Miguel Ángel Revilla tiene una carrera política veterana, con casi 40 años de experiencia y tal vez por eso, siempre tiene en la cabeza las elecciones.

Para el común de los mortales, quedan todavía menos de dos años para las próximas elecciones autonómicas. Pero para los partidos, quedan sólo menos de dos años para volver a las urnas. Y en el caso del secretario general y expresidente, esa es una constante en su carrera.

Durante su intervención en la comida de navidad del PRC, Revilla se mostró tan seguro de regresar al Gobierno de Cantabria en 2015 que ya esbozaba algunas de las primeras medidas que adoptará (la primera será trabajar para volver a “pinar” el proyecto de la Fundación Comillas).

Algo para lo que sólo quedan 525 días, es decir, 74 semanas, es decir, 12.539 horas.

Un regreso en que Revilla se quiere quitar una espinilla, la de no haber conseguido que su partido sea la primera fuerza política de Cantabria, reto que este vez dice tener “datos” para que se haga realidad.

CARTELES Y PROYECTOS

Revilla confía en volver al Gobierno cy hacerlo con el PRC como primer partido de Cantabria

De comida navideña en comida navideña, Revilla sostenía que la primera comida tras las elecciones no era momento para analizar la gestión del Gobierno de Diego, y la siguiente aún era demasiado pronto.

Pero esta cita era la del balance de la diferencia entre entonces y ahora. El expresidente se empeñó en demostrar la solvencia de sus años de Gobierno, recordando los datos de empleo y deuda (mejores que los actuales) y desgranando una cifra: desde que le hizo el traspaso de poderes a Ignacio Diego, la seguridad social cuenta con unos 24.000 afiliados menos en Cantabria.

Y como la cosa va de elecciones, Revilla recordó ante la militancia los carteles electorales del PP: el de arreglar Cantabria en 100 días, el de llenar Cantabria de empresas, el de acabar con el paro o el de la rebaja de todos los impuestos.

“Es difícil encontrar en la historia política unos carteles en los que se vea tan claro que han hecho todo lo contrario”, aseveró el expresidente, para quien estos incumplimientos suponen un “engaño manifiesto” por el que los ‘populares’ tendrán que pagar.

Y a los que sumaba las promesas de Rajoy sobre el AVE a Cantabria o la financiación íntegra del Hospital Valdecilla.

Revilla recuperó el discurso del AVE para reivindicar que la comunidad se merece la alta velocidad en las mismas condiciones que las demás. “Está todo en obras” en el norte de España, “o AVE para todos o para ninguno”.

Sobre Valdecilla, lamentó la gravedad de que Cantabria quede “hipotecada” durante 20 años para pagar las obras (en relación al método elegido, la concesión de todos los servicios no sanitarios a Ferrovial-Siec ), y criticando que se haya renunciado al compromiso de la financiación “íntegra” del Estado. “Han claudicado totalmente. Nos cargan el mochuelo a todos los cántabros”, aseveraba.

A estos proyectos suma el que considera “el mayor desatino”, en el que tenía puesta “toda su ilusión”, el de la enseñanza del español en Comillas, que será “prioridad absoluta” para él en su regreso al Gobierno.

O las energías renovables, y, en general, todos los proyectos puestos en marcha por su Gobierno y que se ha “cargado” el actual, cuyo “único programa” es él mismo, es decir, la figura de Revilla y el combate a su gestión, que revela su “sectarismo”.

Aunque para cambiar esa tendencia, según Revilla, sólo queda una comida navideña, que será ya en año electoral.