Desencuentro total entre dos partes que debían estar condenadas a entenderse: los profesores de la enseñanza pública y la Consejería de Educación de la que dependen.

El motivo de la reivindicación eran las negociaciones sobre las políticas de personal del departamento que dirige Miguel Ángel Serna, que incluyen para el próximo curso la supresión de otras treinta plazas en educación infantil.

Medida que, en la Mesa Sectorial de Educación –donde se sientan Gobiernos y sindicatos—han sido justificadas por el equipo de Serna en una serie de tablas matemáticas.

Y que ha provocado malestar entre los sindicatos, hasta el punto de que los representantes de Comisiones Obreras decidieron encerrarse en las dependencias de la Consejería de Educación, como forma de protesta ante la falta de intención negociadora o el hecho de que no se les facilitaran los datos que le solicitaban.

Fuera, estaba convocada una concentración reivindicativa, contraprogramada con una rueda de prensa de urgencia de Serna con la significativa llamada de “análisis político de la concentración convocada por la Plataforma en Defensa de la Educación Pública”.

De un lado a otro de la ciudad, participantes en ambas citas se lanzaban mensajes.

Desde la parte sindical, en la calle (Vargas) sus representantes cuestionaban la supresión de plazas en la educación pública, rebatiendo los argumentos económicos al recordar el incremento de los conciertos educativos con asociaciones o fundaciones privadas que vincularon al Opus Dei, orden religiosa con la que relacionan al consejero.

Miguel Ángel Serna, consejero de Educación

Y desde la sede del Gobierno en Peñaherbosa, Serna cargaba contra la Plataforma, censurando que protesten contra el PP, “que es quien está resolviendo el problema heredado”, en lugar de contra PSOE y PRC, que fueron quienes crearon al problema”.

Desde esta premisa, el consejero de Educación criticaba la “intencionalidad política clara que mueve a los convocantes”, repitiendo su argumento de hace meses contra el Colectivo de Estudiantes con motivo de las huelgas en la enseñanza pública.

Esta semana, CC.OO. le reprochaba su falta de talante democrático en los distintos órganos que representan a la comunidad educativa y que dependen de él: el Consejo Escolar, el Consejo de Formación Profesional y el Observatorio de la Convivencia.

Falta de reuniones y de implicación de la comunidad educativa, ausencias de consejero, poca o nula información, retrasos en los nombramientos de representantes de padres o alumnos son algunos de los argumentos en los que se apoyaba el sindicato.