En un tiempo en el que responsables políticos hablan de clima bolivariano y batasuno, en un momento en que una carrera popular acaba a golpes, y en un contexto en que, como ha sucedido este mismo lunes, el dueño de una empresa (Maderas José Saiz) arrolla a un sindicalista, surgen otras voces, más sosegadas, más moderadas, que reclaman una mayor cercanía entre la política y la calle.

Ya hace unas semanas escuchábamos a Ignacio González, del Business Hub de Torrelavega (una iniciativa muy orientada a la formación e interrelación de los jóvenes con una fuerte impronta de creación de empresas) lamentar que la disputa política esté impidiendo «avanzar a la ciudad».

Y este lunes, Enrique Conde, empresario, de Soningeo, y Fermín García, del Grupo Codelse (con sede en la capital del Besaya) le volvían a poner voz en Buenos Días Cantabria, a ese sentimiento.

«La calle está muy crispada. Ahora mismo hay un problema muy gordo en la calle y en la socieda. A lo mejor es un problema de todos, pero no conseguimos unir la clase política con la sociedad«, reflexionaba en la tertulia Enrique Conde, que es también decano del Colegio de Ingenieros de Caminos.

Venimos de un fin de semana en que se han producido incidentes y agresiones entre atletas y manifestantes en la carrera popular de E.on y el Ayuntamiento de Torrelavega, en lo que para Conde responde a una situación de «nervios» y a un momento en el que se «desata» la «tensión» acumulada.

Pero a ese incidente, condenado por todos, le han sucedidos las declaraciones políticas, como las del alcalde, Ildefonso Calderón (PP), ligándolos directamente con la moción de censura que con toda seguridad le presentarán PSOE y PRC en el municipio, y que está excitando los ánimos en la vida política municipal.

Una crispación que Calderón cree que se está trasladando a la calle, dentro de su teoría del ambiente «bolivariano» o «batasuno» en que ve sumida a la ciudad, e instigado por partidos políticos (recordemos aquello del «regionalismo batasuno radical») o agentes sindicales.

Y que se traduce, tal y como apuntaba en la misma línea el diputado del PP Carlos Bedia en protestas «violentas», como consideró a la acción de los manifestantes, críticos con la compañía E.on, de intentar impedir la carrera popular oponiendo una barrera humana a los atletas.

Es un ambiente de violencia que niega Fermín García, del Grupo Coldese. «En un año no hemos tenido mayores problemas. En Torrelavega somos ciudadanos civilizados y ejercer derechos como la manifestación no está penalizado», defendía.

A su juicio, lo que está sucediendo ahora en la capital del Besaya es que ante una ciudad «con problemas muy serios» sus vecinos están «saliendo a la calle» y «reivindicando», haciendo «lo que pueden» para «defender los puestos de trabajo» que están en riesgo.

LA POLÍTICA, LA EMPRESA Y LA CALLE

Los dos coinciden en incidir en la distancia entre la clase política y la calle. Enrique Conde, por ejemplo, pone el énfasis en la conferencia política que celebraba el PSOE este fin de semana, o en la interparlamentaria del PP.

«Se sale de esas conferencias políticas con euforia, pero los ciudadanos no tenemos sensación de que haya menos problemas, sino más», lamentaba.

A lo que Fermín García añadía otra queja: el hecho de que desde las instituciones no se esté preguntando al sector empresarial por ideas y propuestas para mejorar tanto Torrelavega como la economía de Cantabria.

«Podríamos dar opiniones que hagan que las decisiones tengan más eficacia a corto y medio plazo», reivindica el responsable de Codelse, quien, con todo, se muestra optimista: «Torrelavega ha salido de situaciones similares, tenemos una juventud preparada, con ideas y hay emprendimiento». Un mensaje de calma que intenta abrirse paso entre la carrera por el ruido y la tensión.