El PSOE critica el nuevo contrato de limpieza de Santander por «llegar tarde» y carecer de fiscalización
El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Santander ha denunciado que el nuevo contrato de recogida de basuras y limpieza viaria anunciado por el equipo de Gobierno del Partido Popular «llega tarde» y no parte de cero, sino de una situación «de desastre», consecuencia —según apuntan— de años de abandono y falta de control por parte del Ejecutivo local.
El portavoz socialista, Daniel Fernández, ha recordado que el actual servicio lleva más de cuatro años funcionando bajo un contrato de emergencia, a pesar de que la alcaldesa, Gema Igual, había señalado que este mecanismo excepcional tendría una duración máxima de ocho meses.
«Este contrato llega tras años de contenedores rotos, papeleras desbordadas y calles sin baldear», ha afirmado Fernández, quien considera que el nuevo acuerdo «no puede presentarse como un avance», sino como una forma de «reconocer todo lo que no se ha hecho» durante los últimos años.
En este sentido, ha señalado que la renovación de la flota, la instalación de nuevos contenedores, la puesta en marcha de puntos limpios o la implantación del contenedor marrón son actuaciones «largamente retrasadas». Sobre este último, ha recordado que fue una propuesta impulsada por el Partido Socialista durante la anterior legislatura, pero que no se ha implementado hasta ahora.
La crítica principal del PSOE se centra en la falta de fiscalización y seguimiento de los contratos de servicios públicos externalizados. «El Partido Popular tiene un historial muy claro: licita, firma y externaliza contratos, pero luego desaparece», ha apuntado el portavoz municipal, acusando al Gobierno local del PP de no ejercer un control efectivo sobre las empresas concesionarias que gestionan servicios esenciales en la ciudad.
Además, desde el PSOE han puesto el foco en el coste económico de esta situación. Consideran que la ausencia de seguimiento y evaluación de estos contratos supone una «mala gestión» del dinero público, ya que las empresas adjudicatarias «reciben cuantiosas sumas sin una supervisión adecuada sobre la calidad del servicio que prestan».
Este nuevo contrato llega tras un periodo de fuertes críticas vecinales por la suciedad acumulada en distintas zonas de la ciudad y por el mal estado de los contenedores.
Desde el Grupo Socialista han reclamado que el nuevo contrato no se limite a renovar la flota y cambiar contenedores, sino que incluya compromisos de transparencia, fiscalización efectiva y participación ciudadana en la evaluación del servicio. También han exigido un calendario claro para la implantación del contenedor marrón en toda la ciudad, así como campañas de sensibilización para fomentar su uso adecuado.
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