Derriban la casa de Amparo
La casa de Amparo ya no es un obstáculo para la construcción del vial que conectará el centro de la ciudad con la S-20.
Esta misma tarde ha sido derribada, apenas unos días después de que la familia entregara las llaves. Esto sucedió el jueves, el mismo día que estaba planeado el desalojo de la anciana de 86 años, y también el mismo día en que ella entró a la UCI, donde permanece muy grave.
Han asistido al derribo miembros de la PAH y de Conglomeradas, que el pasado jueves se reunieron con unas cincuenta personas para evitar el desalojo. Fue allí cuando tuvieron noticia del empeoramiento de la salud de Amparo.
En esa ocasión nadie llegó a la casa para ejecutar el desalojo aprovechando que la anciana había ingresado en urgencias el día anterior con problemas cardiorrespiratorios. Pero su familia decidió entregar las llaves para centrarse en su salud, que se ha agravado en los últimos días.
INFORME MÉDICO
Un informe de su médico de cabecera ya advertía de su frágil estado de salud y de los efectos en ella de un cambio de hábitat.
Lo que decía el informe es que Amparo, de 86 años de edad, sufre dolencias como diabetes, hipertensión, insuficiencia renal o respiratoria o hernia de hiato.
A lo que añadía que, al ser una paciente de “avanzada edad”, los factores biopsicosociales (es decir, todo lo que afecte a su entorno) le pueden perjudicar “con facilidad” a la salud.
Estos agravamientos se traducirían en males como trastornos emocionales: estrés, ansiedad, depresión….
Es más, el médico señalaba que los “cambios de hábitat” le provocarían una “desorientación temporal-espacial” que puede ser irreversible, y por tanto, agravar su estado de salud, “ya de por sí frágil” tanto por la edad como por las enfermedades que padece.
Como cambios de hábitat citaba factores como ingresos hospitalarios o cambios de domicilio, que es precisamente las dos cosas a las que se ha enfrentado los últimos días.
EL POLÉMICO VIAL
El derribo de la casa de Amparo, situada en la Vaguada de Las Llamas, servirá para levantar un vial que conecte la S-20 con el centro de Santander.
Lo construirá la UTE entre las empresas Copsesa, propiedad del alcalde de Ramales de la Victoria (al igual que De la Serna, del Partido Popular) e ISOLUX-Corsán, señalada por el Tribunal de Cuentas por sobrecostes que podían haberse previstos en la construcción de una conexión similar en la misma zona.
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