ámbito rural

Por su parte, el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ha puesto en contexto el cierre perimetral de la comunidad autónoma, que entrará en vigor a las 00:00 horas y que supone que nadie podrá entrar ni salir de Cantabria, excepto por las causas tasadas recogidas en el Real Decreto 926/2020, por el que se declara el estado de alarma para contener la propagación de infecciones causadas por el SARS-CoV-2.

El consejero también se ha referido a la obligación del Ejecutivo regional de preservar a aquellos municipios que no tienen casos o presentan una incidencia muy baja. En este sentido, ha comentado que el 64% de los municipios de Cantabria, fundamentalmente en el ámbito rural, tienen menos de 10 casos activos.

“Si llevamos la infección COVID a estos municipios, que tienen una alta prevalencia de población mayor, seguramente habría que lamentar pérdidas humanas y se provocaría una mayor demanda asistencial en el ámbito hospitalario”, ha pronosticado.

En relación con la posible aplicación de nuevas medidas en aquellos ayuntamientos que presentan una mayor incidencia de casos, Miguel Rodríguez prefiere esperar a conocer los efectos que produzcan en los próximos días las medidas establecidas por su departamento el pasado viernes 23 de octubre, complementadas con los decretos que determinan el tamaño de los grupos y la restricción de la movilidad en horario nocturno.

“Las medidas tienen que ser proporcionadas a cada situación”, ha recalcado, al tiempo que ha subrayado que las decisiones adoptadas en Cantabria se adelantan a posibles escenarios futuros.

 

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