La Asamblea contra el Fracking, con todas las alegaciones frente a la Delagación del Gobierno. || FOTO: Roberto Ruisánchez

Los movimientos sociales no se paran. La atención ha estado muy centrada en los Campos de Sport de El Sardinero pero todo forma parte del mismo fenómeno: la movilización contra una forma de hacer y de tomar las decisiones que no tiene en cuenta a los ciudadanos.

Tampoco cesa la lucha contra el Fracking, que a la hora de la Toma de la Bastilla del Racing presentaba, este viernes, nada más y nada menos que 8.274 alegaciones en la Delegación del Gobierno, contra el sondeo de Repsol en San Martín de Toranzo.

Es una acción que ya emprendió la Asamblea de Cantabria contra la Fractura Hidráulica el pasado mes de junio contra el pozo profundo de San Pedro del Romeral y la Vega de Pas.

Las más de 8.000 alegaciones se han «atropado» en los rastrillos que la Asamblea organiza por toda la región.

Es sintomático que el foco de las acciones vayan dirigidas al Gobierno central, que acaba de autorizar la presentación del recurso de inconstitucionalidad a la Ley de Cantabria que prohíbe la Fractura Hidráulica.

El Fracking es una técnica que consiste en perforar las capas del subsuelo, en donde se inyectan agua, arenas y productos químicos a alta presión, para liberar el gas que se acumula en poros y fisuras de determinados materiales sedimentarios. Y existe una gran oposición social en Cantabria.

La Asamblea denuncia que siguen llegando noticias del avance de los permisos en Cantabria, como en la zona de Campoo-Los Valles, donde la empresa Gas Natural Fenosa ha solicitado realizar 2 sondeos de investigación en Valderredible, además de los 8 sondeos en Valdeprado del Río, todos estos dentro del permiso Bezana-Bigüenzo — hay seis permisos en la región–.

Advierten que en estos dos últimos pozos de Valderredible, Gas Natural Fenosa ya utilizaría la técnica del fracking

En cuanto al permiso Luena, el Ministerio de Medio Ambiente, considera que no es necesario exigir a Repsol informe de impacto ambiental para la campaña de sísmica. «Es decir, el Gobierno Central y las empresas siguen empujando, permitiendo sin ninguna traba unos trabajos cuya única finalidad es hacer fracking», denuncia la Asamblea.

Foto: Asamblea contra la Fractura Hidráulica

Además, recuerda que la suspensión de la Ley cántabra antifracking — consecuencia del recurso de inconstitucionalidad interpuesto por el Estado– supondrá «abrir las puertas» a Repsol y Gas Natural Fenosa «para que vengan a esquilmar nuestra tierra en busca de gas».

Y este sábado hay una convocatoria para sacar las hazadas y plantar árboles, con los vecinos de San Martín de Toranzo, en los terrenos que ha escogido Repsol para el sondeo. «De esta forma tomamos las riendas, adelantándonos a la empresa, para reivindicar lo que queremos hacer con nuestra tierra: defender nuestra forma de vida e impedir que nos envenenen», reza el manifiesto leído frente a la Delegación del Gobierno de Santander.

«En esta tierra solo se cosecha oposición al fracking» sentencia la Asamblea, que lanza la siguiente advertencia a la administración: «si los trabajos siguen, si las empresas no renuncian, si el gobierno central no anula los permisos… Seremos nosotros, los habitantes, la movilización social, quien pare esta atrocidad».

Siguen «pegados a su tierra» y «plantando cara» al fracking.

CONTRA EL FRACKING: UN MOVIMIENTO GLOBAL

Esta técnica, según alertan los movimientos sociales y buena parte de la comunidad científica, conlleva riesgos como la contaminación de los acuíferos — y en Cantabria los proyectos están en las zonas de captación del agua que se consume en Santander, precisamente en San Martín de Toranzo–, e incluso riesgos sísmicos.

Es una técnica global, una apuesta que llevan años desarrollando y extendiendo por todo el planeta las grandes empresas energéticas, que han basado su modelo de crecimiento en los recursos fósiles (petróleo, gas, carbón), que no son renovables y al ritmo actual de las sociedades de consumo son finitos. Por eso la búsqueda de gas mediante la fractura hidráulica en todo el planeta.

Es un fenómeno global, que ha llegado hace relativamente poco tiempo a Cantabria (2011), y que avanza al amparo del Ministerio de Industria de José Manuel Soria.