LARO GARCÍA GONZÁLEZ || EL FARADIO Cuando se acabó el eco mediático y se apagaron los focos, los vecinos de Gamonal siguieron allí. Ya estaban antes, durante los dos años de organización, lucha vecinal y protestas contra una obra que no querían. Tuvieron que llegar las máquinas para ejecutar ese costoso boulevard que no necesitan, que no podían permitirse, para lograr una atención que venían reclamando desde hace tiempo. Unas obras que paralizaron después de una intensa semana de concentraciones, también de disturbios, y que se ha convertido en una victoria ejemplar para todo el país de la que extraer múltiples lecciones.

El coordinador de iU Santander, Miguel Saro, en una intervención

Precisamente ese era el objetivo del acto público organizado por Izquierda Unida en el Salón de Actos de Comisiones Obreras en Santander el pasado jueves, bajo el título #Gamonal. Cambio de paisaje. Proceso de una lucha, y en el que medio centenar de ciudadanos conocieron de primera mano la experiencia de movilización y combate contra la especulación urbanística de este barrio burgalés.

Pedro de Palacio, miembro de la Plataforma Vecinal de Gamonal y secretario provincial de IU Burgos, fue el encargado de dar las claves de todo el proceso y de romper también algunos tópicos muy repetidos en las últimas semanas. En primer lugar, explicó que Gamonal es algo más que un barrio. El corazón de Burgos, la zona más populosa, que concentra la mayor tasa de pobreza de la ciudad y que más está sufriendo los recortes de los presupuestos públicos.

También que esa «obra faraónica» no era beneficiosa para los vecinos, pretendía privatizar el aparcamiento público con un coste cercano a los 13 millones de euros en un barrio en el que nunca ha sido fácil estacionar el coche y en el que, por ejemplo, se ha cerrado recientemente una guardería pública por no afrontar un gasto de 180.000 euros.

«Estábamos ante la alianza del sector bancario, que financia la obra, de los constructores, que se enriquecen, y de unas élites políticas subordinadas al dinero, en este caso, el equipo de Gobierno de Partido Popular en Burgos», aseguró Pedro de Palacio.

Este miembro de la Plataforma Vecinal también desmintió uno de los mantras más escuchados y que ofrecía una pátina de legitimidad a una iniciativa tan impopular: El PP obtuvo la mayoría absoluta en la ciudad de Burgos, sí, aunque no sacó mayoría absoluta en el barrio de Gamonal, como se ha dicho. «El resto de fuerzas políticas que se oponían a la obra sacaron más votos que el Partido Popular en Gamonal», recalcó.

EL PROCESO DE UNA LUCHA

A partir de aquí, ejemplos, reflexiones y consejos para que Gamonal eche raíces más allá de Burgos. «A medida que se va acercando el inicio de las obras, unos meses antes, se constituyó una plataforma unitaria de todos los colectivos sociales y organizaciones políticas que estaban en contra del boulevard. Así se articulan las reacciones en contra, los argumentarios o las explicaciones a la ciudadanía», relató De Palacio.

El mismo día en el que se inician las obras, por la tarde, se hace una disolución de esta plataforma y se crea una asamblea del barrio, en la que se conforman las acciones que se van a llevar a cabo y en la que participa todo el mundo que lo desea. La articulación de la resistencia hasta que se consiguió la paralización de la obra.

Ahora, habrá que esperar para valorar la magnitud de la ‘victoria’ vecinal. «Nosotros pensamos que es una cosa derrotada de verdad. Lo que sí estamos notando es que el Partido Popular está empezando a castigar al barrio», opinó De Palacio. Multas que antes no se ponían, hostigamiento policial en una zona deprimida, inversiones en el barrio que no llegarán.

A raíz de lo sucedido en Gamonal se hicieron concentraciones o movilizaciones de apoyo en medio centenar de ciudades españolas. «Creemos que aparte de ser un ejemplo de resistencia, de demostrar que sí se puede responder a las políticas de los poderes económicos y de las élites políticas subordinadas, gran parte de la solidaridad que se organizó fuera de Burgos vino porque entendían que lo que denunciábamos en Gamonal era una cosa que pueden ver a diario en su ciudad».

Una sociedad en crisis y una sensibilidad muy desarrollada ante la inversión en grandes obras, que en muchos casos no son necesarias, a la vez que se recortan presupuestos sociales o que no se desarrollan políticas activas de empleo. Esa es la teoría que flota sobre este barrio burgalés.

«También es un ejemplo en cuanto a organización, con un marco unitario y participativo que ha logrado cohesionar al barrio y derrotar al equipo de Gobierno municipal y a los intereses económicos», reivindicó De Palacio. «Ahora hay que dar un paso más. Hay que hacer un tejido organizativo con la mayoría social para dar alternativas reales que se traduzcan en clave política y en la gestión de la ciudad», concluyó.

EL PEQUEÑO GAMONAL DE SANTANDER

El acto estuvo presentado por el portavoz de Izquierda Unida en Santander, Miguel Saro, que repasó algunos de los paralelismos que existen entre Burgos y la capital de Cantabria. «Aquí también hay un equipo de Gobierno que no escucha y al que le gusta mucho el hormigón y el cemento. Aquí tenemos el parking de Mendicouague y las múltiples infografías del alcalde», dijo durante su intervención.

Miguel Ángel Gómez, miembro de la Secretaría General de Convergencia, fue el encargado de recordar un episodio que se podría calificar como el ‘Pequeño Gamonal de Santander’. Pertrechado con recortes viejos de periódicos de la época, contó su experiencia en la lucha vecinal hace más de una década, cuando se enfrentó al equipo que dirigía Gonzalo Piñeiro para evitar que se construyera un aparcamiento subterráneo en la Alameda de Oviedo.

«Había mucha sensibilidad en el barrio con respecto a los árboles centenarios que ellos, poco a poco, fueron quitando con diversas excusas. En uno de esos casos, como vecino de la calle Vargas, estaban cortando uno de esos árboles y empecé a increparlos por la ventana. Bajé a la calle, se juntaron un montón de vecinos y me acabaron llevando detenido», rememoró.

Se recogieron firmas, se pidieron dimisiones, se exigieron responsabilidades al alcalde… El Partido Popular de Santander ganó las elecciones con mayoría absoluta y con el parking en su programa electoral, pero la oposición vecinal provocó que se suspendiera la obra.

En opinión de Gómez, «no es lo mismo que te ponga en contra la gente del centro de la ciudad que los vecinos de los barrios periféricos». La próxima lucha, según expresaron varios de los asistentes, pasa por la oposición frontal al túnel que planea el Ayuntamiento para unir esa zona con la calle Castilla y de la que ya se han visto los primeros planos.