Héroes de la República y la Libertad sigue reclamando algún elemento de homenaje a las víctimas del bombardeo sobre el Barrio Obrero del Rey
La asociación Héroes de la República y la Libertad describe lo ocurrido el 27 de diciembre de 1936 el ‘El Guernica cántabro, antes de Guernica’. Y es que se cumplen 89 años de una fecha trágica.
Dice la asociación, en un comunicado, que «lo que vemos hoy en Gaza se ensayó durante la Guerra Civil España y lo sufrió la población inerme de Santander». Señalan que al mediodía de ese día y bajo órdenes directas de los militares golpistas, se produjeron varios bombardeos en la capital cántabra. El más mortífero de todos sobre el barrio Obrero del Rey, en lo que hoy es el Paseo de Altamira, hasta hace unos días, calle General Dávila, en honor del militar franquista que comandó la ofensiva del bando nacional en Santander.
Una masacre saldada con al menos 68 víctimas mortales, de ellas, un tercio menores de edad. Como Ignacio L., de 9 meses, las niñas Concepción G. y María V., ambas de dos años, también
Teresa O., de tres. Además, Ángeles A. y José T., de cuatro y así se podrían contar 18 menores de edad, según la asociación.
Un hecho monstruoso que precipitó represalias unas horas después, también terribles. Estas otras víctimas han sido honradas en el tiempo, por las familias y el franquismo. Pero las primeras de esa negra jornada, no.
Héroes de la República y la Libertad llevan varios años demandando, al menos, una placa recordatoria para las víctimas de ese bombardeo sobre la capital de Cantabria. En el Ayuntamiento de Santander, la mayoría gobernante del Partido Popular, con el apoyo de VOX, se ha opuesto a este recuerdo.
«Es una vergüenza que el Ayuntamiento santanderino, en un refugio antiaéreo, recuerde a los aviadores asesinos y no tenga la decencia humana de honrar a las víctimas de ellos», critica la asociación memorialista.
Esos aviadores, alemanes e italianos, actuaron bajo órdenes de los militares golpistas contra el legítimo gobierno constitucional republicano. Como el sangriento general Dávila, cuyo nombre ya no figura en el callejero santanderino, «gracias a la higiene democrática de nuestras leyes actuales», celebran.
Hoy como ayer Héroes de la República y la Libertad demandan un monolito o placa, recordando a las víctimas civiles indefensas de los bombardeos fascistas del 27 de diciembre de 1.936.