El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Santander ha reclamado el expediente administrativo completo relativo al mástil de la bandera de España que se instalará a finales de este verano en la Glorieta de Puertochico.

De este modo, el Consistorio deberá responder en cinco días naturales y facilitar la documentación requerida al portavoz municipal, Daniel Fernández, quien considera «imprescindible» conocer cómo se justifica el gasto de 61.726 euros en colocar un nuevo mástil de más de 25 metros de altura, al que hay que sumar otros 4.900 euros por la redacción del proyecto redactado por la empresa Dynamis.

«Como oposición tenemos la responsabilidad y la obligación de fiscalizar en qué se gasta el dinero de todos los santanderinos», ha recalcado.

En esta línea, Fernández ha subrayado que considera «injustificado», «desproporcionado» y «poco adecuado en estos momentos de crisis económica como el que viven miles de santanderinos que nuestro Ayuntamiento destine cerca de 67.000 euros en reinstalar la bandera de España en la Glorieta de Puertochico».

CONTROL DEL GASTO

Además, ha asegurado que no es una cuestión de si se coloca en Puertochico la enseña rojigualda, sino de que «se controle y limite el gasto que eso conlleva en una situación de crisis generalizada como la que estamos viviendo tras el estallido de la pandemia».

Ha recordado también que «fue un escándalo a nivel nacional» el hecho de que el Ayuntamiento de Santander pagara 40.0000 euros por una bandera de España de unas dimensiones de 10×7 metros cuadrados en 2008, «cuatro veces más de lo que costaba a precio de fábrica».

En opinión del portavoz socialista, las prioridades del equipo de Gobierno del PP y Ciudadanos «deben ser las necesidades reales de nuestros vecinos y vecinas. No creo que las necesidades de decenas de comerciantes y hosteleros de esta ciudad pasen porque en Santander ondee la bandera más grande y alta del país».

«Es el momento de no dispersar recursos públicos en gastos innecesarios y como oposición debemos fiscalizar que cada euro que sale del Consistorio tenga un destino que sirva para impulsar la economía de la ciudad y proteger a los más vulnerables», ha recalcado.

PROBLEMAS DESDE SU INSTALACIÓN

Asimismo, Daniel Fernández ha señalado que el mástil anterior fue retirado en 2020 por desgaste del material, aunque en 2018 también tuvo que ser reparado. La bandera, que inicialmente tenía unas dimensiones de 10×7 metros cuadrados se tuvo que ser sustituir por una de menores dimensiones por una cuestión de seguridad y para reducir los esfuerzos que debía soportar.

Ahora, de nuevo se propone reinstalar la enseña más grande, la que había que arriar cada vez que arreciaba el viento en Santander, algo «muy habitual» en esta ciudad, ha dicho.

Por último, Fernández ha asegurado que, si se hacen cuentas del dinero que lleva invertido el Ayuntamiento de Santander en el «capricho» de instalar una bandera de esas dimensiones y a tanta altura, junto a las reparaciones efectuadas desde 2008, se superan con creces los 100.000 euros. «Algo que nos parece desorbitado», ha concluido.

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