CCOO califica 2025 como el peor año de la sanidad pública de Cantabria

La Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios ha destacado la máxima conflictividad laboral, la ruptura del diálogo social y la deriva hacia la privatización y ha enumerado los déficits de tanto de los distintos hospitales como de la Atención Primaria en general
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La Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de Comisiones Obreras en Cantabria (CCOO) ha calificado 2025 como el peor año en la historia de la sanidad pública de Cantabria y ha destacado la máxima conflictividad laboral que ha existido, la ruptura del diálogo social y la marcada deriva hacia la privatización del sistema.

Arantxa Cossío y María José Barrio, secretaria general y secretaria de Negociación Colectiva, respectivamente, de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO en Cantabria, han sido contundentes y, en la rueda de prensa que han realizado esta mañana para hacer el balance del año, han acusado al consejero de Salud, César Pascual, de imponer sin negociar y de instaurar, a base de despotismo, una ‘sanidad bussines’.

Además, las responsables sindicales también han tenido palabras para la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, a la que han reprochado que haya dado el discurso de Navidad desde el hospital Valdecilla. «¿Ha aprovechado el discurso para firmar un nuevo contrato público privado?», se han preguntado, al tiempo que han criticado que ese supuesto montante de dinero que dice la presidenta que hay en el bolsillo de los y las ciudadanas de Cantabria se destinará a la sanidad privada por el cambio de modelo que se está promoviendo y la falta de inversión en la sanidad pública.

«Es intolerable que la sanidad pública se gestione como un negocio y no como un servicio esencial», ha dicho Arantxa Cossío, que ha señalado que «se ha creado una brecha salarial y de derechos cada vez mayor entre categorías, que se ha secuestrado la negociación colectiva a través de pactos opacos políticos y sectarios, que ha habido un incumplimiento sistemático de los acuerdos firmados y que se han vendido acuerdos ya firmados como si fueran nuevos».

La federación también ha hecho hincapié en el desmantelamiento de la sanidad cántabria y ha aludido al deterioro asistencial, a la pésima gestión económica y a la estrategia de infrafinanciación para justificar el desvío de fondos públicos a la sanidad privada, poniendo como ejemplo el convenio de 216 millones con el Hospital Santa Clotilde.

«La falta de estabilidad y los retrasos en la Oferta de Empleo Pública (OEP) están provocando la fuga de profesionales y la pérdida de efectivos esenciales sin contar el abandono de la sanidad rural, con una importante falta de inversión en los hospitales comarcales y en la Atención Primaria Rural», ha apuntado Cossío.

Barrio, por su parte, ha realizado un repaso por los déficits que sufren los cuatro hospitales de la región y la atención primaria en general. Así, del hospital de Laredo ha subrayado que el acuerdo para cubrir las plazas de difícil cobertura y que CCOO no firmó ha resultado un fracaso pues no se han cubierto todas las plazas; en el hospital Sierrallana, por su parte, hay una gestión ineficaz e ineficiente con un constante cambio de criterio y una acuciante falta de profesionales, como por ejemplo el caso de Rayos, con una única persona en el turno de noche o el único auxiliar administrativo en admisión de Urgencias que lleva tanto Sierrallana como Tres Mares.

«Además, la falta de recursos en el Hospital Sierrallana también afecta al Hospital Tres Mares, porque comparten dirección y gestión pero parece que se olvidan siempre del hospital campurriano. Lo que debería ser una coordinación efectiva entre ambos centros se está convirtiendo en un proceso de deterioro progresivo del hospital Tres Mares, con pérdida de camas, de personal y de servicios esenciales», ha denunciado Barrio.

Por su parte, del Hospital Valdecilla ha criticado la gestión de Recursos Humanos, y ha recordado que la excelencia de este centro sanitario se debe a su personal, a todos y todas las trabajadoras sin excepción, y ha subrayado que, en vez de mimar a la plantilla, se le hace difícil la conciliación o la movilidad voluntaria. «La gestión de los recursos humanos debería ser piedra angular del sistema sanitario pero esta Consejería está mirando hacia otro lado porque en la Atención Primaria pasa lo mismo, no hay un plan de futuro, es imprescindible una gestión eficaz de los recursos existentes», ha afirmado la secretaria de Negociación Colectiva.

Por todo ello, y con el ánimo de que las cosas en la sanidad pública de Cantabria mejoren, Arantxa Cossío, ha descrito cuáles son sus deseos para el año 2026. «Esperamos que haya un retorno al diálogo social legal, que se elimine la división entre profesionales de primera y de segunda y que haya una igualdad retributiva y de derechos real así como un desarrollo profesional equitativo. Además, queremos seguridad y protección para todos y todas las profesionales y muy especialmente con los temas de acoso y que se mejore la conciliación y la estabilidad de las plantillas. En definitiva, que haya un blindaje de la sanidad pública como pilar fundamental del estado de bienestar frente a la privatización que promueve la Consejería de César Pascual».

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