Cantabria ha vuelto a ser escenario en las últimas semanas de iniciativas ciudadanas de solidaridad con Palestina, impulsadas por colectivos locales que, a través del deporte y la cultura, logran mantener la atención pública sobre la situación humanitaria en la Franja de Gaza en un contexto de creciente silencio mediático.

Este fin de semana, el colectivo Sumud, un grupo de jóvenes que a través de la cultura y deporte sensibilizan sobre la ocupación y el exterminio de Israel en Palestina, organizó en Torrelavega la carrera solidaria Corre por Gaza, una acción simbólica y participativa que reunió a más de 70 personas y registró más de 80 dorsales.

La iniciativa recaudó 2.520 euros, de los que, 2.157 euros se destinarán íntegramente a ayuda humanitaria tras descontar los gastos de camisetas y pañuelos solidarios.

La carrera incluyó distancias de 3, 6, 12, 18, 41 y 50 kilómetros, muchas de ellas realizadas caminando, y destacó por su carácter intergeneracional y la implicación de colectivos habituales en las acciones solidarias, como el Comité Interpueblos y Cabezón por Gaza.

La distancia máxima fue concebida como un elemento simbólico, al representar la extensión aproximada de la Franja de Gaza, un territorio de 41 kilómetros de norte a sur y 12 de este a oeste, y el uso de la pista de atletismo buscó reflejar el encierro y la limitación del espacio vital que sufre la población gazatí.

Durante el acto se leyó un manifiesto en el que Sumud recordó que más del 90 % de la población de Gaza ha sido desplazada, que la destrucción de infraestructuras civiles es casi total, que la mayoría de hospitales han sido alcanzados por ataques y que la falta de agua potable, el frío y la escasez de recursos básicos mantienen la emergencia humanitaria en niveles críticos. Según los datos citados por la organización, al menos 72.000 personas han sido asesinadas, aunque informes internacionales elevan la cifra real de víctimas de forma significativa.

Los fondos recaudados se destinarán a la ONG Gaza Sunbirds, integrada por atletas palestinos de ciclismo adaptado que, desde octubre de 2023, distribuyen ayuda humanitaria por la Franja mediante bicicletas. Su fundador, Allá Aldali, perdió una pierna tras recibir el disparo de un francotirador israelí en 2018. Sumud agradeció además la colaboración de diversos comercios locales y al Ayuntamiento de Torrelavega por la cesión del espacio.

«Pedaleamos para vivir”: Los Gaza Sunbirds, el equipo palestino al que se podrá apoyar participando en Corre por Gaza

Entre los apoyos mencionados figuran el restaurante Suka, la tienda Kilómetro Vertical, la cafetería Petra, la casa de comidas Ecotierruca, la asociación 14 Kilómetros, el centro de entrenamiento The Workshop Training y el rocódromo Quality. También se agradeció al Ayuntamiento de Torrelavega la cesión del espacio, así como la implicación constante del colectivo Cabezón por Gaza.

PALESTINA ANIMADA, UNA IDEA QUE SE ASIENTA Y EXTIENDE

Y la semana anterior, el colectivo Cabezón con Gaza –organizador de eventos como las vigilias solidarias o el festival solidario en Cabezón-– había impulsado la segunda edición de Palestina Animada, un ciclo de cine solidario que recaudó 1.300 euros a través de donaciones voluntarias durante las proyecciones celebradas en la Filmoteca y en la Casa de Cultura. Los fondos han sido enviados a una cuenta de apoyo directo a cineastas que continúan sobreviviendo en Gaza.

El proyecto, estrenado mundialmente en marzo de este año, ha sido proyectado ya en más de 40 espacios del Estado español, Europa, Latinoamérica y Oriente Medio, y continúa creciendo de forma orgánica gracias a festivales, filmotecas, centros educativos y colectivos culturales.

La expansión del ciclo se ha producido de forma “orgánica y exponencial”, a través de contactos generados en festivales, filmotecas y colectivos culturales, así como por la propia iniciativa de personas y entidades que, tras conocer el proyecto, han solicitado programarlo en sus territorios.

En el caso de Cantabria, las proyecciones se desarrollaron durante dos días en la Filmoteca y una jornada adicional en la Casa de Cultura, con una respuesta que la organización valora como muy positiva. La recaudación se obtuvo mediante donaciones voluntarias en la entrada, y los fondos ya han sido transferidos a la cuenta habilitada para apoyar directamente a profesionales del cine en Gaza.

Durante las proyecciones, relatan, acudió tanto público ya concienciado como personas que se acercaban por primera vez, algunas de ellas expresando dudas sobre la dureza emocional del contenido, especialmente en fechas navideñas.

Desde la organización reconocen que, tras la desaparición del conflicto de la agenda mediática con el anuncio de un alto el fuego que no ha supuesto el fin de los bombardeos ni de las matanzas, resulta cada vez más difícil movilizar nuevos públicos, debido a la percepción social de que el conflicto ha pasado a un segundo plano tras lo que califican como un “fraude de acuerdo de paz” y un supuesto alto el fuego. En este sentido, subrayan que la cobertura mediática ha disminuido de forma drástica, hasta desaparecer en muchos casos de la agenda informativa diaria.

Y sucede especialmente en fechas como la Navidad, pero subrayan la importancia de seguir generando espacios de reflexión y visibilización, también a través de la cultura. Frente a ello, desde la organización trasladan una reflexión clara: la Navidad también se vive en Gaza y en otros lugares del mundo atravesados por la violencia, y optar por no mirar no elimina la realidad de la injusticia que se está produciendo.

La organización advierte de que las consecuencias humanitarias que siguen produciéndose en Gaza —como las muertes por frío, inundaciones en los campamentos o enfermedades derivadas de las condiciones extremas— son presentadas a menudo como desgracias climáticas aisladas, sin vincularlas a lo que consideran un genocidio en curso, lo que contribuye a la desmovilización y al desgaste social.

Cabezón con Gaza reconoce igualmente que muchas personas manifiestan dificultades personales y económicas en su día a día, pero subraya que ello no invalida la necesidad de denunciar una vulneración masiva y sostenida de los derechos humanos, ni la responsabilidad de los gobiernos occidentales, a los que acusan de consentir la impunidad. En este contexto, destacan que la protesta social, la cultura y la visibilización pública siguen siendo las principales herramientas disponibles.

Lejos de cerrar el ciclo, la organización anuncia la continuidad de Palestina Animada, con nuevas proyecciones ya realizadas en espacios como Cinechiki, en Bilbao, y con contactos abiertos con estudiantes de cortometraje, colectivos educativos y culturales, así como asociaciones de perfiles muy diversos. El objetivo, señalan, es alcanzar distintas capas de la sociedad, generando tanto visibilidad como conciencia crítica en cada uno de esos ámbitos.

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