Veréis: resulta que hace poco el PSOE y el PRC de Torrelavega votaron no a rechazar el TTIP, ese tratado de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea.

El dato lo expuso en el Parlamento el diputado del PP Luis Carlos Albalá, que no sabemos si añadir que fue concejal en Torrelavega va a acabar por liaros, así que mejor no lo decimos.

Y venía a colación de una propuesta de Podemos para que Cantabria rechazara el TTIP, en la que, al final se vino arriba y acabó sugiriendo que en el PP “estáis moviendo los hilos con las transnacionales”.

Todo mientras fuera la Plataforma por lo Público y sin Recortes se manifestaba para recordarle al PSOE que alguna vez han dicho que el TTIP fatal, y, en justa respuesta el socialista Víctor Casal enmiendó a Podemos para que se acabara votando la propuesta transaccionada (o sea, con los cambios que les había llevado minutos antes a sus señorías el ujier, aunque hemos de decir que ese momento fue confuso).

Y que salió adelante al contar también con el apoyo de una Ana Obregón a la que desde aquí propongo solemnemente que todos llamemos Ana Cayón (su municipio) para evitar la constante aclaración a la famosa bióloga. Un PRC en el que hay miembros que han cambiado en su mesita de noche el libro de Manuel Llano por uno de Susan George.

EMPEZAMOS MARCADO POR LO NACIONAL

Porque todo es posible en 2015. Como hablar de Bruselas, Cataluña, Torrelavega y las empresas transnacionales sin salir de San Rafael.

Influye mucho que estemos en pregenerales y que organizar un mitin tiene sus costes, pero subirse al escaño resulta más barato.

Si encima hay catalanas, razón de más para que un partido fundado en Barcelona plantee por aquí la importancia de la unidad España.

Sobre todo después del Sidney O’Connor (dícese de la rotura pública de algo, tipo foto del papa) que el otro día se marcó un diputado estelado de Amaiur en el Congreso de los Diputados con la Constitución española. Por hablar, hablamos hasta de baloncesto, lógicamente, al referirnos a Cataluña.

O sea, en su primera sesión ordinaria tras el verano y las elecciones, el Parlamento de Cantabria ha acabado por resolver el ITTP y la unidad de España.

Más difícil les resultó avanzar en otros temas más espinosos, la crisis de los refugiados y la violencia de género.

EL DIPUTADO BUSCA SU SITIO

Ha sido un primer pleno, de esos en los que buscas donde sentarte, como en el primer día de clase, para no quedarte todo el curso en el sitio de los que no son populares (cada uno tiene sus traumas).

Se nos mezclan las cosas nuevas, como un Alberto Bolado, diputado de Podemos, invidente, midiendo las distancias de un sitio a otro para poder calcularlas, mientras personal de la casa probaba que las barandillas (doradas) instaladas para facilitar que suba las escaleras estuvieran lo suficientemente bien ancladas.

Se nos mezclan con las viejas, con los consejeros que vuelven a su escaño, entre ellos un Paco Martín que combina lo antiguo de ser consejero con lo nuevo de serlo de otro área, Industria, y a propuesta de otro partido, el PRC (en lugar del PSOE de hace cuatro años, toda una vida ya).

FRENTE A FRENTE, VERSO A VERSO

Recapitulamos: se dibuja en el escenario un frente regionalpopulista con PRC-PSOE-Podemos, y un frente Ciudadano Popular, al que no descartemos sumas ocasionales del PRC (como ha sucedido en Cataluña).

En un Parlamento con caras nuevas, portavoces nuevos salvo Van den Eynde (PP), exconsejeros que se han dejado barba (un dato frívolo como cualquier otro), diputadas con nombre de bióloga (biólogas con nombre de diputada), parlamentarias que saludan a ujieres y periodistas en sus intervenciones, mucho tema nacional, una rivalidad Ciudadanos-Podemos que nos va a dar grandes momentos, mucho ex en los banquillos y mayor peso a la parte de control al Gobierno.

Se vienen cuatro años en la que se va a hablar mucho de los temas que se debatan, en la que veremos sorpresas. En la que, como hoy, se votarán proposiciones transaccionadas llevadas a la Cámara por ujieres in extremis,

Sí, es verdad, porque aunque ahora oigamos más el tuteo en San Rafael, hemos complicado  mucho la legislatura. Y eso que sólo acaba de empezar.