Crónica de un pleno casual

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||por RUTH CARRASCO||

(Ruth Carrasco es concejala socialista en el Ayuntamiento de Santander y tomó posesión ayer, cuando se había convocado el homenaje de las plataformas a Amparo Pérez, la anciana fallecida a la que se le expropió su finca para levantar el vial)

Ayer iba tranquila, pero a la vez emocionada, a mi primer pleno en el Ayuntamiento de Santander. Caminaba pensando en Amparo Pérez y en el merecido homenaje que le querían rendir un grupo de ciudadanos. No se me ocurre mejor manera de comenzar este nuevo reto, que en presencia de ciudadanos tan comprometidos, solidarios y luchadores. Me ayuda a no olvidarme de a quienes me debo y a quienes tengo que defender. Ellos fueron para recordar a Amparo, pero a mí me han hecho un gran favor con su presencia.

Para ver a santanderinos que luchan por su dignidad no hay que remontarse 500 años

Entre el público también estaban mis padres, que son gente humilde y que ha luchado mucho en la vida. Un buen recordatorio de mi origen: el barrio Gurugú, la gente trabajadora, las dificultades del día a día. Si no sabes de dónde vienes, es difícil saber a dónde vas.

Sumida en estos pensamientos he comenzado mi primer pleno, en el que había algunos asuntos importantes para la ciudad y otros más de trámite.

En cualquier caso, estaba claro que no iba a ser un pleno normal, porque en el ambiente estaba muy presente Amparo. En una resolución de trámite, de estas que se aprueban por unanimidad, me pareció verla. Se instaba a celebrar el 550 aniversario de la defensa del fuero por parte de los santanderinos, y en la propuesta de resolución decía: “colocar un motivo recordatorio en homenaje a los santanderinos que se levantaron contra los abusos señoriales en defensa de la ciudad.”

Otro trámite fue la aprobación inicial de la ordenanza de transparencia, palabra que está muy manida. De hecho, todos dicen apostar por ella, pero siempre hay peros, como el que unos minutos después puso el grupo popular para no entregar a la oposición las cuentas del Mundial de Vela.

Es casualidad también que justo cuando estábamos hablando de transparencia, De la Serna mandase cerrar la puerta del salón de plenos. Mientras hablaba de apertura, cerraba la puerta. Muy propio del Partido Popular.

En este pleno se habló de los más vulnerables, gracias a que el PSOE presentó una moción sobre el Centro de Acogida Princesa Letizia. Proponíamos dotarlo de más presupuesto, para que más personas puedan acceder a ese necesario servicio. En este punto, el portavoz del Grupo Socialista, Pedro Casares, tuvo unas palabras de recuerdo para Amparo, que provocaron el aplauso de la gente del público y que una vecina se levantara para reprocharle a De la Serna su falta de humanidad.

Y ya sé que todo es casualidad, pero justo cuando De la Serna nos quería convencer de lo bien que funcionan los servicios sociales municipales, comenzó a caer una granizada que nos impidió escuchar ese discurso. ¿Justicia poética?

Cuando salí del Ayuntamiento, me acerqué al grupo de activistas de la PAH, a quien De la Serna impidió su entrada al pleno. Nos saludamos, les dije que contasen conmigo y nos dimos ánimos las unas a las otras. Estaban ahí, con su lucha plena de dignidad, para recordarnos que para ver a santanderinos que luchan contra las desigualdades no hace falta remontarse a hace más de 500 años. Están aquí y ahora. Presentes. Y no puede ser casualidad.

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