La Casona de Tudanca, en el municipio de Tudanca, acoge este jueves 11 de diciembre la jornada ‘Raíces de la tierruca’, una iniciativa organizada por la Mancomunidad de Municipios “Nansa” que busca poner en valor la vida rural, sus tradiciones y el papel de la comunidad en el sostenimiento del territorio.

El programa se desarrollará a lo largo de la tarde e incluirá tres actividades divulgativas y participativas:

A las 16:00 horas, el equipo de la Dirección de la Casona de Tudanca ofrecerá una presentación sobre este enclave, declarado Bien de Interés Cultural, que fue residencia de veraneo del escritor cántabro José María de Pereda y más tarde del bibliófilo José María de Cossío. Se abordará su historia, el patrimonio que conserva y su papel como centro cultural en la actualidad.

A las 17:00 horas se celebrará una charla bajo el título ‘El Prao Concejo, la basna y una comunidad única’, a cargo de vecinas y vecinos de Tudanca. El contenido gira en torno a prácticas comunales tradicionales como el uso del prao concejo o la basna, formas de organización colectiva ligadas al aprovechamiento ganadero y al uso comunal de los recursos. Estas prácticas, con fuerte arraigo en la zona, son un ejemplo de gobernanza rural que aún pervive en el Valle del Nansa.

Por último, a las 18:00 horas, la asociación La Bardal dinamizará una actividad centrada en la recuperación del maíz tradicional, un cultivo emblemático del medio rural cántabro. La Bardal trabaja en la recuperación de variedades locales de maíz con criterios agroecológicos y de soberanía alimentaria, así como en la divulgación de saberes agrícolas tradicionales.

La Bardal es una asociación juvenil que desarrolla su actividad en el entorno del Valle del Nansa y Liébana, con el objetivo de fomentar el arraigo juvenil, recuperar el conocimiento tradicional y promover alternativas de vida digna en el medio rural. Su trabajo parte de una visión crítica sobre los procesos de despoblación, pérdida de autonomía alimentaria y abandono de los saberes locales.

Entre sus líneas de acción se encuentran la recuperación de semillas tradicionales, la dinamización de huertas comunitarias, la organización de campamentos y talleres intergeneracionales, y la creación de espacios de formación rural para jóvenes. Además, impulsan proyectos vinculados a la memoria oral, la cultura campesina y la autogestión.

La Bardal forma parte de redes estatales como la Red de Semillas y participa en campañas como la de Escuelas Campesinas, que conectan prácticas agroecológicas con pedagogías populares. En sus actividades integran saberes científicos y populares, apostando por un modelo de ruralidad sostenible, feminista y participativo.

Esta jornada forma parte de las Jornadas del Pacto Rural por Europa en el Valle del Nansa, una iniciativa orientada a dar visibilidad a las zonas rurales y a fomentar la participación de la ciudadanía en el diseño de políticas públicas que frenen su despoblación y deterioro.

La despoblación rural es uno de los desafíos estructurales de Cantabria. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), más de un 70% de los municipios cántabros han perdido población en la última década. En este contexto, iniciativas como esta buscan poner en valor el papel de las comunidades locales en la conservación del territorio, la sostenibilidad y el patrimonio cultural.

La actividad es gratuita y está abierta a todas las personas interesadas, con posibilidad de obtener más información en el teléfono 650 403 821 o a través del correo electrónico mancomunidadnansa@gmail.com.

La Casona de Tudanca es uno de los principales referentes culturales del medio rural en Cantabria. Ubicada en el municipio de Tudanca, en el corazón del Valle del Nansa, fue construida en el siglo XVIII y declarada Bien de Interés Cultural en 1985. El edificio, de estilo montañés, ha conservado su estructura original y parte del mobiliario y decoración de época, lo que permite una aproximación directa a la vida cotidiana y la historia de la comarca.

A comienzos del siglo XX, la casona fue adquirida por José María de Cossío, intelectual, escritor y académico de la Real Academia Española, conocido especialmente por su vinculación con la cultura taurina y por la monumental obra ‘Los Toros’. Cossío convirtió la casona en un lugar de encuentro para figuras destacadas de la literatura y el pensamiento de su tiempo, muchos de ellos vinculados a la Generación del 27.

Por sus estancias pasaron autores como Gerardo Diego, Miguel Hernández, Gabriel Celaya, Vicente Aleixandre o Manuel Altolaguirre, entre otros. También mantuvo una relación estrecha con Menéndez Pelayo y Unamuno, consolidando así la casona como un espacio de referencia en el circuito intelectual del siglo XX español. Algunas cartas, manuscritos y objetos personales de estos autores se conservan hoy en su archivo.

Tras la muerte de Cossío en 1977, la familia donó la propiedad al Estado, y la gestión del espacio pasó a depender de la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria, que lo mantiene como Casa-Museo, con biblioteca, archivo y visitas guiadas. La colección incluye una biblioteca de más de 20.000 volúmenes, manuscritos originales, correspondencia y objetos relacionados con los escritores que frecuentaron la casa.

La Casona también ha servido como escenario para múltiples iniciativas culturales, incluyendo encuentros literarios, exposiciones y actividades educativas dirigidas tanto al público general como al ámbito escolar. Su entorno natural y su valor como espacio de memoria convierten al edificio en un ejemplo de cómo el mundo rural puede acoger propuestas culturales de gran calado.

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