Cuando el último día del pasado mes de julio el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro (PP), puso sobre la mesa del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) el concepto de ‘déficit asimétrico’, se acercó más de lo que hubiéramos podido esperar a los postulados federalistas del catalán Pascual Maragall (PSC). Es posible que no sólo en lo semántico sino que también en lo económico, al poner distintas condiciones a las comunidades autónomas, con el premio de una mayor flexibilidad a las más incumplidoras de 2012. Por ejemplo a Cataluña.

Lo que aprobó el Consejo el pasado 31 de julio es una gran novedad, sobre todo por dos motivos:

– En primer lugar, porque suaviza el objetivo de déficit de todas las CC.AA. para el año 2013, establecido inicialmente en el 0,7%.

– En segundo lugar, porque introduce la asimetría, es decir, objetivos distintos para cada comunidad autónoma, contra el criterio vigente desde 2012.

Al CPFF del pasado 31 de julio asistieron dos grupos de comunidades autónomas:

– Las cumplidoras con el objetivo de 2012, como Cantabria.

– Las incumplidoras, como Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Cataluña, Illes Balears, Andalucía y Castilla-La Mancha. Este mapa del incumplimiento, sobre todo mediterráneo, tiene mucho que ver según fuentes consultadas con el mayor impacto de la reducción de ingresos donde la burbuja inmobiliaria fue superior.

Por Cantabria, no asistió por motivos personales la titular de Economía del Gobierno, Cristina Mazas, reemplazada en la tarea por el consejero de Medio Ambiente, Javier Fernández. En todo caso, el Ejecutivo regional ya había determinado que votaría a favor del ‘déficit asimétrico’, en una postura que establece otra diferencia entre las comunidades ‘cumplidoras’:

– Comunidades gobernadas por el PP que dicen ‘sí’ a Montoro y a Rajoy, como Cantabria

– Y comunidades del PP que votan ‘no’, como Madrid.

Cantabria cerró el ejercicio 2012 con un déficit presupuestario del 1,5%, tal y como consta en la resolución de la Intervención General de la Comunidad Autónoma del pasado 19 de julio. A expensas de que el Ministerio sume o reste las cuentas de empresas públicas y de la cuenta 409 – la que recoge el pago a proveedores-, el resultado definitivo parece que se va a acercar a que Cantabria clavó el objetivo que había marcado el Estado para todas las autonomías el año pasado (1,5%).

Sin embargo, el CPFF trabajó en la última reunión con un dato provisional para Cantabria del 1,13%. Esa misma cifra es el objetivo que se mantiene para el año 2013, lo que ha servido al Gobierno regional para trasladar a la opinión pública que Cantabria «no tendrá que hacer esfuerzos adicionales».

PRESIONES SOBRE EL GASTO EN CANTABRIA
Sin embargo un informe de la agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ya ha introducido la cuestión de que las comunidades deberán afrontar esfuerzos distintos, unas más y otras menos, según el déficit aprobado para este ejercicio de 2013.

Así, habrá un grupo de comunidades que podrán valerse de la venta de activos para su cumplimiento – por ejemplo, Cataluña, que podrá irse a un déficit del 1,58%-, y otro grupo, entre las que se se encuentra Cantabria con un límite de déficit del 1,13%, que podría tener que enfrentarse a «mayores presiones sobre el gasto», .

Bien es cierto que Fitch es titular indiscutible en una alineación de agencias que pasarán a la historia como los agentes económicos menos creíbles en sus predicciones (Fitch, Moody’s, Standard & Poor’s…), señaladas por el FMI o la Comisión Europea como parte importante de la actual crisis por las deficiencias de sus evaluaciones – desde los bancos norteamericanos que fueron a la quiebra en 2008 hasta las cuentas de la propia Grecia-.

Pero atendamos al argumento que Fitch pone de relieve sobre el concepto ‘asimétrico’ que introduce la administración Rajoy en el cumplimiento de los objetivos de déficit, porque a pesar de la pérdida de credibilidad,  los informes y consejos de las agencias de rating siguen siendo escuchados por los gobiernos. Y sobre todo por el interés que suscita la relación ‘cumplimiento de los objetivos de déficit’ – ‘recortes’ (o mejor dicho, nuevos recortes).

En concreto, Fitch apunta que las comunidades con el objetivo de déficit por debajo del 1,3%, como Cantabria (1,13%), Madrid (1,07%), La Rioja y Asturias (1,06% ambos) y Extremadura (1%),  es posible que tengan que revisar sus planes y recortar más el gasto para alcanzar los nuevos objetivos, debido al «probable descenso» de los ingresos en 2013.

Y CANTABRIA ‘SUEÑA’ CON REBAJAS FISCALES
No obstante, el Presupuesto General de Cantabria para 2013 se elaboró con la vista puesta en el objetivo inicial de déficit del 0,7%, por lo que el Gobierno regional contará en realidad con un margen superior al previsto en 0,43 puntos. Hay que recordar que se flexibiliza para todas las CC.AA., a unas más y a otras menos.

A esto, añaden fuentes del Ejecutivo, la evolución del déficit presupuestario de 2013 – sin contar las empresas públicas ni la famosa cuenta 409 del pago a proveedores- es positiva hasta el ecuador del ejercicio.

En todo caso, cabe la posibilidad de solicitar un crédito extraordinario – que sería como en 2012 a través del FLA-, para cubrir la diferencia entre el 0,7 y el 1,13, que a buen seguro apurará la administración cántabra.

A expensas de nuevos giros de guión, el objetivo para el siguiente ejercicio, el de 2014, será del 1%, con lo que el Gobierno de Ignacio Diego considera que tiene casi todo el camino del ajuste completado, y que incluso podrá afrontar una ansiada rebaja fiscal, que sería un balón de oxígeno más político que económico.

EL DEFICIT Y LA BILATERALIDAD
Fitch dice más cosas que sí preocupan al Gobierno de Cantabria, más por el comportamiento de las demás comunidades incumplidoras, y en especial de Cataluña.

La agencia alerta de que los repetidos cambios en los objetivos de déficit  de las autonomías en el último año, para muchas hasta en cuatro ocasiones, elevan la posibilidad de un debilitamiento de la disciplina fiscal si las autoridades autonómicas perciben estos objetivos como una mayor flexibilidad – que lo es-.

Y en esta línea, también podrían asumir que las metas individuales están sujetas a un mayor grado de negociaciones bilaterales con el Gobierno central – que lo hay- en comparación con el anterior objetivo de déficit igualitario para todas las comunidades.

Paradójicamente, porque el planteamiento del déficit asimétrico aparentemente beneficia a Cataluña, la administración Artur Más ha votado en contra y ha prorrogado las cuentas del año 2012. No sólo eso, sino que ha anunciado un recurso contencioso contra el reparto del déficit. Y no es la única en amagar con ir a los tribunales: también lo ha hecho el vecino Principado de Asturias.

Anuncios en ambos casos que se alinean con el incremento de la bilateralidad que teme Fitch en su último informe, y que tampoco gusta del todo en el Gobierno de Cantabria, porque se abre un escenario de relaciones bis a bis, tú a tú, sobre el principal asunto económico del trienio 2013-2016: la estabilidad presupuestaria. Y ya sabemos que Cantabria es, a casi todos los efectos, sólo el 1,5% del Estado.