Treball Solidari pone en marcha la Escuela de Activistas en el Colegio El Salvador de Torrelavega
Treball Solidari Cantabria, miembro de la Coordinadora Cántabra de ONGDs, ha puesto en marcha en el colegio El Salvador de Torrelavega la Escuela de Activistas, un proyecto educativo que busca fomentar la implicación del alumnado en procesos de transformación social a través de la participación activa y la defensa de los derechos humanos.
La propuesta, impulsada en colaboración con el centro educativo, se articula como un espacio de aprendizaje colectivo y acción crítica donde las y los estudiantes trabajan sobre temas vinculados a la justicia social, los derechos fundamentales y el compromiso ciudadano.
Un espacio educativo para la transformación social
El proyecto lleva por título ‘Laboratorio de Activistas por los Derechos Humanos: la juventud como motor de cambio social’ y forma parte de la línea de trabajo de Treball Solidari centrada en la educación para la transformación social. Su implementación en el centro educativo se concreta en actividades participativas que permiten al alumnado reflexionar, debatir y actuar sobre cuestiones sociales desde un enfoque de ciudadanía activa.
En este sentido, la Escuela de Activistas vincula la educación formal con la acción comunitaria, abriendo espacios de reflexión dentro del aula sobre los retos sociales contemporáneos. Además, permite fortalecer capacidades colectivas como la organización, la comunicación o la empatía, mientras se fomenta el pensamiento crítico y el trabajo en equipo.
El Salvador: un modelo cooperativo con trayectoria educativa
El Colegio El Salvador, ubicado en Avenida de Solvay, 24, Barreda (Torrelavega), es un centro concertado que funciona bajo el modelo de cooperativa de enseñanza. Ofrece formación desde las etapas de educación infantil hasta secundaria, y mantiene una línea de trabajo orientada hacia la innovación pedagógica, la implicación familiar y la atención a la diversidad del alumnado.
En su proyecto educativo, el centro destaca por integrar iniciativas que refuerzan la dimensión social de la educación, y por su apuesta por metodologías participativas y colaborativas que buscan el desarrollo integral del estudiantado.
Ambas organizaciones ya habían colaborado en proyectos como ‘La escuela como altavoz de los ODS y motor del consumo responsable’, una iniciativa orientada a fomentar una ciudadanía crítica a través de la educación.
En virtud de ella, el alumnado se organizó en grupos de trabajo para investigar el origen de productos de consumo cotidiano, analizar los procesos de extracción de los recursos naturales que requieren y las condiciones laborales de quienes los producen. Además, reflexionaron colectivamente sobre alternativas de consumo que reduzcan los impactos sociales y medioambientales de estos bienes.
Treball Solidari Cantabria: educación y participación
Treball Solidari Cantabria es la delegación autonómica de Treball Solidari, organización sin ánimo de lucro con presencia en varias comunidades autónomas, que trabaja desde un enfoque de derechos humanos, desarrollo humano sostenible y participación comunitaria. Su línea de acción incluye programas educativos, iniciativas de sensibilización y proyectos de acompañamiento a colectivos en situación de vulnerabilidad, tanto en contextos locales como internacionales
En Cantabria, la entidad impulsa proyectos dirigidos a la juventud y al ámbito escolar, centrados en fortalecer el pensamiento crítico y la conciencia social del alumnado, mediante talleres, laboratorios y experiencias participativas, junto a otros como los relacionados con la inserción laboral de mujeres, con atención especial a mujeres migrantes, además de proyectos de cooperación al desarrollo sobre el terreno.
La puesta en marcha de la Escuela de Activistas en el Colegio El Salvador forma parte de este enfoque, y se suma a otras acciones desarrolladas por la entidad en el territorio, en colaboración con centros educativos, asociaciones y administraciones públicas.
La Escuela de Activistas se plantea como un modelo replicable en otros entornos escolares, que permite tejer alianzas entre el ámbito educativo y el tejido social. La iniciativa refuerza el papel de la juventud como sujeto activo en la construcción de una sociedad más justa, inclusiva y democrática.
La experiencia de Torrelavega busca demostrar cómo, desde los centros educativos, se pueden generar procesos participativos que favorezcan una educación transformadora, vinculada a las realidades del entorno y con capacidad para incidir en él.
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