La oportunidad de poder trabajar en tu propia tierra

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El 29 de abril se publicaba en El Diario Montañés la tribuna «La oportunidad de la formación en el extranjero» (ver foto), de la Sra. Laura Reyero, profesora del Master de Marketing&Digital Media de ESCP Europe.

El 30 de abril-un día después- mandé mi respuesta a los correos electrónicos que El Diario Montañés dispone para los lectores. No ha sido publicada a 7 de mayo de 2015. Por ese motivo, la publico en El Faradio, tal y como la envié.

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«La oportunidad de la formación en el extranjero», de la Sra. Laura Reyero

 

LA OPORTUNIDAD DE TRABAJAR EN TU TIERRA

Israel Ruiz Salmón,  joven, cántabro y emigrante

Respuesta a la tribuna «La oportunidad de la formación en el extranjero«, de la Sra. Laura Reyero, publicada el 29 de abril de 2015 en El Diario Montañés.

Llego a casa tras salir de mi trabajo. Mi madre me manda una imagen de la tribuna que ahora contesto por WhatsApp, una de esas aplicaciones que según la Sra. Reyero «nos permiten comunicarnos gratis» y por tanto «ahora irse al extranjero no es perder el contacto, solo es estar más lejos físicamente».

Mi madre está en casa de mis abuelos, mayores, a los que hace un montón que no veo ni hablo con ellos, pero estoy tranquilo porque aunque puede que pase sus últimos años sin visitarles cuando yo quiera o ellos lo necesiten, la profesora Reyero así lo cuenta.

«Hay que desdramatizar», dice. Pues desdramatizamos. Desdramatizamos nuestra rutina y nuestros proyectos, en nuestra tierra y con nuestra gente. Ya haremos (los que podamos y como podamos) en 10 días lo que antes en 365…

Lo siento, no me he presentado. Me llamo Israel y en octubre del pasado año comencé mi Doctorado en Ciencias de la Ingeniería y Tecnología en la Universidad Católica de Louvain (Bélgica).

En 2008, becado, entré en la Universidad de Cantabria a la par que se empezaba a utilizar una «neolengua» en la que se llamaba a la crisis «desaceleración económica» y me decían «cuando acabes habrá trabajo».

Tres años después, con mi Ingeniería Técnica bajo el brazo, el trabajo ni estaba ni se le esperaba, así que decidí hacer la Ingeniería Superior (dos años más). En 2013, la Sra. Bañez, Ministra de Empleo, nos contaba que los emigrantes se daban a la «movilidad exterior». Y olé. Más «neolengua».

En 2014, tras un Máster y once meses de prácticas en la misma empresa (de los dieciocho que he hecho en total compaginándolos con mis estudios) me veo en la tesitura de elegir entre paro, precariedad o emigración, consecuencia de unas políticas nefastas, títeres de un poder económico que no se presenta a las elecciones.

Dado que no estoy dispuesto a quedarme parado, opto por emigrar (como tantos miles, jóvenes y no tan jóvenes, «cerebros» y no tanto), con el corazón roto, las tripas revueltas y un nudo en el estómago. Desdramatiza, Israel, haz lo que te dicen…

Ocho meses después, me encuentro contestando a una tribuna, vacía de contenido relevante, que no habla sobre las causas de la emigración y que sigue la misma senda de la «neolengua», en la que no has leído ni veinte palabras y ya ha aparecido «el emprendedor», el autónomo de toda la vida pero con mucho marketing y escuelas de negocios fantásticas y estupendas.

Porque no nos engañemos, el escrito de la Sra. Reyero vendiendo las bondades del emprendimiento en el país más caro de Europa para ser autónomo bien podría estar en la sección de anuncios por palabras. O en las necrológicas.

La emigración no es voluntaria. No elegimos irnos. Y no hay más opción que la ida

Y si no emprendes, no pasa nada. Te marchas, que ya volverás. «¿Consideramos una fuga de cerebros a que, un médico de Cantabria se forme y trabaje en un hospital de Estados Unidos y luego vuelva a Valdecilla a compartir todo lo aprendido?», continua. Dejando a un lado lo insultante que resulta un argumento cargado de estereotipos le diré que no.

No lo sería si de verdad volviese (y volviésemos). Pero eso no sucede porque la emigración no es voluntaria, no elegimos irnos. No tenemos más opción. Y si no tenemos más opción a la ida, ¿qué le hace pensar que la tendremos unos años más tarde para volver?

Para finalizar reconozco que estoy totalmente de acuerdo con sus últimas palabras: «lo que hay que hacer es poner facilidades para que vuelvan».

En la semana del Día del Trabajador esto es lo que necesitamos para no emigrar y para volver: olvidar las políticas de austeridad, potenciando el crecimiento por encima del déficit y del pago de la deuda; apostar por las políticas públicas y de inversión en I+D+i y derogar las Reformas Laborales que han mermado las cotizaciones sociales, recortado derechos y roto la negociación colectiva, garantes de empleo de calidad, estable y con salario digno.

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1 Comentario

  • antonio
    7 de mayo de 2015

    Otro gran articulo de este prometedor jacobino al que la historia evolucionará hacia las posiciones más rupturistas, ya que parece honrado y brillante.

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